El legado de Jorge Menéndez: entre la valentía y la traición.
Ricardo Acosta.
El 11 de abril pasado , se cumplieron 5 años del fallecimiento de Jorge Menéndez.
Recordamos no solo a un político, sino a un hombre valiente que enfrentó su enfermedad terminal con la dignidad que lo caracterizaba. Su partida dejó un vacío que aún se siente en la arena política uruguaya, pero también una lección de integridad y coraje que perdurará por generaciones.
Menéndez, quien se desempeñó como Ministro de Defensa, tuvo un final marcado por la controversia y la injusticia. En sus últimos días, enfrentó la difícil tarea de revelar la verdad sobre el caso Gavazzo, una historia de dolor y encubrimiento que sacudió los cimientos del gobierno.
El 15 de setiembre de 2018, el Tribunal de Honor Militar emitió dos sentencias que involucraban a los militares José “Nino“ Gavazzo, Jorge “Pajarito” Silveira y a Luis Maurente. Estas sentencias recogían declaraciones que daban cuenta de hechos ocurridos en 1973, incluyendo la muerte y desaparición de Roberto Gomensoro y María Claudia García de Gelman.
El 1º de febrero de 2019, el Tribunal de Alzada militar confirmó el fallo del Tribunal de Honor. Paso siguiente, el 13 de febrero de 2019, el entonces comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, le entregó en mano al ministro de Defensa, Jorge Menéndez, el escrito con las declaraciones y solicitaba la homologación de las actuaciones de los tribunales militares por parte del presidente de la república Tabaré Vázquez.
Menéndez, enfrentando su enfermedad y consciente de la gravedad de los hechos, tomó la decisión valiente de revelar la verdad. Llamó a dos abogados del Ministerio y pidió una audiencia con el secretario de la Presidencia de la República, Miguel Toma. En el encuentro, le entregaron los documentos y le sugirieron presentar una denuncia penal por la confesión de Gavazzo.
El 30 de marzo, el diario El Observador publicó el texto incluido en las actas donde Gavazzo admite ante el Tribunal de Honor haber arrojado el cuerpo de Gomensoro al Río Negro. Este acto de transparencia y valor por parte de Menéndez desencadenó una serie de eventos que culminaron con su destitución como ministro de Defensa el 1 de abril, junto con otros altos funcionarios militares.
La historia de Menéndez es un recordatorio de la fragilidad de la justicia y la importancia de la integridad personal en tiempos de crisis política. Su valentía al enfrentar la adversidad y su determinación para hacer lo correcto, incluso en medio de la enfermedad, lo convierten en un ejemplo a seguir para las generaciones futuras.
Sin embargo, la historia de Menéndez también está marcada por la traición y el cinismo de aquellos que lo rodeaban. A pesar de su lucha por la verdad y la justicia, muchos de sus supuestos aliados lo abandonaron en sus momentos más oscuros, optando por el silencio cómplice en lugar de la solidaridad verdadera.
Es difícil no sentir indignación ante la manera en que Menéndez fue tratado por aquellos que una vez lo llamaron colega y amigo. Su sacrificio no debe ser olvidado ni minimizado. Es nuestra responsabilidad honrar su memoria no solo con palabras, sino con acciones que reflejen los valores de integridad y justicia que él defendió hasta el final de sus días.
En este día de recuerdo y reflexión, renovamos nuestro compromiso con la verdad y la justicia, en honor a Jorge Menéndez y a todos aquellos que han luchado por un mundo más justo y equitativo. Que su legado nos inspire a seguir adelante, incluso cuando los desafíos parezcan insuperables, y a nunca perder de vista lo que realmente importa: la búsqueda incansable de la verdad y la justicia … pero para todos.