Política nacional

¡Y dale con Pernía!

Daniel MANDURÉ

Esa frase popular que trascendió las fronteras del vecino país. Para los más jóvenes o poco seguidores del fútbol les decimos que Vicente Pernía fue un jugador de fútbol argentino, la mayor parte de su carrera la desarrolló en el club Boca Juniors. A fines de los años 70 se había puesto de moda un humorista, Mario Sapag, su genialidad le permitìa imitar gestos de personalidades conocidas, entre ellas, la de César Luis Menotti, en ese momento entrenador de la selección argentina, que luego llevaría a su país a lograr el campeonato del mundo en 1978. Los periodistas acosaban al entrenador con preguntas y hasta sugerían jugadores que el entrenador no había citado y al entender de algunos, deberían estar. La pregunta que siempre surgía era ¿Por qué no convocaba a Pernìa a la selección? En su trabajo el humorista imitaba casi a la perfección la gestualidad, tonos de voz y se hizo famosa una muletilla que de acuerdo con la picardía del humorista era siempre el inicio de la respuesta de Menotti a tan insistente y hasta desgastante pregunta: ¡Y dale con Pernía! ¡Y dale con Pernía!

Esto mismo se nos ocurrió a nosotros decir cuando por enésima vez nos enteramos de que el Frente Amplio piensa insistir con el tema del voto de los uruguayos en el exterior, desarchivando dicho proyecto. ¡Y dale con Pernìa!

La iniciativa cuenta ya con varios fracasos, muchos de esos proyectos, poco serios y que naufragaron con toda lógica. La decisión más fuerte fue la de la ciudadanía que soberanamente en el 2009 en un plebiscito le dijo un NO bien rotundo, con un aplastante 63% en contra. El otro gran puñetazo en el mentón lo recibieron cuando en el 2020 la propia Suprema Corte de Justicia confirmó la inconstitucionalidad de otra trasnochada iniciativa. Lo hizo por la unanimidad de sus miembros, ante una ley interpretativa. El pueblo en una ocasión y la justicia en otra, hablaron. Ante eso nada.

Como pasa siempre con el Frente Amplio cuando las decisiones le son esquivas busca hacerle zancadillas al mandato soberano del pueblo e insiste, pisoteando su voluntad, ahora diciendo que en aquella oportunidad lo que la gente rechazó fue el voto epistolar y que ahora la propuesta va por el consular. Cuando en realidad lo que gente rechazó fue el voto de los uruguayos en el exterior, más allá de la modalidad utilizada. El mismo perro con diferente collar.

El Frente Amplio en su mejor versión, apelando a la emoción y sin razón ni contenido, violentando la norma constitucional. No se puede establecer una reforma electoral al régimen vigente sin una reforma constitucional y mayorías especiales (dos tercios).

En su momento, al concurrir a la comisión de constitución y códigos que analizaba el tema, constitucionalistas de prestigio como Cassinelli Muñoz (hoy fallecido) y Correa Freitas se refirieron con meridiana claridad al tema “tanto,uruguayos que viven en el exterior no están sujetos a las mismas normas que aquellos que viven en el país, el voto es un acto de responsabilidad y al ejercerlo va a tener consecuencias directas sobre la vida cotidiana, por lo tanto los que votan deben tener vinculación real para que su decisión los afecte directamente” expresaba Cassinelli y agregaba “que yo tenga el derecho a decidir se justifica en la medida que dicha acción me beneficie o me perjudique. En el Uruguay el voto es obligatorio, por lo tanto, no voluntario y quien no lo ejerza debe justificarlo en la medida que si no lo hace recibirá duras sanciones.

Además, la Constitución es clara. “La república es la asociación política de todos los habitantes comprendidos dentro de su territorio” (artículo 1º).

Algunos ahora están diciendo: “bien que ahora están yendo a buscar votantes a Argentina para votar”. Si, es así porque nos guste o no, justo o no, eso esta permitido por la constitución, vota quien está en su territorio.

Surgen, en el caso de insistir con el tema, algunas interrogantes, sin respuestas serias. ¿Cómo se hará para obligar a votar a los que vivan en el exterior en el caso de no votar? ¿Se los sancionara en caso de no hacerlo? ¿Cómo? ¿No se los sancionara? ¿Se pretende eliminar el voto obligatorio? ¿Para unos será obligatorio y para otros voluntarios? ¿Se crearán oficinas electorales en cada país donde exista un uruguayo? ¿Quién lo va a financiar cuando la gran queja de las autoridades de la Corte Electoral es la falta de recursos para funcionar? ¿El voto será secreto? ¿Quién lo controla? ¿El personal consular que es funcional al gobierno de turno ejercerá el control? ¿A qué departamentos se le adjudican los votos de los uruguayos que desde el exterior voten? ¿Quién custodia las urnas? ¿Habrá representantes de los partidos políticos como delegados, como forma de control y garantía?

Son solo algunas de las interrogantes sin respuestas.

No se puede crear un orden jurídico paralelo, para quien reside en el exterior, teniendo derechos, pero no obligaciones. Afectando seriamente el principio de igualdad establecido en la constitución. Los compatriotas que viven en el exterior no están sujetos a las mismas normas jurídicas que quienes residimos aquí, pudiendo incluso llegar a definir con su voto una elección, hacia un lado o hacia otro, ese no es el tema, pero no es justo.

¿Porque no volcar todas las energías en dotar de recursos para modernizar nuestro sistema electoral? Logrando, entre otras mejoras, implementar el voto interdepartamental La Corte Electoral hace malabares con los escasos recursos que se le asignan.

Es muy fácil y hasta demagógico ese discurso facilongo de decir; “somos el único país en la región que no ha aprobado el voto de sus ciudadanos en el exterior”, sin mencionar las particularidades de cada sistema. Varios países tienen el voto voluntario y no obligatorio como aquí, esa es una gran diferencia. Mejor no hablar de la transparencia electoral en muchos países de la región. Abundan los ejemplos del deterioro electoral. Algún país ha planteado la revisión del voto desde el exterior por la muy escasa participación y costoso del mismo.

Somos diferentes, es cierto, pero que lindo es ser distinto cuando la diferencia la marca la transparencia y cristalinidad del sistema electoral uruguayo. Somos ejemplo en el mundo por ello. Gobierne quien gobierne, tenemos un sistema garantista y muy confiable. Son contados con los dedos los países de la región que pueden decir lo mismo. El Uruguay en una república con mayúscula y no una república bananera.

El Frente Amplio debería entender que no hay detrás de estas decisiones de oponerse al voto de los uruguayos en el exterior, razones de cálculo electoral, como a algunos les conviene decir. Hay fuertes y solidas razones jurídicas y hasta éticas, para hacerlo. Deciden, votan y se van, los que sufrimos las consecuencias buenas o malas del gobierno de turno somos los que nos quedamos aquí, peleándola todos los días, favorecidos o perjudicados por las medidas económicas y sociales que se adopten. Todos tenemos familiares o amigos que están fuera del país, no es un tema de discriminación o insensibilidad como dicen los reyes de la etiqueta, sino de justicia, respeto a la ley y hasta de sentido común.

Los argentinos salieron campeones del mundo sin Pernía, continuemos los uruguayos campeones en cristalinidad y transparencia electoral sin el voto de los uruguayos en el exterior.

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