Historia

¿La revolución cubana es inexplicable…?

(III)

Retornemos a las fotos que muestran la prosperidad que existía en la Cuba prerrevolucionaria. Estoy  absolutamente convencido que quienes las publican no están reivindicando la tiranía batistiana. Sino que señalan las diferencias entre una economía de mercado y  otra regida por los principios del llamado “socialismo real”.

Parten de una base auténtica y totalmente comprobable: la amarga realidad cubana de hoy en día.  Sin embargo este análisis, que tiene su lógica, tiene un aspecto que no debe soslayarse si se desea ser objetivo: hoy, en el 2024, sabemos muy bien que el “socialismo real” fue un fracaso rotundo, pero en los años ’60-70 este conocimiento no se poseía. Más bien, era todo lo contrario.       

Dicho en otras palabras: en los años de la posguerra, la Unión Soviética surgía como potencia que le podía disputar de igual a igual a EE.UU. la supremacía global. El socialismo- al menos, en la versión soviética – era abrazado por pueblos que luchaban contra el colonialismo y buscaban vías de desarrollo diferentes al capitalismo que era sinónimo de explotación y desigualdad. Las libertades pregonadas por Occidente parecían una máscara que escondía el dominio de las clases privilegiadas –  dueñas de los medios de producción- sobre las masas. La igualdad estaba por encima de la libertad.

Las causas por las cuales Fidel Castro se volcó al bloque soviético son muchas y complejas. Sería muy extenso detallarlas. Lo cierto es que al hacerlo compró un modelo de desarrollo que, en ese tiempo histórico, parecía exitoso. Con el paraguas soviético Cuba logró una relativa prosperidad – con logros tangibles, en educación y salud –  que pareció a los ojos de muchísima gente plasmar una utopía igualitarista. La seducción que ejerció la revolución cubana sobre intelectuales, políticos y artistas se explica, en gran medida, por esto.  Y aunque esta Cuba comunista tenía defectos visibles siempre estaba la excusa – en parte, real – del embargo y del continuo asedio de EE.UU.  Estaba planteada la batalla entre un Goliat imperialista y prepotente, y un David que buscaba vivir con dignidad y ser dueño de su destino. Hay un fuerte simbolismo en esta imagen.

La realidad de la Cuba actual me duele muchísimo y admito que cada vez que critico al régimen cubano algo dentro de mí se desgarra. No es un problema de razón sino del alma.

Pero al margen de ello, cada vez que miro esas fotos de la Cuba prerrevolucionaria trato de vislumbrar que hay exactamente detrás de esa fachada de abundancia y libre consumo. Porque precisamente “eso” que está ahí detrás, y que las fotos no muestran, es lo que provocó la revolución de Fidel Castro, con todas las consecuencias que extienden hasta este presente.

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