Opinar en perspectiva batllista
… el periodismo de opinión como instrumento para la libertad de expresión
César García Acosta
Los que creen que la ideología y la libertad deben transitar sendas distintas, se equivocan. Tanto la libertad, como la significación de la ideología, resultan irrenunciables en la política. La depresión electoral por la que atraviesa el partido –a excepción de lo que sucede en el departamento de Rivera- impone la realización de un Congreso Ideológico que nos retorne a la senda del coloradismo batllista. Sus conductores circunstanciales de hoy deben reflexionar que quizá seguir callando no es la mejor solución para poder cohabitar en paz. El renunciamiento a levantar nuestras banderas en las elecciones no debe mirarse una necesidad antifrenteamplista. En realidad, lo que se requiere es de una dosis fuerte de batllismo reformista capaz de volver a ilusionar al pueblo, sin achiques estratégicos ni cesiones sobre de nuestra integridad política.
Si la ideología es «la acción y el efecto de aprobar o aceptar», la libertad, supone los límites propios que toda acción humana conlleva la idea del poder radicado en la razón y en la voluntad de obrar, o de no obrar, de las personas, con el solo fin de emprender las acciones deliberadas que le marque su sano juicio.
Esto es lo que hacemos semana tras semana desde las páginas del semanario OPINAR: nuestro propósito es claramente libertario al decir de Tarigo. La forma de ejercer el derecho consagrado en el artículo 29 de la Constitución de la República debe ocurrir en un marco de absoluta libertad e independencia de criterios, y siempre –como debe ser- dentro de los márgenes limitativos del derecho de los demás. El periodismo de opinión es sólo eso: un instrumento para decir las cosas en libertad.
OPINAR es el recinto imaginario de una tradición inspirada en una ideología que no pide que seamos todos iguales, sino que procura el entendimiento más allá de las ideas, asumiendo siempre como inspiración a la reforma como método para mejorarle la vida a los uruguayos en el marco de un contexto social y político claramente republicano.
Esto nos hace publicar artículos de columnistas no alineados al Partido Colorado y muchas veces distantes del batllismo como ideología. Lejos de constituir una incongruencia este objetivo es una carta cabal de apertura para encontrar las mayorías en un país dividido en mitades, en el que razonablemente se opta por el camino del medio para encontrar las fuentes del progreso.
Pero más allá o más acá de las definiciones que podamos hacer, somos BATLLISTAS por nuestro pasado, por la forma de vida que adoptamos, por el sentimiento asumido del significado de José Batlle y Ordóñez como la figura central de la renovación y reforma del país, y porque estamos convencidos que con la socialdemocracia como origen, podemos alcanzar hacia una mayor justicia social que la que proponen otros, quienes desde sus perspectivas e ideologías más que progresar tergiversan la realidad con sus discursos que deslegitiman nuestras ideas.
Estamos al término del ciclo electoral 2024/2025; y ya nada cambiará los resultados. Ahora empieza el tiempo para resurgir. La realidad electoral revive el bipartidismo y la polarización de las opciones, y eso fue lo que despojó a los colorados de su lugar en el escenario político e incluso social y cultural del país; si no lo percibimos quedaremos en los bordes del país real afectados por la incomprensión.
Tan solo por esto OPINAR seguirá reivindicando como idea –el batllismo- y con él, el derecho a –la libertad-. Esos fueron los principios de Enrique Tarigo y esa sigue siendo la base progresista de esta visión política sólo concebible en un marco de diversidad.