OTAN; se potencia ante conflictos bélicos
Lorenzo Aguirre
El expresidente norteamericano Donald Trump, que durante su mandato criticara permanentemente a la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” (“OTAN”), se manda una nueva “peli” de estilo “western”, pues el ahora precandidato a la Casa Blanca expresa estimular, alentar a Rusia, para “hacer lo que quiera” con los países miembros de la alianza de referencia, como también en varias ocasiones amenaza retirarse del bloque. Trump, sigue presionando porque varios países integrantes de la “OTAN” no pagan las cuotas correspondientes – además de señalar que, la organización, es obsoleta -, y, de volver a ser presidente, no protegerá a los países que no paguen lo suficiente. De esa forma, Trump, demuestra una vez más su soberbia, imagen fisurada, y un campo magnético – “aura”, si gusta más el término – poroso por donde no solo pierde energía, sino que destila toxicidad. Más allá de lo expresado, con ese comportamiento matón, pisotea el “privilegio de defensa colectiva”, el cual, expresa: “un ataque contra un miembro de nuestra alianza, es un ataque contra todos”.
Con la firma del “Tratado de Washington”, en 1949, surge la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” (“OTAN”), en la cual, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, y Reino Unido, se comprometen mutuamente en caso de agresión contra cualquiera de ellos.
Pero, indudablemente, para Trump, “lo importante” son las contribuciones en cuanto a defensa, que lleva a cabo cada uno de los 31 “Miembros”, más, si tenemos presente los tiempos que vivimos, plenos de intimidación y atentados a la seguridad tanto en Estados Unidos como en Europa, donde los episodios se multiplican, llegando a Medio Oriente, que, otra vez, se ha convertido en polvorín.
Si bien no existe ningún tratado pautando contribuciones exactas, desde principios de siglo los integrantes de la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” se pusieron de acuerdo, marcando un mínimo en defensa, del 2% del PIB.
Sería oportuno recordarle al exmandatario norteamericano que, Polonia, aporta un 3.9 %, colocándose por encima de Estados Unidos, el cual lo hace con un 3.5%, seguido de Grecia, 3%, luego, Estonia, 2.73%, Lituania, 2.54%, más abajo Reino Unido, 2.07%, mientras el prepotente de Emmanuel Macron – que tanto alardea y grita – aporta menos del 2% estipulado y pactado. Más alejadas todavía se encuentran, Alemania, con 1.57%, Italia, 1.46%, y España, 1.26%, entre otros.
El Secretario General de la “OTAN”, Jens Stoltenberg (economista y político noruego, perteneciente al “Partido Laborista” – socialdemocracia, progresismo, europeísmo, “centro” izquierda-, que durante su primer gobierno las políticas se inspiraron en el programa del “Nuevo Laborismo”, de Tony Blair, en Reino Unido, y supusieron la mayor privatización realizada por un gobierno en Noruega) expresó que, en el presente año, dieciocho (18) “Miembros” alcanzarán el mínimo del 2% – entre ellos Alemania -, los cuales sumarían a los once (11) países que superan el umbral.
El acontecimiento – llevado a “romancero” y arte “trovadoresco” -, cantaría poner las nalgas en remojo, teniendo en cuenta el miedo en Europa ante el conflicto bélico entre Rusia, y Ucrania.
Últimamente, la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” no está pasando tiempos románticos, sino intensas discusiones domésticas, pero luego de la invasión de Rusia a Ucrania, la alianza cerró filas y está reorganizando su estructura apoyando finalmente a Ucrania, más allá de otorgar luz verde para iniciar el ingreso al bloque, a Suecia, y Finlandia, este último convertido en miembro número 31, cuya incorporación fue uno de los temas más incisivos y debatidos en relación a las presidenciales de aquel 2006. Ahora, finalmente, el conflicto bélico señalado fue el disparo para que, Finlandia – comparte más de mil trescientos quilómetros de frontera con Rusia -, ingresara a la Alianza Atlántica.
Entre los quince (15) ejércitos más poderosos del mundo, cinco (5) de ellos pertenecen a la “OTAN” (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, y Turquía) – ¡no, Alemania, pues se encuentra en el lugar 19º! -, y tres, de esos cinco, Estados Unidos, Francia y Reino Unido – “Miembros Permanentes” del “Consejo de Seguridad de la “Organización de las Naciones Unidas” (“ONU”), con poder de veto -, poseen arsenales nucleares con armas de destrucción masiva.
El Primer Ministro de Reino Unido, Rishi Sunak (líder del “Partido Conservador y Unionista”, centroderecha, liberalismo económico, conservadurismo liberal, euroescepticismo), y el Canciller de Alemania, Olaf Scholz (“Partido Socialdemócrata, centroizquierda, de ideología socialdemócrata y progresista, europeísmo), están pidiendo reforzar la “OTAN” – teniendo presentes también el conflicto bélico – para contar con una mayor capacidad de disuasión y defensa, más allá que respaldan a Ucrania y aprobaron el paquete de asistencia permitiendo a Kiev, recibir casi 60 mil millones de euros.
Es oportuno señalar que, por su parte, Polonia está dispuesta a contar armas nucleares si la Alianza Atlántica decide reforzar el flanco oriental, y la colaboración en cuanto a armamento atómico entre Washington y Varsovia obviamente ha sido considerada por Moscú como una escalada nuclear, pero sería bueno recordarle al chaval Putin, que, Varsovia, tuvo armamento nuclear ruso, y durante la Guerra Fría las ojivas nucleares soviéticas estaban almacenadas en toda Polonia.
Ahora, el expresidente Donald Trump vuelve a enfrentarse a todo el mundo, quiere convertirse en protagonista, ser único rey, conformar un imperio hasta despótico, y todos los días aparece con una postura que, mezclándose con lo absurdo, da una imagen desgastada, al mismo tiempo que corrosiva, y se enfrenta a la Unión Europea cuestionando el déficit comercial y todos los aportes a la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” – más allá que la batahola le sirva en alguna medida para su campaña -, los cuales deben ser mayores.
Por supuesto, a esta altura gran número de países están dando la espalda a Trump, señalando sus errores, poniéndole freno a la soberbia, atropello, a su delirante concepción respecto a gobernar, como asimismo a sus objetables valores, y última “encíclica”: “soy el primero que querría ver al mundo sin armas, pero no podemos quedarnos por detrás de ningún país, aunque sea amigo. Nosotros, tenemos que estar a la cabeza de la manada”.
¡Aaaah, Donald, Donald! … ¡No todos, son jauría como ud!