Historia

“Crímenes pasionales”

Jorge Nelson Chagas

No es la primera vez que relato esta anécdota histórica: el último artículo que escribió José Batlle y Ordoñez en El Día, el  29 de agosto de 1929, se tituló “Crímenes Pasionales”. El líder colorado estaba preocupado  por un fenómeno social que se arrastraba desde hacía tiempo sin soluciones a la vista: el asesinato de mujeres.

El 4  de octubre de 1947, siendo presidente Luis Batlle, un editorial del diario La Mañana advertía que azotaba a la capital “una racha de crímenes pasionales. (…) El apego excesivo a ciertos atávicos conceptos del honor, han hecho persistir en nuestro medio una especie de justificación hacia determinados crímenes pasionales”  Por lo tanto, era necesario  “una larga e intensa” campaña de difusión por prensa, radio y los libros. Se debía desarraigar del espíritu del pueblo uruguayo “aquellos atávicos conceptos”, inculcando “el concepto supremo de la valoración de la vida humana, el respeto por el libre albedrío ajeno y la utilización de los recursos legales para resolver tales hechos. El matutino no consideraba necesario modificar el código penal pero debían instrumentarse castigos ejemplarizantes. La rutina había convertido “a las denuncias sobre amenazas de muerte, en un hecho intrascendente” y  tanto los jueces como la policía se limitaban a aplicar procedimientos de fórmula, “que raras veces sirven para atemperar, amedrentar o disuadir al potencial homicida”.

Dieciocho años después, el problema – el continuo asesinato de mujeres – seguía insoluble. No existía la terminología actual “violencia de género” o “femicidio”, pero la cruda realidad era la misma. Estamos en el siglo XXI y esa misma realidad nos sigue golpeando.

¿Por qué los hombres seguimos matando a las mujeres? Lo cruelmente irónico es que la mayoría de las veces los asesinos aman a sus víctimas. Un amor enfermizo, por cierto, pero auténtico. ¿Machismo? ¿Patrones culturales ancestrales? ¿La mujer concebida como una propiedad privada? (La maté porque era mía…) ¿Ciertas anomalías en la psiquis social que no alcanzamos a percibir y por eso desde tiempo inmemorial no hemos podido evitar los crímenes?

Reconozco que las preguntas pueden ser interminables.

Y lo terrible es que, al menos yo, no tengo respuestas.

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