Historia

Exactamente cuándo se jodió Venezuela

Jorge Nelson Chagas

La II Guerra Mundial 1939-1945 trastocó todo el comercio exterior  Como Venezuela dependía enormemente de los productos importados se produjo una severa escasez. En este contexto el presidente general Isaias Medina Angarita, sospechoso de simpatías fascistas, impuso controles de precios a los servicios de transporte y a los productos de consumo diario. El estatismo llegaba a Venezuela para quedarse.

De hecho el intelectual Arturo Uslar Pietri  advirtió que la cultura de la corrupción que se había instalado en el país era producto de la renta petrolera.  Por tanto había que invertir en agricultura y en obras de infraestructura  para evitar que Venezuela no ser transformara en un “parásito petrolero”. Y para ello lo mejor era la acción del Estado.

Lo cierto es que en ese momento las empresas petroleras eran todopoderosas y perforaban pozos para bombear petróleo sin que el gobierno las molestara. Pero esto iba a cambiar. La ciudadanía exigía mejores niveles de educación, salud y servicios.  Medina fue sensible a estos reclamos. Solicito y consiguió respaldo del presidente Roosevelt para convencer a las empresas norteamericanas de pagar impuestos. No es extraño. En 1938 México había nacionalizado su industria petrolera y  Roosevelt no quería que eso volvería a ocurrir.  De ahí que en 1943 el gobierno venezolano logró aprobar –  con la bendición de Washington- una nueva ley petrolera que no conformó a todos ya que no exigía la devolución a las petroleras  de las ganancias mal habidas durante décadas. Pero, de todos modos, cambió el status anterior.

A su vez, el gobierno de Medina permitió una amplia apertura democrática, legalizando agrupaciones políticas, cuyos grupos de origen habían tenido una vida política discontinua y accidentada debido a las limitaciones impuestas a los mismos en los períodos dictatoriales. Allí estuvo el origen  de los partidos políticos modernos en Venezuela como el caso de la Acción Democrática.

De todas formas, el gobierno de Medina no terminó de la mejor forma. En 1945 un grupo de militares descontentos lo derrocó, expulsándolo del país. Una junta revolucionaria tomó el poder con la ayuda de un gobierno civil gerenciado por Rómulo Bentancourt un líder de la Acción Democrática. 

A esta altura, con el fin de la II Guerra Mundial, Venezuela era uhn “petroestado” hecho y derecho. El nuevo ministro de Fomento, Juan Pablo Pérez Alfonzo era de los políticos que no estaban conformes con la ley petrolera de 1943-

Y esto tendría consecuencias para el futuro de Venezuela

Petroleros e impuestos

Si una cosa tenía clara Juan Pablo Pérez Alfonzo, ministro de Fomento del gobierno de Rómulo Bentancourt  era que las empresas petroleras extranjeras debían pagar más impuestos. Y se los impuso.

A medida que aumentaba la renta petrolera los venezolanos empezaron a exigir más beneficios. Así el gobierno decretó la reducción de los precios de la gasolina y obligó a las empresas petroleras que absorbieran el costo del nuevo subsidio.  Así la gasolina venezolana se convirtió en la más barata del mundo.

Paralelamente se adoptó el sufragio universal, lo que se constituyó en un paso fundamental para la consolidación democrática. Pero… la sociedad venezolana se acostumbró a vivir bien sin mucho esfuerzo. La renta petrolera generó una riqueza  que no dependía del sacrificio, ahorro, innovación, capital, trabajo o mérito. Sino que la economía al ser monodependiente – y por tanto,  improductiva – dependía exclusivamente  de los precios del petróleo.

Aun así, en 1947 los ciudadanos venezolanos eligieron al famoso novelista Rómulo Gallegos como el primer presidente democráticamente electo. Sin embargo apenas ocho meses después se produjo un golpe de Estado organizado por los mismos militares que tres años antes había derrocado a Medina Angerita.  Las Fuerzas Armadas, al igual que la demandante sociedad, habían aprendido a esperar generosas regalías del Estado. La diferencia  era que los militares tenían armas para exigir a los gobiernos.

Detrás de la junta militar que comenzó a gobernar Venezuela estaba el general Marcos Pérez Jiménez. En 1952 perdió las elecciones generales,  convocados por la junta militar, pero “pidió” un recuento “más correcto” de los votos y se proclamó presidente. (Nicolás Maduro no inventó nada).

Cuando Pérez Jiménez tomó el poder la demanda internacional de petróleo había crecido vertiginosamente y el flujo de petrodólares le permitió  realizar una amplia gama de obras de infraestructura. Hubo un boom de la construcción – autopistas, hoteles, puentes, estadios y avenidas –   y una afluencia masiva inmigrantes.  Una de las obras más emblemáticas  fue la construcción de un club militar con pisos de mármol, cincuenta habitaciones para huéspedes, un cine para cuatrocientos cincuenta personas, dos piscinas, un gimnasio y relojes Tiffany en las paredes.  Un símbolo cabal de la importancia creciente de la institución militar en la estructura de poder de Venezuela.

Fue precisamente durante el gobierno de Pérez Jiménez, que Hugo Chávez nació un 28 de julio de 1954, en Sabaneta, un pequeño pueblo del llano venezolano en el estado  de Barinas. Fue el segundo de los seis hijos del matrimonio de Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación primaria. A corta edad, sus padres le confiaron su crianza a su abuela paterna, Rosa Inés Chávez. Fue monaguillo y poseía inclinaciones por la pintura, la música, la escritura creativa y el teatro Desde joven se aficionó al béisbol, el cual practicó más adelante.  Soñaba con encarnar al «látigo Chávez», un extraordinario lanzador de béisbol venezolano que murió muy joven en un accidente de aviación en la década de los sesenta.

No lo logró. Pero el destino tenía otros planes para él.

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