Economía y salud
Alvaro Vero
El concepto de que la salud es causa del desarrollo económico ya no es discutible en tanto que hasta ahora se pensaba que la salud era consecuencia del desarrollo económico.
Irreversiblemente el proceso seguirá, no en forma lineal, pues necesita cambiar la distribución de los ingresos del país y eso significa muchos años de proceso.
Tanto el sistema público como el privado ya están en la agenda del poder político al integrarse en un seguro de salud nacional, basado en la seguridad social y los trabajadores en gran medida, y porque además tendrá mayor incidencia en los gastos públicos del estado.
Uruguay pasó de ser un o de los cuatro países con mejor situación económica de latinoamérica a estar entre los tres peores en el segundo trimestre de 2021. (Fundación Getulio Vargas). Si bien las expectativas para los próximos meses son optimistas la percepción actual sigue siendo bastante desfavorable según el mismo informe.
En Uruguay la pandemia es uno de los factores causantes ya que se mantiene con tasa de contagios más alta del mundo por millón de habitantes y un cuarto lugar en muertes por millón.
Para el caso de Salto se acaba de sobrepasar en estos días los trescientos casos diarios, con un sistema agobiado e ineficiente, cuya eficacia es dudosa en el primer nivel y en la internación – además de carecer de los controles necesarios de calidad asistencial-.
La estrategia de vacunación no llegó a metas necesarias no ajustándose a las intervenciones a la realidad local, siendo luego de Canelones el departamento más postergado.
Entre los porqué podemos percibir que sólo dos vacunatorios (tipo vip) céntricos no son los adecuados, pese que se habla de seis a mi parecer temeraria afirmación, pero además el proceso de la pandemia se inicia con una incertidumbre total e ignorancia de las autoridades departamentales de salud, con clara negligencia en sus dichos trasmitiendo o restando màs bien importancia y jerarquía al fenómeno.
La advertencia del Poder Ejecutivo se ignoró en su magnitud.
Influye además un cambio de autoridades públicas totales, que responden únicamente a factores de la política partidaria, donde sólo se fundamentan con ese criterio y sin las capacitaciones necesarias.
Por otra parte los efectores de la sanidad privada están constituidos por sociedades anónimas o SRL de los médicos que a la vez dirigen la IAMC y por lo tanto carecen de los controles lógicos necesarios y cuyos procesos internos no son auditados, por lo tanto su ajuste a las normas vigentes no están certificadas. Según informe de OPP sobre política públicas de salud “deberá profesionalizarse la gestión de los efectores de salud, especialmente de los hospitales públicos…tendiente a corregir la situación deficiente encontrada en estudios nacionales” (Piriz, Gianneo, Leòn),cosa que actualmente es desatendida a favor de favoritismos y nepotismos inclusive comerciales ajenos al sistema.
Pero además para nuestra ciudad Salto, estos temas de gestión que han pesado mucho en los resultados obtenidos, el sentido territorial nos ubica en un grupo de pobreza con valores muy altos junto a Artigas, Cerro Largo, y Tacuarembó (OPP), departamentos que poco aportan al PBI nacional, con alto desempleo, bajos indicadores de vivienda y dificultades en la enseñanza.- Salto tiene una desocupación mayor al 10% y eso pesa en el aporte a la seguridad social, engrosando el número de enfermos usuarios de ASSE y agravando sus carencias crónicas. Medidas alternativas indican que debemos ajustar el cambio estructural ,nada volverá a ser igual que antes, involucrar a la sociedad y los médicos (probablemente debamos efectuar otra Convención Médica Nacional para promover propuestas),afianzar el rol de rectorìa del MSP con las auditorías prometidas, fijar nuevas metas asistenciales en coordinación con las organizaciones del sistema y con los especialistas de Salud Pùblica y administración de servicios de salud -Epidemiòlogos, estadìsticos, demógrafos, informáticos- que particularmente en Salto han sido ignorados o suplidos por profesionales con cursillos de escaso valor universitario y muchas veces con acosos despóticos.
Tener en cuenta que el gasto en salud estará acotado, que el país ya aporta un 10% de su PBI a salud,y que la tecnología incrementa al año 10% de los costos vegetativamente, lo que se complica en tiempos de desaceleración económica e incremento de la pobreza.