Aproximación al modelo y pensamiento económico keynesiano.
Miguel Lagrotta
El modelo económico keynesiano se basa en las teorías del economista británico John Maynard Keynes, que argumentó que el Estado debía intervenir en la economía para combatir el desempleo y estimular el crecimiento económico. Según el modelo keynesiano, el Estado puede lograr esto mediante la manipulación de la demanda agregada a través de la política fiscal y monetaria.
En cuanto a su aplicación en el siglo XXI, el modelo keynesiano sigue siendo relevante y ha sido aplicado en muchos países. Durante la crisis financiera global de 2008, muchos países adoptaron políticas keynesianas para estimular la economía, incluyendo la inversión pública, la reducción de impuestos y las políticas monetarias expansivas. La idea era que estas políticas aumentarían la demanda agregada, lo que a su vez estimularía la actividad económica y reduciría el desempleo.
Sin embargo, el modelo keynesiano también ha sido objeto de críticas y debate. Algunos argumentan que el modelo no tiene en cuenta la complejidad de la economía global y puede conducir a un aumento de la inflación y de la deuda pública. Otros argumentan que el modelo no aborda adecuadamente la cuestión de la desigualdad económica y puede exacerbar las diferencias entre ricos y pobres.
Durante la pandemia de COVID-19, varios países aplicaron medidas económicas que podrían considerarse keynesianas para intentar mitigar los efectos económicos adversos de la crisis. Estas medidas incluyeron la expansión del gasto público, la reducción de impuestos, la financiación de programas de apoyo para empresas y trabajadores, y la implementación de políticas monetarias expansivas.
Es difícil decir si la aplicación de estas políticas fue por la lógica del propio modelo o por su vigencia, ya que ambas podrían haber sido factores. Por un lado, el modelo keynesiano sigue siendo relevante y es considerado por muchos economistas como una herramienta útil para enfrentar crisis económicas, incluyendo la pandemia de COVID-19. Por otro lado, la aplicación de políticas keynesianas también puede haber sido una respuesta práctica y efectiva a las necesidades económicas urgentes que surgieron durante la pandemia.
Además, es importante tener en cuenta que la efectividad de las políticas keynesianas durante la pandemia ha sido variable, y depende de muchos factores, incluyendo el contexto económico y social de cada país, la capacidad del Estado para implementar políticas efectivas, y la naturaleza de la crisis en sí misma. Por lo tanto, mientras que la aplicación de políticas keynesianas puede haber sido útil para algunos países durante la pandemia de COVID-19, no hay una solución única y universal para abordar los desafíos económicos actuales.
Es cierto que Uruguay ha sido uno de los países de América Latina que mejor ha enfrentado la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, aunque cabe destacar que el país también enfrentaba algunos desafíos económicos previos a la pandemia.
En cuanto a la razón por la que Uruguay ha logrado un mejor desempeño económico en comparación con otros países de la región durante la pandemia, existen varios factores que han contribuido a esto. Uno de estos factores es la tradición histórica del país de contar con un sector público fuerte y una economía mixta, lo que ha permitido al Estado jugar un papel importante en la gestión de la crisis y en la implementación de medidas para apoyar a la población y a las empresas.
Sin embargo, también es cierto que Uruguay ha aplicado políticas keynesianas para enfrentar la crisis, incluyendo la expansión del gasto público y la implementación de políticas monetarias expansivas. Estas políticas han contribuido a mantener la demanda agregada y a sostener la economía durante la crisis.
Esquema del modelo keynesiano del pleno empleo:
I. Introducción
Desarrollo histórico del modelo keynesiano
El papel de Keynes en la macroeconomía moderna
II. Conceptos clave del modelo keynesiano
Demanda agregada
Propensión marginal a consumir
Propensión marginal a ahorrar
Inversión
Oferta agregada
Equilibrio macroeconómico
III. El modelo keynesiano del pleno empleo
Descripción general del modelo
El papel del Estado en el pleno empleo
Políticas keynesianas para lograr el pleno empleo
Críticas y limitaciones del modelo
IV. La influencia de Keynes en la macroeconomía
La revolución keynesiana y su impacto en la macroeconomía
Desarrollo de la macroeconomía después de Keynes
Las contribuciones duraderas de Keynes a la macroeconomía moderna
Si bien es cierto que Keynes tuvo un papel fundamental en la creación y el desarrollo de la macroeconomía moderna, también es cierto que existen otros economistas y teorías que han contribuido significativamente al desarrollo de la disciplina.
Las políticas keynesianas para lograr el pleno empleo son aquellas que buscan aumentar la demanda agregada de la economía y estimular la inversión para crear empleo y reducir el desempleo. A continuación, te explicaré algunas de las políticas keynesianas más importantes:
Política fiscal expansiva: una de las políticas más importantes propuestas por Keynes es el aumento del gasto público para estimular la demanda agregada y el empleo. La idea es que, cuando el gobierno gasta más, la economía se activa y se crean empleos, lo que aumenta el poder adquisitivo de la población y estimula el consumo y la inversión.
Política monetaria expansiva: Keynes también propuso la expansión monetaria como una forma de estimular la demanda agregada. La expansión monetaria se logra a través de la reducción de las tasas de interés y el aumento de la oferta de dinero, lo que estimula la inversión y el consumo.
Política de empleo directo: Keynes también propuso la creación de empleo directo por parte del gobierno como una forma de reducir el desempleo. La idea es que el Estado contrate directamente a los trabajadores para realizar tareas de interés público, lo que genera empleo y aumenta la demanda agregada.
Política de subsidios a la inversión: otra política propuesta por Keynes es el subsidio a la inversión, que busca estimular la inversión privada a través de incentivos financieros. El objetivo es reducir el costo del capital y aumentar la inversión para crear empleo y estimular el crecimiento económico.
Política de protección del empleo: Keynes también propuso políticas de protección del empleo, como la implementación de salarios mínimos y la regulación del mercado laboral para garantizar empleo y estabilidad para los trabajadores.
La creación de la Tennessee Valley Authority (TVA) como la construcción de carreteras interestatales son ejemplos de la aplicación de las políticas keynesianas en los Estados Unidos.
La Tennessee Valley Authority fue creada en 1933 como parte del New Deal de Franklin D. Roosevelt, y se encargó de la construcción de presas hidroeléctricas en el Valle de Tennessee, así como de la mejora de la navegación y la agricultura en la región. La creación de la TVA no solo generó empleos, sino que también estimuló el desarrollo económico en una región empobrecida, lo que a su vez aumentó la demanda agregada.
Por su parte, la construcción de las carreteras interestatales en la década de 1950 también se puede considerar como una política keynesiana, ya que implicó una importante inversión pública para mejorar la infraestructura de transporte en el país. La construcción de las carreteras generó empleo y estimuló la demanda agregada, y también permitió una mayor movilidad de los bienes y personas, lo que a su vez aumentó el crecimiento económico.
En resumen, tanto la creación de la TVA como la construcción de las carreteras interestatales son ejemplos de la aplicación de políticas keynesianas en los Estados Unidos, ya que involucraron una inversión pública para estimular la economía y generar empleo.
«La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero» de John Maynard Keynes:
Introducción: Keynes argumenta que la economía no siempre tiende automáticamente hacia el pleno empleo y la estabilidad, y que a veces puede quedar estancada en una recesión con alto desempleo. Propone una teoría general que explique cómo funciona la economía en estas situaciones.
El empleo y la producción: Keynes argumenta que el nivel de empleo y producción no está determinado automáticamente por el mercado, sino que puede estar por debajo del nivel óptimo debido a una falta de demanda agregada.
El papel del dinero: Keynes señala que el dinero no es solo un medio de intercambio, sino que también afecta a la economía a través de su efecto en el interés y en la inversión. Propone que el banco central tenga un papel activo en el control de la oferta de dinero y los tipos de interés.
La inversión y el ahorro: Keynes argumenta que la inversión y el ahorro están determinados por factores no económicos, como la incertidumbre y las expectativas futuras, y no necesariamente se igualan automáticamente en el mercado.
La demanda agregada: Keynes sostiene que la demanda agregada es la clave para determinar el nivel de empleo y producción en la economía. Propone que la política fiscal, a través del gasto público y la reducción de impuestos, puede estimular la demanda agregada y llevar a la economía hacia el pleno empleo.
La eficacia de la política fiscal: Keynes argumenta que la política fiscal es más efectiva en situaciones de recesión, cuando hay un exceso de capacidad productiva y recursos desempleados. También sostiene que la política monetaria, a través del control de la oferta de dinero y los tipos de interés, puede ser útil pero no suficiente para estimular la economía.
Conclusión: Keynes enfatiza la importancia de la demanda agregada y la necesidad de políticas económicas activas para lograr el pleno empleo y la estabilidad económica.
El acuerdo de Bretton Woods de 1944, que fue negociado por John Maynard Keynes y Harry Dexter White, estableció un sistema monetario internacional en el que el valor del dólar estadounidense se fijaba en relación al oro, y otras monedas se fijaban en relación al dólar. El objetivo principal era establecer un sistema monetario estable y evitar las fluctuaciones excesivas en las tasas de cambio.
Este sistema permitió una expansión del comercio y la inversión internacionales en la posguerra, lo que a su vez contribuyó al crecimiento económico de muchos países, incluidos los Estados Unidos. Sin embargo, a medida que se expandió la economía mundial en la década de 1960, la cantidad de dólares estadounidenses en circulación en el mundo superó la cantidad de oro que respaldaba el dólar. Esta situación creó una crisis monetaria internacional que llevó a la suspensión del sistema Bretton Woods en 1971 y su eventual colapso en 1973.
Es cierto que durante el período de funcionamiento del sistema Bretton Woods (1944-1973), se produjo una expansión económica significativa en muchos países y se ha denominado como «la edad de oro del capitalismo». Sin embargo, esta expansión no puede atribuirse exclusivamente al sistema Bretton Woods o a las ideas de Keynes. También se vio influenciada por otros factores como la reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial, el auge de los mercados de consumo y el aumento de la productividad y la tecnología.
Durante el New Deal, el pleno empleo no se logró completamente, pero se hicieron esfuerzos para reducir el desempleo y mejorar la situación económica. Uno de los programas más importantes del New Deal fue la Administración de Progreso de Obras (Works Progress Administration, WPA), que proporcionó empleo a millones de personas mediante la construcción de carreteras, puentes, escuelas, hospitales y otros proyectos de infraestructura pública.
Además de la WPA, se crearon otras agencias gubernamentales como la Administración de Emergencia para la Conservación de Empleos (Emergency Conservation Work, ECW), que empleó a jóvenes desempleados en proyectos de conservación ambiental y desarrollo rural, y la Corporación Federal de Préstamos a los Propietarios (Federal Home Loan Corporation, FHLC), que ayudó a los propietarios a refinanciar sus hipotecas y evitar la ejecución hipotecaria.
En cuanto a la TVA (Tennessee Valley Authority), fue una de las agencias más destacadas del New Deal. Se creó en 1933 con el objetivo de desarrollar la cuenca del río Tennessee, que era una de las regiones más pobres del país en ese momento. La TVA construyó una serie de presas hidroeléctricas y desarrolló proyectos de irrigación y control de inundaciones en la región, lo que mejoró la vida de los residentes y proporcionó empleo a miles de personas.
Fuente: Chat.openei.com.