Política nacional

Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado

¡Como debe ser!

Daniel Manduré

Un día intenso la del pasado sábado 7 de diciembre para el Partido Colorado. Comenzó con una reunión mañanera de reencuentro con los convencionales de todo el país del sub-lema Unir para Crecer. Momento de valioso intercambio, entre interminables abrazos, manos que se estrechaban fuerte y miles de anécdotas, de aquellos que sabían que, a pesar del revés electoral de la coalición republicana, estaban con la conciencia tranquila por el deber cumplido. Ya vendrán tiempos de análisis y de autocrítica. Esa primera parte de la jornada, que finalizò con un Brindis, contó  con un mensaje de los senadores electos Gustavo Zubía, Robert Silva y Andrés Ojeda, complementada por el valioso y enriquecedor aporte de varios dirigentes.

Ese día, sin dudas, el broche de oro de la jornada era la Convención Nacional del Partido Colorado, que se iniciaba a las 14 horas y hacia allí fuimos. La casa de todos comenzaba a llenarse de color. En la parte superior, las barras, como hace mucho tiempo no pasaba, estaban repletas. Una jornada perfecta para vivir esa gran instancia de la vida interna del partido que construyó la república.

La Convención Nacional, motor, corazón y alma del Partido Colorado.

En poco tiempo la sala de la convención explotaba, con convencionales que, desde todo el país, incluso de aquellos rincones más alejados de la capital sabían que su presencia era más que necesaria. Un mandato que proviene desde el fondo mismo de la historia nos convocaba. El partido de la libertad, del humanismo y la justicia social estaba en marcha. A pesar del pronóstico de algún iluminado que hablaban de su extinción, pudimos demostrar que estaba más vivo que nunca, como en mucho tiempo no se lo veìa. Con su mejor votación del siglo, pero  conscientes de que había mucho para hacer. Fuerte, renovado y unido. Si, unido, más allá de algún chisporroteo menor, unidos en la diversidad.

No era una Convención más, era una Convención surgida del clamor popular, porque fue citada por la acción decidida y muy democrática, establecida en nuestra carta orgánica, a solicitud de 107 convencionales nacionales que la permitieron, ante la negativa de una mayoría del actual Comité Ejecutivo que se negaba a convocarla. Solo gracias  a esos convencionales se hizo posible realizar ese símbolo de democracia. Eso es libertad.

Históricamente la conformación de las nuevas autoridades partidarias, se realizaban en forma inmediata a las elecciones nacionales. Algunos, extrañamente y sin la consistencia de argumentos que los respaldaran no querían hacerlo. “No es tiempo” fue la única respuesta escuchada.

Como todo lector podrá comprender un muy flaco argumento para enfrentar a toda una convención ávida por tener autoridades constituidas que marcasen la realidad actual definida por la última elección interna y sobre todo para ponerse a trabajar.

No podíamos permitir que se  pateara la pelota para adelante y se hiciera  la plancha durante 3 o 4 meses, como algún dirigente lo insinuaba.

Las cuestiones del partido y en especial los temas de la república, no pueden esperar, sobre todo después del último revés electoral.

Debemos tener los órganos institucionales del partido funcionando y conformados por la nueva realidad electoral que marca la interna.

Las nuevas autoridades electas del partido deben reunirse a la brevedad, para evaluar el resultado electoral. Para ir madurando y procesando nuevas formas de relacionamiento con la coalición republicana, buscando formas que le otorguen una  mayor organicidad, defendiendo y manteniendo la identidad partidaria. Para luego continuar ese periodo de maduración en acuerdo con el resto de los sectores integrantes de la coalición. No podemos esperar para reiniciar el  trabajo territorial, las elecciones departamentales están muy próximas y hay que marcar estrategias. No podemos esperar para continuar con ese proceso de crecimiento, renovación  fortalecimiento y unidad  partidaria. Si, unidad, unidad en la diversidad, esa diversidad de opiniones que cuando se marcan con respeto y tolerancia enriquecen la vida interna de los partidos. Pero que cuando vienen empapadas de soberbia y autoritarismo crean divisiones que no suman.

Por eso hacemos un muy humilde pero firme llamado a la unidad real, que no solo sea una unidad discursiva, sino que se mantenga en el accionar diario y en las actitudes y hasta en las formas. Que logremos administrar egos, abandonar esos individualismos exacerbados. Acá no hay mesìas que bajen a la tierra a decirnos que hacer. Al partido lo fortalecemos todos juntos con organismos funcionado y con un trabajo intenso. Con libertad, pero sin anarquía. Organizados. Este es un partido de hombres libres que se rigen por normas que como en toda sociedad democrática esas normas las dictan los órganos de conducción partidaria

Por suerte ganó la sensatez y aquellos que en primera instancia se negaron a convocarla también lo hicieron. Todos juntos entonces y por unanimidad votamos la fecha del 21 de diciembre como el día en el que se desarrollará la próxima elección de autoridades y de entre ellas saldrá nuestro futuro secretario general.

Dia de fiesta, de alegría. Continuar por el camino de fortalecimiento partidario, renovación y siempre en clave de unidad.

Vamos el 21 a votar todos Andrés Ojeda secretario general del glorioso Partido Colorado.

Hay mucho por hacer y esos grandes desafíos nos deben encontrar unidos. Ojalá todos lo entiendan.

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