Duelo entre Macron y Le Pen
Lorenzo Aguirre
El próximo domingo 30 de junio, y en segunda vuelta el domingo 7 de julio (accederán los candidatos que superen el 12.5% de electores inscriptos) tendrán lugar en Francia las elecciones legislativas para elegir 577 diputados (289 para la mayoría), luego que, el presidente Emmanuel Macron, disolviera la Asamblea– llamando a comicios anticipados – después del profundo eclipse de su partido ante la “Agrupación Nacional” (derecha), en las recientes votaciones al Parlamento Europeo. El mandatario francés perdió su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, hecho no registrado desde 1997. Mientras, los principales bloques de oposición, “Nueva Unión Popular Ecologista y Social” (“NUPES”), de Jean Luc Mélenchon – posición ultraizquierda, de ideología feminismo, progresismo, anti neoliberalismo, comunismo -, y “Agrupación Nacional” (“RN”), liderada por Marine Le Pen – ideología conservadurismo nacionalista, euroescepticismo, antiinmigración, soberanista -, aumentaron significativamente los escaños.
“Juntos”, anteriormente llamado “Juntos Ciudadanos”, es una coalición de “centro”, de ideología liberalismo, socioliberalismo, europeísmo, fundada por la mayoría presidencial liderada por Emmanuel Macron (“Renacimiento”), que incluye a “La República en Marcha” (“LREM”) – partido político socio liberal -, el “Movimiento Demócrata” (“MoDEM”) – centrista, socio liberal, europeísta, federalismo europeo – y el “Partido Radical”, de izquierda, y ultraizquierda. Según la última encuesta – el pasado viernes 21 -, “Juntos” estaría llevando un 18% de votos.
Por su parte, “Nuevo Frente Popular” (“NFP”), coalición de izquierda y ultraizquierda, lanzada hace dos semanas en respuesta a las anticipadas elecciones legislativas, tendría una votación del 25% según la opinión “de los que saben” … ¡aunque al día de la fecha señalada no se tenía conocimiento quien sería el líder, pues la muchachada estaba en disputa! … de todas formas, el expresidente socialista François Holland – responsable del triunfo de Emmanuel Macron en 2017 -, anunció su candidatura.
La “Agrupación Nacional”, liderada por Marine Le Pen, y cuya mano derecha es Jordan Bardella, quien fuera principal candidato en las elecciones al Parlamento Europeo, estaría rondando un guarismo del 33%.
En cuanto a “Los Republicanos” (“LR”), partido sucesor de “Unión por un Movimiento Popular” (“UMP”) – creado por el presidente Jacques Chirac -, de posición derecha, cuya ideología es conservadurismo social, gaullismo -, tendría un respaldo del 8%.
Más atrás estaría “Reconquista” (“REC”), de extrema derecha, conservadurismo nacionalista, antiinmigración, euroescepticismo, con total oposición y odio a inmigrantes, al islam, y especialmente a la masonería – a quienes desea “reducirlos a cero” -, además de considerar retirar a Francia de la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” (“OTAN”). El candidato “ejemplar” es Éric Zemmour, periodista y político de ultraderecha, que se autodefine como bonapartista. Según los datos de opinión, “napoleoncito” obtendría un 3%.
Macron, entre derechas e izquierdas
El presidente Emmanuel Macron está planteando un enfrentamiento entre su posición pro europea, pro ucraniana, y la retórica antiinmigración populista de extrema derecha, e intenta una unión de derechas, izquierdas, e incluso ultraizquierdas, para votar contra la opositora posición de referencia.
La izquierda, no está con estímulo de apoyar a Macron – menos todavía la izquierda radical – debido en gran parte al programa pro empresarial, como asimismo por la posición en relación a la guerra en Gaza.
Al parecer, Francia, quiere poner fin a la administración Macron, y considera que pasaron los tiempos de 2017 donde el mandatario triunfara en segunda vuelta, sobre la candidata Marine Le Pen.
Emmanuel Macron está desde 2022 gobernando sin mayoría absoluta parlamentaria y no puede aprobar proyectos de Ley, hecho que lo llevara a celebrarlas sin someterlas a votación.
¿Qué sucederá luego de las legislativas?, ¿podrá continuar su mandato hasta 2027?
Si logra recuperar la mayoría – su bloque cuenta con 250 diputados en 577, y es muy difícil arribar al umbral de 289 -, ¿continuará con sus “reformas”, soberbia, clasismo, desprecios sociales, tontos berrinches, e innumerables caprichos?
Ahora, si la derecha, luego de ganar en las europeas también triunfa en lo nacional, quizá Macron deba nombrar un Primer Ministro que se ocupe – dentro de un “matrimonio”- de programática nacional, y, él, “manejar asuntos” internacionales.
Los resultados en los comicios del Parlamento Europeo son un desplazamiento hacia una derecha del centro político del viejo continente, y como se podría modificar el control sobre el gobierno del bloque. Como ejemplo muy particular es la llegada de Giorgia Meloni – Primera Ministro de Italia -, a la política de la Unión Europea.
El presidente Emmanuel Macron no tenía obligación de disolver la Asamblea Nacional – menos, teniendo todavía tres años de mandato -, pero, al parecer, es una manera de obstaculizar.
En trasnochadas cavilaciones me pregunto si no será una estrategia para presionar a votantes a optar entre, él, o la extrema derecha… y si la “Asamblea Nacional” – elegida por los ciudadanos – le diera la espalda a Macron, quizá, este, a través de un voto de censura haría caer el gabinete.
La renovación de diputados debería llevar a un equilibrio, pero la conocida embriaguez provocada por el triunfo hace que, el término “tolerancia”, pierda su esencia para dar paso a la arrogancia, el atropello, mientras figuras incorpóreas de la mentira y la ambición danzan sin prisa alrededor de tontos que, adornados con esas “virtudes”, en su momento caerán al vacío. Mientras, hacen sus apuestas entre la alemana Ursula von Leyen – necesita 15 representantes de 27 países, y al momento tiene 13 – al frente de la Comisión Europea, el portugués António Costa para la presidencia al Consejo, la maltesa Roberta Metsola buscando continuar en el Parlamento, y la publicitada candidata de Estonia, Kaja Kallas, como “Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad”, desplazando a Josep Borrell.
Ahora, es tiempo de “reparto” … ¡dejemos de lado los ideales pues hay que negociar! El juego de influencias por cargos de peso, es prioritario, y cada “cónsul” se acerca hipócritamente a títeres comunitarios, obsequiándoles sonrisas y golpecitos en los hombros mientras acompañan el entremés de una cena informal convertida en chirriante epicentro de la archiconocida comedia apocalíptica.