Política nacional

El desempoderamiento del interior

Claudio Rama

El Consejo de Formación en Educación quitó para el 2026 de la programación de cursos, 220 grupos de clases en todo el país, equivalente a 12.000 horas menos docentes. Desde hace semanas estamos asistiendo a lo que hemos definido como Carrara Demoliciones Educativas en el ámbito de la formación docente a cargo del CFE. Hemos referido como entre muchas acciones han desmantelado la política de posgrados propios, clausurando el primer posgrado regionalizado o impuesto un disciplinamiento a los directores críticos de los Institutos y Centros con arbitrarias separaciones de cargos y sumarios amparados en falsas denuncias de acoso laboral de grupos impulsados por consejeros del CFE.

Ahora asistimos a un nuevo capítulo con el desmantelamiento del sistema de descentralizado del semipresencial en la formación docente volviendo a colocar un sistema nacional que desguaza las estructuras existentes y la quita de horas docentes en el interior reduciendo el proceso de empoderamiento y la regionalización educativa. Así, el Consejo de Formación en Educación quitó para el 2026 de la programación de cursos, 220 grupos de clases en todo el país, equivalente a 12.000 horas menos docentes.

Un recorte de 500 millones de pesos en sueldos con la reducción desde las 60000 horas docentes mensuales a 48.000 horas que es un ajuste del 20% del total de horas y el doble de las del IPA. 

El 90% de este recorte se produce en el interior del país en los Centros de Profesores y los Institutos de Formación, mostrando una política tradicional del Frente Amplio de privilegiar al IPA y a Montevideo contra el interior en la formación docente.

Los cursos presenciales anulados pasan obligatoriamente a ser cubiertos con ofertas semipresenciales cubiertos con profesores desde Montevideo.

Esta resolución que regresa al enfoque centralista de la modalidad semipresencial, desmantela la política de regionalización del semipresencial instrumentada en el período anterior.

En el período anterior, el estudiante que optaba por el formato semipresencial bajo el nuevo plan 2023, debía consultar directamente la oferta de su CERP o IFD de referencia para saber qué asignaturas se podía cursar de forma virtual y cuáles eran de cumplimiento presencial, ya que se anuló la única oferta nacional y centralizada y terminó un modelo de gestión central de la modalidad semipresencial para pasar a una gestión institucional y regional de la oferta.

Ello derivó en la fragmentación de lo que antes se conocía como el «Profesorado Semipresencial» unificado hacia un formado regionalizado y con empoderamiento de los centros regionales. El CFE puso fin también a esta estrategia.

Estamos frente a la mayor centralización en décadas de la oferta terciaria en Montevideo y el abandono de los procesos de empoderamiento como base del desarrollo descentralizado en los territorios.

Menos cursos presenciales en los territorios y las demandas de formación docente del interior no se cubrirán con ofertas presenciales docentes locales como actualmente, sino obligatoriamente bajo un formato virtual asincrónico controlado desde Montevideo y con profesores del IPA.

Este formato además tiene bajos niveles de calidad, docentes sin formación en la modalidad y carencia de recursos de aprendizaje profesionales. Muchos estudiantes, al pasar al formado semipresencial de cursos de seis meses con 4 encuentros presenciales también pierden la alimentación en las sedes e incluso muchos también la residencia en esta violación flagrante al derecho a la educación que implica el derecho a elegir, sino que se impone obligatoriamente la modalidad semipresencial.

Además, el CFE desmantela los cambios instrumentados en la modalidad semipresencial que había sino regionalizada para empoderar a los centros regionales quienes tenían a cargo en lo académico esos procesos. Incluso el desmantelamiento al formato centralizado se asociaba a su baja calidad (formato asincrónico, recursos de aprendizaje planos de meros PDF, falta de formación en la modalidad de los docentes, ausencia de interacción y falta de evaluación, seguimiento y apoyo tecnopedagógico pertinente.

Estamos ante el mayor despido de docentes en el interior del país, y a la vez la imposición de la modalidad semipresencial para quienes se inscribieron en una carrera presencial al imponérseles que el 3º y 4º año se curse bajo formato a distancia. Esta decisión arbitraria del CFE derivó inmediatamente en la ocupación de decenas de centros educativos por estudiantes y profesores que rechazan el desempoderamiento del interior, la perdida de trabajos y la limitación al derecho a elegir la educación.

Esto agrega otro cambio dado por la modificación de los programas aprobados del año 2023 y en curso, sin haberse tenido la suficiente experiencia y madurez de aquilatarlos e introducir nuevos cambios creando un sinfín de problemas a los estudiantes. Incluso imponiendo hacia enfoques basados en meros conocimientos y no en competencias como es tendencia mundial y recomienda la propia UNESCO. Las capacidades de los consejeros están puestas en duda completamente, y sin duda también los representantes estudiantiles y docentes.

Compartir

Deja una respuesta