Política Internacional

En busca de nuevo inquilino para

 el Nº 10 de Downing Street

Lorenzo Aguirre

Boris Johnson, dimitió como Primer Ministro de Reino Unido luego de renunciar sesenta miembros del Ejecutivo, y a lo largo de sostener una permanente presión, como asimismo falta de apoyo por parte de su partido, hecho que, además, le provocara la pérdida de liderazgo del grupo parlamentario. El proceso en busca de una nueva imagen del Partido Conservador Británico, ha comenzado, como también las gestiones y “negociaciones” para decidir quién será el nuevo inquilino del Nº 10 de Downing Street. La lista se inició con once candidatos, de los cuales pasaron ocho, y ahora son cinco que siguen a consideración y votación – en el Palacio de Westminster – de los 358 legisladores del Partido Conservador, quien está llevando adelante las instancias correspondientes para reducir a dos, los pretendientes finalistas. A partir del próximo jueves 21 de julio, los 200.000 afiliados al partido de referencia celebrarán las sesiones de votación que permitirá el 5 de setiembre, tener nuevo líder, y Primer Ministro. El ex titular de Economía, Rishi Sunak, y la Secretario de Estado de Comercio, Penny Mordaunt, han obtenido respectivamente el apoyo de 101, y 83 representantes “tories”, colocándose a la cabeza de favoritos.

Boris Johnson tuvo que afrontar el complejo, polémico y agresivo tema del Brexit, aunque para el Primer Ministro el “divorcio” no era el final, sino un comienzo de una cooperación amistosa. Sin embargo, sería oportuno recordar sus palabras: “debemos salir de la Unión, cueste lo que cueste”. Tampoco le tembló la voz cuando manifestó, “abandonaremos la Unión, con, o sin acuerdo”. Asimismo, Johnson, también debió encarar la crisis de la pandemia – manejada irregularmente porque desde el comienzo, la subestimó -, y por supuesto el disparo de la agresión rusa hacia Ucrania.

Johnson, seguirá siendo Ministro Interino hasta que, su partido, nombre sucesor – mientras tanto habrá “guerra interna a sablazo limpio” -, e intentará mantener la mayor estabilidad posible dentro de una situación en la cual su credibilidad y prestigio, están erosionados.

A diferencia de Estados Unidos, que es una democracia presidencialista – aún si el propio partido político del presidente en ejercicio deja de confiar en su figura, el mandatario no renuncia -, en Gran Bretaña los congresistas tienen poder sobre el Primer Ministro, y si su propio partido no lo apoya, lo obliga a dimitir.

Boris Johnson, proveniente de familia adinerada, cierto linaje aristocrático, es un carismático y controvertido político – corte conservador, de derechas, cree en el capitalismo, libre mercado -, e indudablemente una mente brillante, con formación periodística como columnista, además de poseer grandes conocimientos sobre historia, y no se puede negar como figura esclarecedora en cuanto al mundo libre – Biden, queda demasiado relegado, y Margaret Thatcher, muy prolija en sus acciones, pero alejada de ser una estadista relevante -, más, ahora, en el conflicto Rusia – Ucrania.

En buena medida, Johnson, fracasa por su carácter desmesurado, agresivo, además de un comportamiento privado con fiestas “pasada la medianoche”, desbordes de alcohol, lejos de una “compostura social tradicional”, que le ha traído más de media docena de jaquecas.

Candidatos en carrera

Entre las figuras para suceder a Boris Johnson, se encuentra como favorito, con 101votos de respaldo, Rishi Sunak (Ministro de Finanzas), primer indio en ocupar el cargo, pero en estos momentos – ¡cuando a modo de “competencia” todo sale a luz! – vive con denuncias respecto al estatus fiscal de su esposa india, permitiéndole en Reino Unido, evitar millones en impuestos.

En segunda posición, con el apoyo de 83 “tories”, tenemos a Penny Mordaunt, ex Ministro de Defensa, ahora Secretaria de Estado de Comercio Exterior, apoyando el Brexit.

Luego, a Liz Truss, Jefa de Diplomacia, y Ministro de Comercio Internacional durante la transición de Gran Bretaña con la Unión Europea, y que votara por la permanencia en el bloque.

La Sra. Truss – ¡se muere por ser Primer Ministro, y convertirse en la tercera mujer en dicho cargo, luego de Thatcher, y Theresa May! – obtiene en estas rondas de votación, el apoyo de 64 bancas.

Más atrás, con 49 respaldos, Kemi Badenoch (de origen nigeriano), antigua Secretaria de Estado (Ministra de Igualdad de Reino Unido), miembro del Parlamento, con una postura “antiprogresista” que le valiera el sostén de sectores de derecha, tiene un perfil pro Brexit, y fue parte de la oleada que precipitara la caída de Johnson.

Por su parte, Tom Tugendhat, Presidente de Comisión de Relaciones Exteriores de Cámara de los Comunes –  primero en renunciar…, ¡también el primero en expresar su “interés patriótico” para tomar a las “five o´ clock tea” en la codiciada “reposera” y recordar a Anna, séptima duquesa de Bedford, muchacha que impusiera dicha moda entre la nobleza, y al Conde de Sandwich, que tuviera un “destello cósmico” al ocurrírsele poner algún relleno entre dos rebanadas de pan, para compartir el tentempié –, tiene hasta el momento el respaldo de 32 parlamentarios.

Los “amigos”… ¡ no son amigos!

Los ministros “amigos” de Boris Johnson, no perdieron tiempo en visitar los medios de comunicación para expresar sentirse defraudados por las actitudes del Primer Ministro, pero, claro, ninguno ha renunciado desinteresadamente, marchándose a tomar un scotch después de cenar y a la mañana siguiente acompañar a su señora, a la feria, a efectos de bajar el presupuesto de casa.

¡Nooo!, todos renunciaron pues quieren dormir en Downing Street, porque no hay elecciones, y es a través del partido de gobierno – Partido Conservador – y los afiliados al mismo, quienes resuelven la figura que continuará como Primer Ministro, durante los dos años que faltan para culminar el período.

El Primer Ministro de Irlanda, Micheál Martin, no se demoró en subrayar que, ahora, es oportunidad para una verdadera alianza entre los dos países, y salir de tensas complicadas relaciones. Asimismo, Martin, exigió al gobierno británico dejar de lado las “acciones bilaterales”, y retomar por vía diplomática con Dublín y Bruselas, los contactos sobre el Brexit.

Mientras tanto, la Unión Europea espera renovar el diálogo con Londres respecto a Irlanda del Norte, y varios eurodiputados no demoraron en manifestar que, la salida de Boris Johnson, abre una nueva página en los vínculos con Reino Unido.

Luego de abdicar Boris Johnson, los “amigos” dejan amoríos – también el scotch, fiestas privadas a las cuales concurrían y donde compartían “frugalmente” “todo tipo de exquisiteces” -, y cada uno, “en bien del país” – sin “pasiones ni ambiciones personales” -, recorrerá buena cantidad de metros de pedana, largando una que otra estocada – ¡al mejor estilo Scaramouche! -, para después, agotado, lograr desbordar sus nalgas, en el sillón de Downing Street.      

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