La hora del despegue colorado
Fátima Barrutta
El Partido Colorado fue el conductor del país a lo largo de la mayor parte de nuestra historia.
Desde “don Frutos” Rivera, primer presidente constitucional, pasando por la transformación social y económica impulsada por Batlle y Ordóñez, el heroísmo de Baltasar Brum, el “Uruguay optimista” de Luis Batlle, la salida de la dictadura forjada por Julio María Sanguinetti, sus dos gobiernos pacificadores y de fuerte énfasis social y el de Jorge Batlle, que debió enfrentar una grave crisis exógena y logró superarla.
Siempre distinto al cascoteado derrotero de Argentina, que se debatió entre peronismo populista y golpes militares, nuestro país es un ejemplo mundial por una combinación sabia de liberalismo político y protección estatal, una impronta batllista que influyó incluso en las grandes corrientes socialdemócratas europeas.
Está claro que la crisis del 2002 deterioró la imagen partidaria e incidió en la caída de su intención de voto. No poca fue la influencia también de un Frente Amplio que pretendió presentarse como heredero de la tradición batllista, cuando después de 15 años de gobierno queda demostrado que siempre estuvo y estará muy lejos de serlo.
Ahora, desde nuestra posición de socio clave de la coalición republicana, tenemos la oportunidad y la obligación de despegar, ampliar nuestra base de adhesión ciudadana y reencaminar el país hacia los valores y la práctica batllista.
Fieles a una coalición que se levanta como un muro de contención contra el colectivismo populista del FA, pero acentuando nuestra influencia -voto ciudadano mediante- en un énfasis social que el actual gobierno no ha desatendido, pero que aún tiene mucho para dar.
Para lograrlo tenemos a los mejores dirigentes y hoy quiero reivindicar con fuerza mi adhesión a la precandidatura de Tabaré Viera, un ciudadano ejemplar que ha dedicado su vida al servicio público, con una honestidad y una eficacia a toda prueba.
Fue dos veces intendente de Rivera, y su inmenso liderazgo se traduce en que ese departamento nunca dejó de elegir al Partido Colorado, a pesar de nuestra caída de votos en otras regiones.
Fue un joven diputado en la difícil salida de la dictadura.
Fue también senador, presidente de Antel y hoy es un intachable ministro de Turismo, respetado y apreciado por la totalidad del espectro político nacional.
Esta trayectoria demuestra que Tabaré recorrió todo el espinel del Estado, acumuló una experiencia integral, tanto ejecutiva, como legislativa, como a nivel de entes autónomos.
Su experticia parlamentaria en la compleja temática de la Hacienda lo hace una personalidad clave para seguir avanzando en una planificación del gasto adecuada, inteligente y con sentido social.
Y por si este bagaje acumulado no resultara suficiente, tenemos el orgullo de reconocerle una gestión ministerial proactiva, que superó la crisis turística de la pandemia y coloca hoy al país en un lugar de privilegio en recepción de visitantes y desarrollo del turismo interno.
El propio Tabaré lo ha señalado en un tuit reciente: el World Tourism Barometer de las Naciones Unidas publicó un ranking de países que sitúa a Uruguay en la tabla de los que tuvieron las mejores performances en sus destinos turísticos durante 2023, con un 18% de incremento respecto al año 2019, pre-pandemia y pre-coalición republicana.
Si a esto sumamos el crecimiento exponencial del turismo de cruceros (que atestiguamos todos los días quienes nos movemos en torno a Ciudad Vieja y Plaza Independencia) y el impactante aumento de la llegada de brasileños a partir del fin de la pandemia, tomamos una idea cabal de que en el Mintur hay una conducción fuerte, racional y profundamente sinérgica con el progreso.
A esas cualidades, Tabaré suma la de ser un político sobrio, que jamás desciende a la lucha en el barro tan común por desgracia en nuestra actualidad. Un hombre leal a la coalición gobernante pero dispuesto a dar pelea por un liderazgo interno que la relance hacia el futuro con más justicia social y transparencia.
El desafío está en nosotros.
En la vasta gama de dirigentes de todo el país que sostiene su precandidatura, apoyada además por Sanguinetti, nuestro inmenso referente de todos los tiempos y todas las lides.
Este es el despegue colorado que necesitamos. Y con tesón y militancia, lo haremos realidad.