Política Internacional

Le Pen: ¿decisión política y

 violación al Estado de derecho?

Lorenzo Aguirre

La máxima figura del partido de extrema derecha de Francia (“Agrupación Nacional” – “RN”) -, Marine Le Pen, fue declarada culpable de malversación de fondos europeos – 480 mil euros -, financiando de esa forma su movimiento político. Le Pen, ha sido condenada a cuatro años de cárcel – finalmente, dos, quedan en suspenso mientras se tramita la apelación, y los otros dos, portando brazalete electrónico -, y además el Tribunal de Paris la inhabilita a ocupar cargos públicos durante cinco años – prohibiéndole ser candidata a las próximas elecciones presidenciales de 2027 -, como, asimismo, pagar una multa de 100 mil euros. Marine Le Pen acusó al juez, de llevar a cabo una “decisión política” para bloquear su postulación a los próximos comicios, y agregó que, lo sucedido, es una violación al Estado de derecho, propia de “regímenes autoritarios”. Señaló también ser inocente, y presentará una apelación, proceso que podría acelerarse y llegar a un definitivo veredicto a comienzos de la primavera del próximo año.

En el año 2024, la fiscalía había manifestado que, la pena para Marie Le Pen debía ser una multa de 300 mil euros, prisión, y proscripción para acceder a cargos públicos.

En ese entonces, la líder fue declarada culpable – con otros 24 representantes de “Agrupación Nacional”, entre ellos nueve exdiputados del Partido Europeo, y sus doce asistentes parlamentarios – de contratar asesores técnicos, pero pagándoles con dinero del Parlamento Europeo. En el juicio correspondiente al año pasado, Le Pen sostuvo su inocencia expresando no haber cometido ninguna irregularidad, ni el más mínimo acto ilegal.

Marine Le Pen, ha sido tres veces candidata a la presidencia, de las cuales en dos oportunidades llegó al balotaje con Emmanuel Macron, y “Agrupación Nacional” se convirtió en las anticipadas del año pasado en el partido con más cantidad de papeletas para el Parlamento.

Ahora, la cúpula de “Agrupación Nacional” deberá urgentemente reunirse para definir quién será la nueva figura representativa, de cara a la carrera presidencial. Entre ellas, se encuentra Jordan Bardella, un joven de apenas veintinueve años, presidente de la mencionada corriente política, figura fuerte del conservadurismo, e integrante del Parlamento Europeo. Si bien Bardella ha sonado inmediatamente como alternativa, se señala su poca experiencia, y las comparativas con Le Pen muestran diferencias enormes en cuanto a magnetismo, potencialidad en discursos y dominio escénico.

Más allá de lo expresado, sin embargo, Marine Le Pen – líder del bloque más grande del parlamento, con 125 diputados – puede conservar su cargo como diputada por Pas – de – Calais, aunque tendría denegada presentarse a las próximas elecciones parlamentarias mientras esté cursando su inhabilitación para cargos públicos.

En los últimos tiempos, Marine Le Pen ha sabido dar a sus alocuciones un nuevo barniz, cambiando el rumbo marcado por su padre, tapando en buena medida las protestas racistas y antisemitas, llevando a “Agrupación Nacional” a ser la formación más votada de Francia, estructurando además un gabinete dejando de lado a colonialistas y neofascistas, y haciendo que, la ruta, fuera pro-republicana. Ahora, la sentencia recibida por parte del Tribunal de Francia, la manda al ostracismo, recordándole una vez más, su “memoria genética”.

En 2015, Jean – Marie Le Pen fue expulsado del partido, y su hija se distanció de él, no compartiendo imágenes públicas Entre los cambios llevados adelante por Marine, sería oportuno resaltar su negación a toda posición antisemita, buscar acercamiento a la comunidad judía, a la norteafricana, dejar de lado su enfoque frente al aborto, contra el matrimonio de personas del mismo sexo, y dar oportunidades a gran cantidad de homosexuales, para integrar su grupo de asesores.

Pero… la reflexión, es: si dicha narrativa de espíritu ideológico republicano estuvo proyectada para combatir el islamismo, y el fundamentalismo … ¿su política en cuanto a inmigración sigue siendo firme y radical?

Ante el fallo del Tribunal de Paris, el líder ultraizquierdista, Jean – Luc Mélenchon (fundador de “Francia Insumisa”, de ideología populismo, euroescepticismo), un desequilibrado antisemita defensor del terrorismo islamita manifestó: “la inhabilitación, es injusta e imprudente”. Por su parte, Gérard Darmanin, ministro de Justicia, y el primer ministro François Bayrou, sostuvieron: “la decisión del Tribunal de Paris, no corresponde, y dicho organismo no puede establecer condena”.

En la esfera internacional, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, Matteo Salvini, vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia, y Santiago Abascal, miembro del Congreso de Diputados de España, desaprobaron la sentencia de referencia, mientras de manera enérgica – ¡asombrosa! -, Vladímir Putin, declaró: “deploro el fallo judicial porque pisotea los principios democráticos”.

Es oportuno recordar que, Marine Le Pen, recibió 11 millones de euros por parte del banco ruso First Czech – Russian Banck, con sede en Moscú, para financiar su campaña electoral…. ¡por supuesto, en retribución por apoyar la invasión de Rusia, a Crimea!

Lo acontecido, de una manera u otra da impulso a “Agrupación Nacional”, pues, a decir verdad – ¡guste, o no! -, para muchos, todo se entrelaza con el famoso discurso: “la derecha, es siempre una víctima del sistema”.

Pero, de ahora en adelante tengan presente que, el fallo a Marine Le Pen, no afecta su actual mandato como diputada, aunque existiría la posibilidad de perder su banca si la Asamblea Nacional se disuelve antes de las presidenciales de 2027.

También, sería oportuno señalar: Marine Le Pen, puede ser elegida como ministro, pues la inhabilitación pauta únicamente a cargos públicos, y los ministros son elegidos por el Ejecutivo, no deviniendo de apoyo popular.

Por su parte, el ex esposo de Marine Le Pen, Louis Eliot, fue sentenciado a tres años… sin embargo, puede continuar siendo alcalde de Perpignan.

Con tiempo adelantado, la “generosidad” ante los próximos comicios tiene “protocolo de estilo”, que, traducido al español, se denomina “transacciones previas” a efectos de poner el arsenal y la hipocresía, en lugares de ataque, para “gestionar” el reparto, todo, obviamente, por una “Francia mejor para sí, y el resto de la Unión Europea”, donde prime, “Liberté, égalité – ou la mort”, aunque, en tiempos que corren, sea un tríptico fagocitado, alejado del pensamiento de la Ilustración… bueno, son otros vientos, y a los candidatos actuales poco y nada les interesa la evolución del “Colegio Invisible” – “Sociedades de Correspondencia”- desempeñando y configurando ideales democráticos para los demás pueblos, sino, por supuesto, cumplir un liderazgo hegemónico.

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