Historia

Basta de relatos interesados

Marcelo Gioscia

La apertura al público de la denominada “Cárcel del Pueblo” permitirá apreciar “in situ” las infames construcciones y recovecos ocultos bajo tierra, en una finca del barrio Parque Rodó, donde los integrantes del MLN (Movimiento de Liberación Nacional) mantuvieron secuestrados por días, semanas, meses y hasta por más de un año, a personalidades nacionales y extranjeras por el hecho de ser considerados sus enemigos ideológicos o simplemente como “moneda de cambio” para obtener un rescate o lograr el canje de prisioneros. Poco les importó a los comandos Tupamaros que esas instalaciones no contaran con luz natural y que tuvieran una casi nula ventilación y que las condiciones higiénicas sanitarias fueran deplorables. Su presunta defensa de los Derechos Humanos y no se refería a los derechos de estas personas, sino sólo a los de los que, comulgaban con su ideología, para el resto: esos “derechos” no existían ni tenían razón de ser. Y así como construyeron un relato sesgado e interesado por no decir hemipléjico, en los que se presentaron a los jóvenes como “opositores a la dictadura”, nunca les trasmitieron la verdad histórica. Fueron quienes se levantaron contra autoridades electas democráticamente, con la dirigencia de la CNT y gran parte de los sectores del recién nacido Frente Amplio (con la honrosa excepción del Dr. Carlos Quijano) apoyaron el Golpe de Estado y los Actos Institucionales y en rigor de verdad, no pudieron tirar un solo tiro contra la dictadura, por la sencilla razón de estar todos sus cuadros dirigentes entre rejas desde 1972. Por cierto que en ese “relato” se guardaron muy bien de referirse a sus secuestros, robos y asesinatos, todo se justificaba por “el fin” perseguido. Bueno es que se difunda entre los jóvenes esta verdad y se pueda ingresar a ese espacio de la historia reciente de nuestro país. Otro relato que han sabido construir sin mayores estudios ni fundamentos y con una muy clara intencionalidad política es el episodio de “Salsipuedes” y la celebración del “Día de la Nación Charrúa”, denostando al Primer Presidente Constitucional de nuestro país, y Fundador del Partido Colorado, Don Fructuoso Rivera a quien le atribuyen un “genocidio” que no fue tal. Cuando resulta sabido por estudiosos de la verdadera Historia, que los charrúas ni siquiera fueron originarios de nuestro territorio sino de Santa Fe y que mucho antes de ese enfrentamiento, los guaraníes, los españoles de la colonia, el propio Artigas y hasta Oribe y Lavalleja habían debido enfrentar a los charrúas quienes como nómades, sólo causaban destrucción y muerte a su paso por estas tierras y debía reprimírseles en sus incursiones depredadoras. Pretender hablar de genocidio es inaceptable, cuando es el propio Rivera quien sale en defensa de su “oriundez” como indígenas, ante la solicitud de Federico Lecor, de exterminarlos. En el Archivo Artigas se registran seis enfrentamientos con los charrúas con muertes de muchos de ellos, en los que participó nuestro Prócer máximo, y sin embargo el relato apunta a denostar intencionadamente a Don Frutos, lo que resulta a todas luces, inadmisible. Creemos necesario para lograr una verdadera formación de la conciencia histórica en nuestros jóvenes, evitar los relatos interesados y apuntar al verdadero conocimiento de los hechos históricos tal como ocurrieron, y han quedado registrados, para que puedan sacar sus propias conclusiones.           

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