Encuentro en Ginebra
Lorenzo Aguirre
Tuvo lugar en Ginebra el primer encuentro entre los presidentes Joe Biden, y Vladimir Putin, en momentos en los cuales las relaciones están deterioradas tras la anexión rusa de Crimea – lugar donde Stalin llevó a cabo “el ayuno” para cerca de ocho millones, y hacer una “limpieza” étnica -, en Ucrania. La esperada “Cumbre” no contó con estrategias para discutir temas de importancia, como tampoco interés, y continuará latente la interferencia rusa en las redes sociales, en las elecciones de 2016, en Estados Unidos. De todos modos, los presidentes acordaron que, sus respectivas representaciones diplomáticas vuelvan a sus lugares de trabajo, pues, desde que asumió Biden el pasado mes de enero, los vínculos estaban rotos.
Como señaláramos, los acontecimientos sobre la intromisión rusa en las comunicaciones, sigue dando urticaria, pero en aquellos tiempos Donald Trump tenía cierta admiración por Putin, cosa que no sucede con Biden, y como muestra, están sus declaraciones, en las cuales no prometió mejorar los vínculos con Rusia, y llamó “asesino”, a Putin.
Pero, llegando a esta Cumbre, es oportuno señalar que, Biden, en buena medida estuvo suavizando sus expresiones, riéndose por sus dichos, tratando de edulcorar el encuentro, dejando ver en cierta forma que, sus palabras duras, las “olvidó”, o que su “western”, fue sin “espuelas”, o simplemente primó una hipocresía protocolar.
Por su parte, Vladimir Putin no se fatigó mucho; poco le importa el acercamiento, y solo mantiene ese conjunto de reglas establecidas para actos oficiales.
Al mandatario ruso no le interesan las relaciones cordiales, pues, él – un archienemigo del capitalismo, pero con una fortuna arriba de los mil millones de dólares -, es el hombre más poderoso de Rusia, y el Klemlin hace tiempo le dio luz verde porque dentro de la “ciudadela”, Putin, tiene su gabinete de poder, el apoyo del “Grupo de San Petersburgo” – economistas, abogados, etc -, y por supuesto algunos viejos camaradas del KGB, “institución” que, al decir de comunistas uruguayos, “no es una agencia como la CIA, porque no tortura, y busca cambios a través de la dialéctica”….¡Sí, acompañado con té inglés y masitas francesas enviadas por “camaradas” de, De Gaulle!
¡Cuánta tontería escuchada en nuestro país!
Pero volviendo a Putin; el muchacho karateca está enfocado en una nueva era soviética, dejando en segundo plano el obsoleto comunismo ortodoxo y queriendo compartir las próximas décadas junto a ultraderechistas, fanáticos, fascistas, radicales, antisemitas, y xenófobos, para establecer un gobierno colonialista con “ideas modernas”.
Otro de los puntos que marcan al presidente ruso fueron sus expresiones sobre los asaltos al capitolio (luego de un mitin de Donald Trump) – llevados adelante por enajenados que, destrozando todo, pretendieron impedir la ratificación de las elecciones del pasado mes de noviembre, las cuales daban la victoria a Joe Biden -: “¡están siendo perseguidos por sus opiniones políticas!”
En los últimos dos años el Congreso de los Estados Unidos tuvo cambios significativos en las elecciones de Medio Mandato, por las cuales entraron en juego cuatrocientas treinta y cinco bancas de Representantes, treinta y cinco Senadores, treinta y seis gobernaciones, como asimismo nuevos Alcaldes, y Jueces, definiendo un nuevo congreso con reformadas posturas y ciertos cambios – en medio de una sociedad polarizada –, como asimismo cierto giro en cuanto a política exterior, especialmente la relación con Rusia, y el conflicto israelí – palestino.
Por otro lado, entre bombas, disparos de misiles, fundamentalismo, y terrorismo, las posiciones para un “nuevo orden mundial”, fluctúan, y el servicio secreto ruso ya no lanza los protocolos de los sabios de Sion como propaganda antirrevolucionaria que se movía entre Maquiavelo y Montesquieu, mientras la “conspiración Illuminati”, buscando reemplazar las monarquías absolutas y llevar adelante un “gobierno de la razón” a través de una ideología liberal e igualitaria, se va perdiendo entre purgatorio e infierno.
La rueda de presidentes en Ginebra no solucionó diferencias de posiciones, ni intentó buscar un camino intermedio en el cual, la “imagen”, aminorara la hipocresía por parte de dos líderes que no necesitan llegar a Suiza para mandarse descafeinadas palabras, porque las expresan por video llamada, sin perder tiempo, y mientras cada uno continúa sus “tareas domésticas”.
Respecto a la Cumbre de Ginebra, el presidente Vladimir Putin la calificó de “constructiva”, y con “una atmósfera orientada a lograr resultados”.
En cuanto al mandatario Joe Biden, señaló: “se trató de una reunión de responsabilidades compartidas entre dos países orgullosos y fuertes, y llevar unas relaciones que tienen que ser estables y predecibles”.
Quizá, lo más positivo del encuentro en Suiza fue la posibilidad de una futura negociación para mantener un “equilibrio” en cuanto a la reducción de armas nucleares, actitud que no necesitaría discusión y caería en buen momento, pues los dos países tienen un “ pequeño bargueño” con gran cantidad y variedad de “cócteles” atómicos y últimamente están “discontinuando la producción”, más allá que por supuesto en unos meses buscarán ponerse “a tono”, “marcando las tendencias para la temporada otoño – invierno”, a efectos de mostrar los mejores “modelos” en las “pasarelas celestiales”.
Asimismo, merece atención el intercambio de ideas sobre la necesidad de preservar y abrir los corredores humanitarios en Siria, como también la forma en la cual se pueda contribuir en un esfuerzo compartido, a prevenir en Afganistán el resurgimiento terrorista.
La Cumbre, intentó en alguna forma estabilizar las relaciones entre los dos países, pero Biden, y Putin, jamás llegarán a ser amigos por más apretones de mano y palmaditas en la espalda, a lo sumo – ¡y es bastante! –, respeto mutuo, más, si se tiene presente que, Putin, con su política dominadora y polarizada, manifestó: “Estados Unidos y Rusia tienen muchos problemas acumulados, y se requieren reuniones de más alto nivel”.
Con tantos desacuerdos incómodos y majaderos entre Estados Unidos y Rusia… ¡solo algún ingenuo, puede esperar progresos!
RECUADRO 1) “Le dije a Putin: los Derechos Humanos siempre estarán en la mesa, y no se trata ni por Rusia, ni por otros, se trata de quienes somos… y le dije, ¡cómo puedo ser el presidente de los Estados Unidos, y no pronunciarme sobre violaciones a los Derechos Humanos! ¡Nosotros, somos los que apoyamos a una idea!” (Joe Biden).
RECUADRO 2) “En cuanto a quién es un asesino… ¡en Estados Unidos la gente muere todos los días!” (Vladimir Putin).