Política Internacional

Muros para la “libertad”

Lorenzo Aguirre

El Muro de Berlín fue símbolo de la “Guerra Fría”, enfrentamiento político, económico y militar entre el “Bloque Occidental”, capitalista, liderado por Estados Unidos, y el “Bloque del Este”, comunista, llevado adelante por la Unión Soviética. La intensificación de la “Guerra Fría”, luego del embargo de productos de alta tecnología contra el “Bloque del Este”, terminó siendo un conflicto diplomático – ¡por más que, a muchos, no guste qué digo, y provoque urticaria! -, con una permanente amenaza militar y fronteras marcando límites entre la “Comunidad Económica Europea” (después “Unión Europea”), el “Consejo de Ayuda Mutua Económica”, la “Organización del Tratado del Atlántico Norte”, y los miembros del “Pacto de Varsovia”. Pero … “¿qué importa?” … ¡al final de cuenta el fuego renueva, y el “Pacto de Varsovia” sintió el lodo! También, “se debería poner término” a la “Organización del Tratado del Atlántico Norte”, pues, cuando Yeltzin y Gorbachov tiraban abajo la “Unión Soviética”, Europa miraba de una manera terrorífica porque de algún modo prefería que continuara existiendo, como asimismo le agradaba más contar con dos Alemania, en lugar de una unificación.

Si lo expresado resulta un poco gordo, con hipercolesterolemia, recordemos que, tanto Mitterrand, como Tchatcher, en alguna medida edulcoraron y luego estimularon a Gorbachov para que, el famoso “Muro de Berlín”, siguiera imponiendo su “energía” presencial, porque, quizá, para la “Unión Europea”, una Alemania terriblemente fuerte podría llegar a ser majadera.

Ahora, 36 años después de la caída de ese “protector de jóvenes y sabios cerebros comunistas”, los países europeos con frontera en Rusia, de forma urgente están elaborando el programa de construcción de quilómetros de fortificaciones para defenderse de una posible agresión de Vladímir Putin, porque ha quedado de lado la seguridad de la posguerra fría, y tanto la “OTAN”, como Estados Unidos, evidencian degaste.

El Muro de Berlín cayó la noche del jueves 9 de noviembre de 1989, consecuencia de exigencias de libertad, evasiones llevadas a cabo en la frontera – dos meses antes, más de 13.000 alemanes orientales pudieron traspasarla -, sumadas a manifestaciones masivas, especialmente en Leipzig, contra el gobierno comunista de Alemania Oriental. El “Partido Socialista Unificado de Alemania” anunció en rueda de prensa que, luego de 28 años “defendiendo los Derechos Humanos”, las restricciones habían sido quitadas, y se podía pasar hacia el otro lado.

EL 3 DE OCTUBRE DE 1990 la “República Democrática” se adhirió oficialmente a la occidental “República Federal”, pero, los “Libros Medinsky” – escrito por Vladímir Medinsky, exministro de cultura y asesor de Putin – falsificaron la historia y señalan: “la unificación fue un acto de colonización por parte del Occidente Imperialista”.

En estos tiempos, en Rusia, los nuevos textos – destinados a Secundaria – hablan de reunificación de Alemania, como “anexión de la República Democrática Alemana”.

La actual Alemania, ha dejado la estructura de sus misiones en los Balcanes y Afganistán, intentando mantener una visibilidad intermitente, pero, por primera vez desde el final de la “II Guerra Mundial”, decidió proyectar un formato nuevo al crear un escuadrón blindado en Lituania, con la fuerza de 5.000 soldados.

Entre varios motivos, está la interpretación ya definida respecto a la amenaza de Rusia, y por lo expresado se abre la necesidad de hacer un revisionismo desde la “Guerra Fría”, y establecer una reestructura en las fuerzas armadas.

Por supuesto las oscilaciones para la “modernización de equilibrio de seguridad” estimularon a la locura pensante a instrumentar la manera de no tener guardado en el freezer, armamento estático, y entonces la “brillantez neuronal” llevó a resolver que, esas “dulzuras congeladas” tienen “código de barra” vencido, siendo necesaria una reposición de banca, en forma periódica.

Cuando hablamos sobre “tiempo de recambio” no me refiero cada cuatro, o cinco años, sino promedio de doce semanas, y si es necesario, antes, especialmente tratándose respecto a drones, los cuales necesitan reorientar el software.

ESAS PIEZAS DE AJEDREZ, colocadas en el tablero en los límites con Rusia, muestran un próximo campo bélico digitalizado, en el cual, los mísiles, pasan a ser obsoletos.

Por lo expresado, la idea es armar un “nuevo muro de Berlín” a través de 12.000 drones que conformarían el nexo en Lituania, y con una “programada señal” hacia Moscú.

Finlandia, por su parte, que tiene más de 1.700 km de frontera con Rusia, ha pedido – estimulado por el asalto bélico entre Rusia y Ucrania – construir un muro que, por lo menos cubra un 20% la abertura lineal fronteriza, esperando tenerlo para el próximo año, a la “módica” suma de 450 millones en billetes verdes.

Lo mismo está ocurriendo en Estonia, y Letonia – colocando 400 millones de dólares para proteger con su próximo muro, 350 km de frontera con Rusia -, mientras Lituania se encuentra resolviendo el levantamiento de una muralla – el tema viene desde 2014, con la anexión de Crimea por parte de Moscú – a lo largo de toda la división territorial, la cual estaría respaldada con zanjas antitanques, y enrejados metálicos, además de necesarios campos minados.

Para redondear el “menú”, Polonia, Finlandia, y Noruega iniciaron planes para establecer un “muro de drones” – a lo largo de 3.000 km – con red de sensores y neutralizadores.

Apelemos a que nuestro corazón no quede hecho jirones, pues, al final de cuenta, la historia la escriben unos pocos … ¿verdad? … entonces, ella, cambia dependiendo de cada protagonista, los cuales quedan “conmovidos” con un empolvado halo romántico.

Para muchos, nosotros – “periodistas que no integramos el núcleo de comunicadores correctamente ubicados”- formamos parte de “cronistas que roban la ilusión a la gente, al poner en el aire y en el papel, información no adecuada al momento que vivimos”.

Nos hemos encontrado entonces con “mentes brillantes” convertidas en trasplantadas divas arrogantes vendiendo chirriantes inmorales posturas, diciendo que, los fallecidos en las guerras, eran hombres con prisa por morir, y los conflictos bélicos también sirven para sostener la virilidad.

Con una penumbra de melosidad … ¡sería potable pudieran ir lo suficientemente lejos, para que se entusiasmen y no vuelvan!    

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