Educación

Las limitaciones técnicas de los robots frente a los humanos

Claudio Rama

Los robots se concibieron en forma mecánica, y sólo se han vuelto viables en el tiempo digital, al agregarse un software interno para comandar sus movimientos y acciones, que cumplía la función de cerebro como máquina de control numérico. La Inteligencia Artificial cambia este paradigma de los robots, al ser el nuevo centro de su funcionamiento para aprender de sus movimientos e interacciones al tiempo que se dota de capacidades analíticas, de acción y de comunicación. Pero ello plantea como problema la articulación de compontes digitales, mecánicos y analógicos con diversas interfases los que presentan limitaciones frente a lo biológico de los humanos. Los robots tienen movimientos toscos y simples, y tiempos de respuesta lentos, que incluso los hace ineficientes para sustituir muchas tareas humanas, como por ejemplo la docencia. Aunque la IA es mejor en sus dimensiones digitales, al articularse a estructuras mecánicas y analógicas y estructurarse como un robot, su nivel de funcionalidad comparativa cae.

El tiempo de respuesta de los humanos en sus actividades neurológicas y motrices versus los tiempos de respuesta de los robots varía por la complejidad cognitiva y los niveles necesarios de articulación entre cerebro y cuerpo, así como por la sutileza y diversidad de movimientos. En algunos casos, el tiempo de respuesta de la IA como los chatbots actuales es de milisegundos una vez procesada la consulta, y como ella mejora constantemente en velocidad de procesamiento y comprensión del lenguaje, su tiempo de respuesta será aún menor. Ello se puede comparar a cuando inició el ciclo digital con el enorme avance del cálculo, respecto a las capacidades de las personas. Sin embargo, si nos referimos a acciones flexibles e interactivas como conversaciones complejas, fluidas y colectivas, los humanos tenemos diversos grados de ventajas en tiempos y tipos de respuesta. Los robots, aún, tienen limitaciones en el procesamiento neurolinguístico de lenguaje natural, en conversaciones fluidas, complejas y flexibles, y menor aún con varios interlocutores y cambios de contextos y temas. Los sistemas de IA generativos tienen flujos de conversación predeterminados, que dificulta manejar interrupciones o cambios rápidos de tema, y también menos capaces en comunicaciones que incluyen lenguajes no verbales como la expresión facial o gesticular. La IA está actualmente concebida como un sistema de procesamiento secuencial y diseñado para recibir una entrada, procesarla y dar una salida, sin poder hacer varias cosas en paralelo, lo cual les dificulta manejar interrupciones y cambios. Esta es también una característica o limitación humana, más allá que nuestro cerebro a la vez ordena el complejo y diverso funcionamiento del cuerpo. Esta debilidad es también de los procesadores que son secuenciales, aun cuando ya se está procesando el cambio a los procesadores gráficos de Nvidia que trabajan separando las tareas.

Pero más allá de estas limitaciones en las capacidades de procesamiento, o inclusive en su software asociadas al procesamiento del lenguaje o el diseño conversacional, hay un problema estructural en los robots, y en menor intensidad en los sistemas de IA, de difícil resolución. Ello refiere a las propias características de los robots al estar compuestos por distintas tecnologías y que por ende requieren su articulación a través de diversos tipos de interfases. Los robots, y también la IA, son una integración de componentes digitales (IA, software etc.), mecánicos (servidores, discos duros, ventiladores si es solo IA y además estructura, articulaciones y motores si es robótico) y analógicos (sensores, conversores, amplificadores), y por ende de diversos interfaces entre ellos. A diferencia el funcionamiento humano, si bien tiene múltiples sistemas de procesamiento, conexión, información o movimiento, todos son biológicos. La sinapsis neuromuscular, la transmisión de señales del sistema nervioso a los músculos y otros miles, es extremadamente rápida y precisa ya que el cuerpo tiene muchos sensores y formas de realimentación automatizadas mediante sus redes biológicas de la información y trabajo de células, órganos y otros componentes.

A diferencia, los robots no pueden lograr ese nivel de acoplamiento entre decisiones/órdenes y ejecución motora a través de un sistema único como el biológico, sino que requiere diversidad de interfaces para distintos componentes y tecnologías. Tendrán limitaciones de movilidad y acción en comparación a los humanos durante un largo tiempo, más allá de que lo mecánico es más fuerte o que el procesamiento de la información digital sea mejor. Sin duda vendrán y se requerirán en la articulación mecánico-analógico-digital avances en los materiales, motores, sensores y especialmente en los interfases entre el sistema neural-control y motor digital de la IA y lo mecánico y analógico, pero aún nuestra red biológica integral es más eficiente en la integración senso-motriz y en la creación de destrezas finas de acción.

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