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Un nuevo capítulo, buscando vivir mejor y más seguro

Zósimo Nogueira

Las bancas se han distribuido, con este nuevo gobierno se viene una época de encuentros y desencuentros, el timonel siempre ha de tener el acelerador y el freno de mano al alcance pero el camino de restauración en materia de seguridad no puede detenerse.

El Dr. Martinelli le dio una dinámica muy superior a sus predecesores, se han ido cumpliendo metas con un gran porcentaje de aciertos pero con la impronta de gestores ya instalados, previamente a su arribo a la cartera del Ministerio del Interior.

Todos los partidos dicen de coincidencias en continuar profesionalizando a la policía, poner barreras para el ingreso de la droga y toda la gama de delitos que paraje y proviene del exterior.

Nosotros sabemos lo que queremos y planeamos continuar el camino con las correcciones necesarias, mientras que el actual discurso opositor del Frente Amplio no se condice con lo realizado en sus tiempos de gobierno.

Liberación de presos, liberación del consumo de marihuana.

Cuestionamientos a la policía, a su empoderamiento por medio de la LUC

A la asignación y distribución de recursos, a la tolerancia de ocupación y vandalización de espacios públicos y privados en aras de la libertad de conciencia y no a la liberación de esos espacios.

Se intentó partidizar a la policía, y se excluyó de sus cuadros a pseudos-opositores impulsando retiros, desafectándolos del servicio; modificando  la carrera policial, reduciendo grados, e imponiendo nuevas modalidades de ascenso direccionando concursos posicionando por sobre un sistema de calificaciones abstracto e imparcial la metodología del dedo legitimada por las modificaciones legales que se introdujeron en la ley orgánica policial.

Si hay algo antiprofesional in extremo, es la digitación de la carrera en base a criterios de afinidades, sean partidarias, corporativas o de contrapartidas explicitadas o no.

Se le hizo ver a esta administración pero no se hicieron las correcciones necesarias, ahora será tiempo de sincerarse y promover a una profesionalización real de los mandos policiales o continuar con este nefasto sistema de ascensos.

Dicen de crear más cargos para la policía y en especial para la Guardia Republicana. Me pregunto.. Con que criterio se direccionan los destinos de los nuevos cargos presupuestales a crear.

Lo primero a realizar o a aclarar ante la opinión pública es la real distribución de los efectivos policiales, lugares, horarios y cometidos de los actuales efectivos. Fortalezas, debilidades, carencias, y un  plan de correcciones.

La carrera debe reestructurarse en base a un sistema piramidal, tanto más alta la jerarquía menor número de oficiales en las mismas.

Tanto más alta la jerarquía mayor la profesionalización, académica, práctica y de gestión

Otro tema a dilucidar. ¿El sistema carcelario es parte de la seguridad pública? Los pro y contra de que dependan del Ministerio del Interior. Es conveniente que se constituyan en un organismo independiente. De optarse por ese camino se favorece o dificulta la tarea de neutralizar a la actividad criminal.

El intercambio de información entre las autoridades carcelarias y la policía tendrá la misma fluidez que en la actualidad.

Se parte de una falsa premisa de que los policías que detienen y realizan procedimientos con criminales no pueden ser los encargados de custodiarlos y eso es incierto.

El único vínculo es su dependencia del Ministerio del Interior y la denominación de policías y policías penitenciarios.  

Sus carreras corren por carriles separados.

Se aumentaron plazas de alojamiento, se implementaron planes de estudio para presos y ahora se dice de otra ampliación para presos peligrosos, con un sistema de reclusión más rigurosa.

Se inauguró un sector hospitalario muy completo en Comcar, un tema que desde hace mucho he insistido para reducir traslados y disponer con mayor libertad de los pocos recursos humanos disponibles.

Pero continúan ignorando “una máxima”. Si una cárcel tiene problemas de seguridad, si existen dificultades para imponer el orden y fijar pautas de funcionamiento con más usuarios en el mismo entorno los problemas lejos de reducirse se multiplican.

De buenas intenciones estamos llenos; lo que importa y se debe procurar es la eficiencia en gestión. Para ello hay que proveer los medios adecuados y demandados por quienes asumen ese desafío en el día a día. 

No se puede continuar planificando con criterios ajenos a la institución. Para aislar comunicaciones se implementara un sistema muy potente de inhibidores de celulares.

Eso es muy bueno y se ha demandado persistentemente, pero no es suficiente.

Para romper vínculos entre el crimen y la cárcel se requieren de otras medidas, que deberán ser analizadas y de ser posible ponerlas en práctica en tiempos venideros cercanos.

Aquí si faltan muchos recursos humanos, y es muy válido el reclamo de que el trabajo en el interior de las cárceles sea considerado insalubre y tenga su justa compensación.

Pero sin generalizar, no todos lo funcionarios del Instituto de Rehabilitación INR tienen el mismo grado de afectación, horarios, riesgos, stress y vínculos con la población carcelaria.

Las modificaciones al código de proceso son imperiosas, no podemos continuar encerrando a personas sin la contundencia de la prueba, con acuerdos negociados ante la pasividad de un juez homologador. 

Veremos con que fuerza serán oídas nuestras consideraciones en estas y otras acciones para reducir la criminalidad y aumentar la eficacia de nuestros organismos de contralor.

Ministerios, Policía, Fuerzas Armadas, Aduanas, DGI. etc. etc. 

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