Política Internacional

Jara – Kast; sin camino del medio

Lorenzo Aguirre

Una comunista y un ultraderechista competirán en la segunda vuelta electoral por el sillón del Palacio de la Moneda de Chile. Con posturas antagónicas, Jeannette Jara, y José Antonio Kast, se enfrentarán el próximo domingo 14 de diciembre para definir quien asumirá la presidencia del país andino el 11 de marzo de 2026, por un período que finalizará en la misma fecha, pero de 2030. Por primera vez en 25 años el Partido Comunista de Chile – esencialmente leninista, que apoya las dictaduras de Cuba, y Venezuela – logró presentar una candidata presidencial, puesto que, Jara, es sostenida por toda la ultraizquierda gracias al pacto llevado a cabo. Mientras, por otro lado, la derecha llegó dividida a través de tres perfiles diferentes como son, Evelyn Matthei, “Unión Demócrata Independiente” (centroderecha), Johannes Kaiser, “Partido Nacional Libertario” (ultraderecha), y el mencionado postulante para la ronda final, José Antonio, Kast, “Partido Republicano” (conservador), con una imagen controvertida debido a su postura pinochetista, más allá que suavizara su duro perfil.

Es indudable que, el fracaso del presidente Gabriel Boric quebrantó en buena medida el apoyo popular – 65% de desaprobación -, pues el desastre de su gestión puso en evidencia el aumento sideral de violaciones, delincuencia, inimaginable retroceso económico, y un presupuesto todavía en discusión, más allá de varios puntos sociales a propósito desfinanciados para preparar una nueva estrategia de agitación popular, en caso de ganar la derecha.

Asimismo, es oportuno señalar la cantidad enorme de discusiones, como las propuestas sobre un Estado plurinacional, sistema de Justicia Indígena con grado de autonomía, e incluso, el polémico tema respecto a “descontracturar al Senado”.

Chile, tiene problemas que, van desde deterioro en la calidad de vida, pensiones y jubilaciones sumergidas, pasando por otras principales preocupaciones: inseguridad, criminalidad – la tasa de homicidios se triplicó -, secuestros, tibio y desinteresado combate al crimen organizado, y estrabismo respecto al tráfico de drogas.

La representante comunista Jeannette Jara manifestó intranquilidad por el tema seguridad, golpeó duramente a la derecha, y al mismo tiempo criticó de forma incisiva al presidente Gabriel Boric – un izquierdista “moderado” que se alineara con la candidata – por no cumplir sus promesas, modificar prioridades, y mostrar una insostenible cuota de improvisación, aunque, ella, desde 2022 y hasta hace “dos minutos”, fuera parte de ese gobierno, en calidad de Ministra de Trabajo.

Jeannette Jara reflejó una vez más, demagogia, e hipocresía, y para decorar la torta aseguró que, de ganar la presidencia, “suspenderá, o renunciará a su militancia en el “Partido Comunista”, porque, ella, representa a una coalición más amplia”.

Hace apenas unos días, Jara expresó el rol que espera cumplir en la región en caso de llegar a La Moneda, y de manera arrogante advirtió al presidente argentino Javier Milei: “¡aquí, van a tener que hablar con esta zurda de mierda!” … bueno… ¡la chica, se autodefinió públicamente!

Con respecto al abogado José Antonio Kast – contrincante de Jeannette Jara -, perteneciente al “Partido Republicano”, prometió “guerra total contra terroristas, endurecer sanciones penales, cierre de fronteras, enfrentar al crimen organizado, y represión a la migración ilegal, para, de esa manera, recuperar la grandeza de Chile”.

Asimismo, Kast, presenta una fe casi doctrinaria en el libre mercado, pone énfasis en el concepto “familia, patria, y religión”, y hace llegar un relato moral delimitando ampliamente con la opositora Jeannette Jara, “una radical que desviara a Chile de su rumbo”.

El líder del “Partido Republicano”, manifestó: “si Pinochet viviera, votaría por mí”, frase rechazada por organismos de derechos humanos, y obviamente por toda la izquierda, y ultraizquierda.

Sin lugar a dudas las expresiones que acompañaron a Kast durante la campaña electoral, fueron violentas, y según “los que saben”, si hubiera sido moderado estaría en primer lugar en la pasada vuelta eleccionaria, pautando en buena medida un considerable distanciamiento en cuanto a votos en relación a Jara, y asegurándose el triunfo.

También se podría decir que, de triunfar Kast en las presidenciales, confirmaría un viraje hacia una derecha radical, marcaría una narrativa diferente, restablecería relaciones con Israel, y en particular con Estados Unidos, país que ganaría un aliado en la región.

La segunda ronda de las nacionales llega con un 26.85% de votos para la comunista Jeannette Jara, y un 23.92% para el conservador José Antonio Kast.

Quedaron fuera de carrera el economista del “Partido de la Gente”, Franco Parisi, llevando 19.71% de papeletas, seguido por el ultraderechista Johannes Kaiser, “Partido Nacional Libertario”, 13.94%, y más atrás Evelyn Matthei, “Unión Demócrata Independiente” – ex Ministra de Trabajo del expresidente Sebastián Piñera -, reuniendo 12.46%.

De esta manera la convocatoria marca un final muy complejo, pues, Kaiser, y Matthei, estarían sumando a favor de Kast, englobando alrededor de 49.00 %, mientras Jeannette Jara probablemente reciba cómputos de Franco Parisi, un inmoral declarando que, “los candidatos deberán esforzarse para, él, dar sus votos”.

Lo dantesco, es, que, tanto el pinochetista Kast, como la pro Cuba, Nicaragua, y Venezuela, Jeannette Jara, no perdieron tiempo en acercar “mimos” a Parisi, el cual evaluará el “besito más bonito” aunque por supuesto vendiendo su alma al mejor estilo “Dorian Gray”, pues, de virtudes, poco, o nada hay que hablar, y lo importante, es el poder.

Haciendo cuentas; si Jara obtuviera el apoyo de Parisi, lograría aproximadamente 47%.

Más allá de lo señalado, además quedaría en el aire alrededor de 3 puntos volcados por los partidos ubicados en últimas posiciones.

Lo expresado va acompañado de influencia en cuanto a los resultados parlamentarios si consideramos que, Kast, logró reunir 76 diputados – le faltaron 2 para mayoría -, y 25 escaños en el Senado   necesitaba 26 para mayoría -, mientras, Jara, obtuvo 61 diputados, y 20 asientos del Senado.

¡Todo sea por amor a la patria! … ¿verdad?

Compartir

Deja una respuesta