Divide y perderás
Ronald Pais
“Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera” (Martin Fierro) Reinterpretando la conocida expresión de “Divide y reinarás, que se refiere a ganar o mantener el poder fraccionando o debilitando a los opositores, hemos adoptado este título para representar lo que pasa cuando en lugar de dividir a los contrarios se dividen las propias fuerzas.
Mal que les pese a los ingenuos que aún sostienen que la grieta no existe, el país – al igual que sucede en otros de la región- está dividido en dos. Las fuerzas liberales y democráticas por un lado y las totalitarias y colectivistas por la otra. Los que quieren poner la proa hacia el futuro, cultivando la esperanza y los que están anclados en el pasado, rumiando sus odios y rencores, soñando con una venezualización o cubanización que ojalá nunca nos llegue.
Mientras tanto, reiteradas e inexplicables acciones parecen orientadas atentar contra la mayoría que trabajosamente se obtuvo para elegir al actual gobierno.
Tal vez por miopía, incapacidad de diálogo o simplemente por afanes personalistas, pequeñas y no tan pequeñas cosas van poniendo piedras a un sendero ya de por sí empinado.
Permítaseme mencionar algunas, a nivel nacional y del Partido Colorado.
El establishment contra los nuevos actores
Edgardo Novick consiguió ser el segundo candidato más votado en las Elecciones Departamentales de 2015. Ese éxito animó a Novick y sus seguidores a formar el Partido de la Gente y elevar sus aspiraciones al plano nacional. Por muchas causas, pero en las que tuvo que ver el propio Novick, dicho partido no repitió ni escaló en el respaldo popular, languideció y su desaparición es casi un hecho, si bien sólo formalmente conserva un legislador en el Parlamento.
Pero lo que hay que señalar es la guerra sorda que enfrentó Novick y su Partido durante todo el tiempo en que trató de crecer políticamente, una guerra de quienes lo habían llevado a ser el candidato del Partido de la Concertación y que tal vez, por su intento de “despegue”, lo veían ya más como una amenaza que como un aliado.
Lo mismo sucedió con dos nuevos actores que irrumpieron en las últimas elecciones nacionales: Guido Manini Ríos y Juan Sartori. Tampoco fueron recibidos con alfombra roja.
En el caso de Sartori los dardos con más veneno surgieron de actores del propio Partido Nacional.
Pero Sartori no solamente alcanzó una banca en el Senado sino que asumió un bajo perfil que al parecer ha atenuado las resistencias al punto tal que ahora se perfila su alianza con el precandidato más oficialista de ese Partido.
En el caso de Manini Ríos la cosa fue más dura. También se trató de desacreditarlo pero, con un Partido nuevo, Cabildo Abierto, marcó una cantidad de votos muy grande para ser ignorado.
Demás está decir que tanto los votos de Sartori como los de Manini, pero especialmente los de este último fueron decisivos para obtener la mayoría parlamentaria de la posterior coalición y la elección del Presidente.
Si bien la coalición gobernante ha funcionado, el relacionamiento interno no ha estado exento de tiranteces y un casi permanente ninguneo que ha distanciado al Presidente de la República y a Manini Ríos.
Votos más o votos menos, nuevamente los que aporte Cabildo Abierto serán decisivos para el resultado electoral y desde ahora esto debería ser un llamado de atención para mejorar la comunicación y las relaciones entre los integrantes de la coalición gobernante.
Un partido que excluye
El Partido Colorado ha pasado de ser el mayoritario a estar tercero lejos en las preferencias del elector. Todo indica que será necesario un gran y mancomunado esfuerzo para tratar de revertir esa situación.
Aquel dicho de Perón: “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” parece practicarse en el Frente Amplio, pero en el Partido Colorado la sensación de cualquier militante de sentirse apoyado o acompañado por la organización partidaria es inexistente o muy débil.
Un aspecto que me ha llamado la atención es el sitio web del Partido (https://partidocolorado.uy), Allí las citas o referencias a órganos de difusión partidarios parecen sólo reservadas a Correo de los Viernes (www.correodelosviernes.com.uy), lo que no sería de extrañar porque es el órgano oficial de su actual Secretario General, el Dr. Julio María Sanguinetti. Sin duda los escritos o artículos allí publicados son de indudable calidad y su inclusión o referencia en la web es bienvenida. Pero lo que no resulta lógico es que no se proceda de la misma forma con otros medios, de los cuales no he podido encontrar siquiera un link, si es que no se quiere recoger columnas u opiniones que allí se vierten.
Esto sucede, por ejemplo, con Opinar (https://opinar.com.uy) que el mes próximo cumple 16 años de existencia. Ha sido una tribuna valiente sustentada principalmente por el empeño y la capacidad de su Redactor Responsable, pero con un listado de destacados columnistas y del cual, obviamente, me excluyo.
Lo mismo podría decir de El Día (https://eldia.uy), asociado a la rica historia del batllismo. Y no dudo que en el interior del país deben haber otros ejemplos.
Cabe entonces la pregunta: ¿no cree el administrador del sitio que estos aportes al dinamismo del Partido Colorado merecerían mayor presencia en esa web?
Otro ejemplo es la crítica realizada desde el propio Partido a una mala y desnaturalizada interpretación de unas declaraciones públicas del precandidato Gustavo Zubía sobre situaciones de violación de menores sin violencia física. Si algún cuestionamiento hubiera surgido en el seno del Partido Colorado sobre las mismas, ¿no hubiera ameritado un encuentro privado y una charla con el precandidato en lugar de comparecer en un programa televisivo de la mañana dos señoras que seguramente son conscientes de que tienen por lo menos diez veces menos de credenciales políticas, académicas y de representatividad que quién pretendieron cuestionar?
Recientemente, hubo chisporroteos no solamente por el discurso que el precandidato Robert Silva pronunció en el sepelio del ex Senador Adrián Peña, sino más intensos aún por la inconsulta iniciativa del Sector Ciudadanos de un plebiscito para reformar la constitución respecto a los ingresos a las intendencias.
Este asunto de “cortarse solos” por parte de Ciudadanos ya tiene su antecedente en junio del año pasado cuando el propio Peña le llevó al Presidente de la República seis propuestas para paliar la crisis por la diferencia cambiaria con Argentina.
¿Por qué no consensuar primero cualquier propuesta sectorial dentro del Partido Colorado y después presentarla orgánicamente en nombre de todo el Partido?
Dos actos en lugar de solo uno y gigantesco
Un último ejemplo: la Asociación civil “Patriótica 14 de abril de 1972” (De homenaje permanente a los Caídos en Defensa de las Instituciones Democráticas y de la Libertad) hace 19 años que viene organizando y convocando al Acto Conmemorativo que se realiza en esa fecha en la Plaza de la Bandera.
Sorpresivamente otros ciudadanos, reunidos en el “Observatorio de Reconciliación Nacional” han decidido convocar a otro Acto, el mismo día (últimamente se ha cambiado de fecha), en el mismo lugar, con puntos comunes en la plataforma como “honramos a los caídos”
¿Hay motivos justificados para dividir esfuerzos si se tienen puntos en común? ¿No se podía fortalecer lo que ya se viene haciendo desde 19 años! buscando aunar criterios para la organización y la participación?
Mientras en la vereda de enfrente muchos se regodean, a los que estamos de este lado nos entristece que no predomine el sentido común, la unidad y la cooperación de los que deberíamos estar juntos, codo a codo, enfrentando a la verdadera amenaza.