¿Por qué tenemos que rediseñar el Sistema Nacional Integrado de Salud?
Mónica CASTILLA ALONSO
Médico Pediatra. Emergentologa Pediatra.Magister en Dirección de Empresa de Salud. Diplomátura Internacional de Innovación Experience.
Mónica Castilla Alonso
En el año 2007, en el gobierno del FA, se crea un nuevo modelo de Salud en Uruguay, el Sistema Nacional Integrado de Salud y con este una nueva modalidad de pago, la cuota aportada por el Fondo Nacional de Salud, modelo de financiamiento por Riesgo-Edad. Progresivamente , a lo largo de estos años, se observan dificultades importantes, que desvían los objetivos originales del sistema, comprometiendo la calidad y la equidad en la prestación de los servicios de salud en las instituciones médicas, que además a pesar de sus esfuerzos quedan en riesgo financiero.
Si analizamos los datos de variabilidad de la población integrante del Sistema Integrado de Salud en los últimos años, existe una migración clara del sector de salud privada al sector de salud pública, entiéndase como consecuencia de disminución de ingresos económicas, pandemia, etc y del sector de salud privada hacia el sector de seguros de salud privado, como consecuencia de mayor colas de espera para la atención, demoras en espera para retirar medicamentos, mayor disconformidad del usuario que se atendía siempre en sistema de salud privado, buscando una medicina de mejor nivel, no en calidad de atención médica sino de servicios de hotelería y atención en calidad.
Analizando más en detalle, la cuota aportada por cápita FONASA, la cual varía en función de la edad del afiliado, se aporta de igual manera por el estado tanto a las instituciones de salud que tienen cobertura general, incluyendo servicios de internación en sala y CTI, o cobertura parcial, debiendo contratar estos servicios en otras instituciones.
Asimismo no valora si la institución tiene médicos calificados, o no, o por ejemplo si existen varias subespecialidad de tipo de atención (ejemplo gastroenterólogos especialistas en Enfermedad Inflamatoria Intestinal, otros) o no. O departamentos de asistencia calificados por un departamento de calidad con excelencia, o no. Por lo tanto no valora la calidad del servicio que se brinda a la población.
Esto trae como consecuencia, que para este sistema de salud, se iguala el aporte de cuota por cápita, si el prestador de salud, tiene personal especializado, calificado y si la cobertura que ofrece es total o parcial. Además de no contemplar la cantidad de personas adultas mayores en su población, sabiendo que el enfoque de la misma debe de ser distinta, dada
la mayor cantidad de consultas y cuidados que presenta el adulto mayor. Asimismo la atención en las farmacias, los tiempos de espera, no deberían de ser igual en las instituciones con mayor cantidad de adultos mayores, que sabemos utilizan más medicamentos en forma crónica, que en instituciones con menores edades predominante en su población.
En una población envejecida, con cambios demográficos que nos llevan a una baja natalidad y una mayor expectativa de vida, debemos de reforzar los sistemas que pueden dar atención de mejor calidad al adulto mayor, y que tienda a promover la mayor natalidad en los pacientes jóvenes y con edad de reproducción. Tal vez debemos de tomar medidas incluso a nivel de estado, favoreciendo la natalidad contribuyendo a la disminución de los costos de vida, como puede ser tarifas con descuentos en los costos fijos de la vivienda, tributos, etc.
Otro factor que no debemos de olvidar, es la rapidez con que la alta tecnología en servicios médicos como ayuda diagnóstica, así como la Inteligencia artificial se incorpora en los distintos sistemas incluyendo en la salud, generando costos elevados para el prestador
Con respecto a esta variable, me surge una inquietud: no podríamos tomar nuestro país como una unidad y dividir en sectores a la población tomando como referente un prestador que ofrezca determinada técnica o tecnología y no competir entre los prestadores ? En este caso podríamos incluir servicios de salud privado y público, con un mismo objetivo, tener el mejor diagnóstico, complementario de la clínica, para la nuestra población de usuarios en salud, con los menores costos para el SNIS.
Con el mismo objetivo se implementaría esta modalidad en el interior del país.
En cuanto a las PÍAS; son prestaciones que conforman un Plan Integral de Atención en la Salud, las cuales son prestaciones que prácticamente no tienen costo para el usuario, (se paga un copago como tasa moderadora), formando parte de la cápita FONASA aportado al prestador de salud. Las mismas no se han ido actualizando, creo que deberíamos de calificarlas según la epidemiología de cada sector del país y de las distintas ciudades o departamentos jerarquizando la prevalencia de determinadas enfermedades o situaciones de salud, en forma individual.
¿A qué se enfrentará el afiliado?
Demoras en la atención de la consulta médica común y más aún especializadas. Demoras en el acceso a los distintos procedimientos e intervenciones quirúrgicas coordinadas.-
Mayor costo para acceder a distintas prestaciones que no están en el Plan Integral de
Atención en la Salud.
Barreras en el acceso a los medicamentos por el alto costo de los mismos, y demoras en la obtención de los mismos en los casos de sistemas con mayor cantidad de adultos mayores.
¿A qué se enfrentan los prestadores de salud?
Al cierre o a la fusión de los sistemas privados de salud.
El crecimiento de los sistemas de seguro en salud privados.
No hay crecimiento en la forma esperada del sector de salud pública en todos estos años.
Podemos concluir que existe inequidad e ineficiencia en el Sistema Integrado de Salud imponiéndose en forma impostergable su rediseño.