¡Ordene mi General!
Presupuesto a la medida de la tribuna
Chico La Raya
En política, a veces el voto vale más por cómo se da que por lo que efectivamente se aprueba.
Los diputados de Cabildo Abierto lo entendieron a la perfección. En la votación del Presupuesto, sus dos votos (uno de ellos de la propia hija del líder de ese sector Micaela Manini Moreira) fueron decisivos para alcanzar la mayoría parlamentaria. Y, fieles a su estilo, no los dieron gratis: pusieron condiciones bien claras.
Nada de reformas estructurales, ni grandes estrategias fiscales, ni cambios en la matriz productiva: aumento salarial para la tropa y más recursos para la sanidad militar. Dos temas que tienen un denominador común: hablan directo a su base, o más precisamente, a la tribuna que lidera el general Guido Manini Ríos.
MOVIDA DE MANUAL La movida es digna de manual: soy coalicionista, pero te voto “como si no lo fuera”. Acompaño el presupuesto, garantizo la gobernabilidad… pero dejo mi sello grabado en la piedra, para que nadie olvide quién “defiende a los soldados” y “cuida la salud militar”. Política de trincheras con uniforme bien planchado.
Un ejercicio imaginativo: si fueran de otro colectivo…
Ahora, imaginemos —solo por diversión— que estos diputados no fueran de Cabildo Abierto, sino de otros colectivos. ¿Qué condiciones habrían puesto para dar su voto?
“SI FUERA…” Si fueran de un partido ecologista: exigirían bicicletas eléctricas para todo el Ejército, paneles solares en los cuarteles y que los tanques funcionaran a hidrógeno verde.
Si fueran feministas radicales: no se darían los votos a ningún presupuesto sin antes crear un Comando de Género con perspectiva interseccional para instruir a la tropa en lenguaje inclusivo y protocolo de acoso.
Si fueran de un colectivo vegano: ni un peso más si no se sustituye el rancho militar por quinoa orgánica y milanesas de soja certificadas.
Si fueran de un grupo anarco-liberal: condicionarían el voto a que cada soldado se financie su propio fusil mediante crowdfunding y que la sanidad militar pase a ser una startup con tokens.
Y si fueran de un grupo de artistas independientes: exigirían un fondo para que cada batallón monte su propio musical histórico, interpretado por la banda del ejército.
LA PUESTA EN ESCENA DE LA POLÍTICA La negociación presupuestal de Cabildo Abierto no es un simple tira y afloje de rubros: es una puesta en escena perfectamente calculada.
El partido sabe que su fuerza electoral está en el discurso de “defensa de los suyos”: militares retirados, tropa, familias castrenses. Por eso, aun siendo parte de la coalición, se permite marcar perfil público, tensionar un poco y mostrar músculo propio.
Es como estar en el cuadro titular… pero celebrar el gol como si uno jugara en el cuadro rival.