Puerto en conflicto: el costo de la inacción
Pablo Caffarelli
Todavía no se habían cerrado las heridas del último conflicto portuario —aquel que mantuvo durante meses paralizada la salida de buques y que dejó pérdidas millonarias en plena zafra—, cuando ya se desató un nuevo episodio de absurdos en el puerto de Montevideo.
Esta vez, el motivo es la “rebaja del horario laboral”, justificada en estadísticas de dudoso origen que aseguran que la productividad se mantendría intacta pese a trabajar menos horas y cobrar lo mismo. Dicen que los datos provienen de “Chat CGP”, pero ni tienen sustento científico ni respaldo técnico alguno. Un disparate más, en una cadena de despropósitos que parece no tener fin.
Mientras tanto, las pérdidas acumuladas —según la Unión de Exportadores— ya superan los 60 millones de dólares. Y lo más grave no es el daño económico, sino la liviandad con que se naturaliza que un sector estratégico del país pueda detener su actividad durante días o semanas, con argumentos tan endebles como intereses sectoriales.
Lo insólito es que la salida al conflicto no vino del Estado, sino de los propios empresarios, que debieron intimar el incumplimiento de los acuerdos salariales pactados en el sector y poner plazos firmes para restablecer la operativa. El gobierno, fiel a su estilo en cada conflicto sindical de este período, permaneció distante, ausente, inoperante.
La conflictividad sindical ha vuelto a escalar, pero no por causas estructurales ni por necesidades reales de los trabajadores. Es una conflictividad vacía, basada en la nada misma, que destruye confianza, ahuyenta inversión y deja a Montevideo fuera del mapa logístico regional. Los buques comienzan a saltear el puerto uruguayo, los costos se disparan, y el país vuelve a pagar el precio de la imprevisión.
Si seguimos así, el desplome financiero y productivo no estará lejos. Las soluciones no pueden venir siempre de los empresarios ni del cansancio del sistema: deben venir de un gobierno que asuma su responsabilidad de gobernar.
Uruguay necesita un cambio. Y rápido.