Política Internacional

Cuando la soberbia de los comunes, se desvanece

Lorenzo Aguirre

Los comicios en España dejaron en evidencia el “desconocimiento” que, La Moncloa, tiene sobre la realidad social. El pueblo, dio terrible empujón al presidente Pedro Sánchez, mandándolo a freír churros, pues junto a sus iconoclastas insolentes fue arrasado por el “Partido Popular” (“PP”). Ahora, el mandatario, totalmente despechado, tomó la apresurada tonta decisión – la misma noche de su derrota – de disolver las cámaras y llamar a elecciones generales el próximo domingo 23 de julio, resolución que, en mi opinión, liquida al “PSOE”. Más allá de lo expresado, la Constitución señala en primer lugar, reunir el Consejo de Ministros, votar la disolución, luego, llegar hasta el Rey, siendo este quien debe aprobar, disolver el Congreso, y llamar a elecciones. Pedro Sánchez tuvo la soberbia de hacerlo por su cuenta, demostrando invalores, al pasar por arriba de las leyes. El próximo viernes 9 es fecha tope para presentar coaliciones, y el 19 poner a consideración los candidatos de cara a la campaña electoral – la cual comenzará el 7 de julio -, mientras desde el 12 de este mes, se constituirán los parlamentos autonómicos, y a partir del 17, los ayuntamientos.

El “PP”, ganó las elecciones autonómicas y municipales, y gobernará con mayoría absoluta en Madrid, como asimismo en Valencia, Extremadura, Baleares, Aragón, Cantabria, y Murcia, aunque, en alguna medida negociará con “Vox” (partido ultraconservador, ultranacionalista, extrema derecha), liderado por Santiago Abascal.

Algunos españoles creen que, “Vox”, ha sido el héroe de España, y principalmente en Madrid, algo realmente inexacto porque si bien es cierto que, en la capital, lucharon con constancia y esfuerzo, justamente fue allí donde recibieron terrible bofetada, y en realidad, su campaña no fue contra “Podemos” (ultraizquierda, antiimperialismo, feminismo, progresismo), sino hacia Isabel Díaz Ayuso, Presidente de la Comunidad de Madrid, e integrante del “PP”, liderado por Alberto Núñez Feijóo.

“Vox”, manifiesta: “Podemos, desapareció gracias a nosotros”. Sería bueno hacer memoria, y señalar que, “Vox” – ¡tan fascistas!, al decir de la ultraizquierda –, votó a favor de “Podemos”, contra los presupuestos presentados por Díaz Ayuso.

Derrumbe del PSOE y desaparece “Podemos”

Los “países catalanes” quedaron totalmente quebrados, tanto en la Comunidad Valenciana, como en Baleares.

En Palma de Mallorca, Jorge Campos (“Vox”) – defendiendo a un precio muy caro el idioma español – triunfó ampliamente, mientras también ocurrió lo mismo en cuanto a resultados, en la Comunidad Valenciana.

Las figuras protagonistas, ¿resolverán el problema del idioma español en las escuelas que prohibieron se estudiara? ¿Se aplicará las sanciones correspondientes y se reivindicará la lengua que fuera erradicada? Los profesionales, especialmente médicos, echados porque no tenía “Nivel C” (el idioma “nacional catalán”, obviamente de Barcelona, dejando de lado el “mallorquí, ibizenco, y menorquí”), ¿serán devueltos a sus lugares de trabajo?

Mientras tanto, Valencia pone fin al gobierno de ultraizquierda de “Podemos”, el cual pierde sus 8 diputados, y queda afuera.

En Andalucía –  dando un giro sociológico si tenemos presente que fue la torre socialista más importante –, los alineados al comunismo se fueron a pique en todas las capitales.

Isabel Díaz Ayuso, y “Vox”

El triunfo de Isabel Díaz Ayuso por mayoría absoluta en la Comunidad, y Ayuntamiento de Madrid – algo no visto desde la época de Esperanza Aguirre -, le permitirá gobernar en solitario, sin tensiones, y sin condiciones, porque se llevó el 47% de votos, y la friolera de 70 asientos de diputados.

Por su parte, “Vox”, tuvo un retroceso al pasar de 13, a 10 diputados, mientras para “Podemos”, fue su final.

Más allá de lo expresado, fuera de Madrid, “Vox” ha expandido su poder, pasando de 9 a 13 escaños en la Comunidad Valenciana, 3 a 7 en Aragón, 3 a 8 en Baleares, y de 1 a 9, en Murcia, llegando a triplicar sus concejales, de 530 a 1687, pero el gran triunfador fue sin dudas el “Partido Popular” (“PP”), quitando seis bastiones al “PSOE”, y obteniendo 7 gobiernos de las 10 principales ciudades: Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza, Murcia, y Palma de Mallorca, como asimismo en Alicante, Córdoba, y Valladolid, perdiendo únicamente, Barcelona, Las Palmas, y Bilbao.

Camino a las generales del 23 de julio

Con su soberbia, y ego majadero, el presidente Pedro Sánchez tomó la apresurada decisión de disolver las cámaras – como señaláramos – y llamar a elecciones generales el próximo domingo 23 de julio, resolución que, en mi opinión, en gran medida liquida al “PSOE”.

Decimos eso, porque, si las elecciones las hubiera mantenido hasta diciembre, en todo este tiempo quizá podría haber realizado algo positivo, quitar algunas manchas a su gobierno, y de alguna manera salvar a su partido dándole oxígeno para llegar a los comicios de una manera que le permitiera obtener los mejores resultados posibles.

Sánchez, a lo mejor hacía un acto de contrición buscando restaurar su partido, pero, eso, imponía limpiar “caciques” – aunque alguno quedaría dignificado -, preparar una nueva figura política como candidato a las generales, y lanzarlo con el mayor respaldo.

Para eso, tendría que mandar suficientemente lejos lo que queda de “Podemos”, y un poco más lejos todavía – como para que se entusiasmen y no vuelvan – a la escoria de “ETA” y a los separatistas catalanes.

Indudablemente no sucederá, porque el propio “PSOE” permitió que Pedro Sánchez, gobernara como autócrata, y se adueñara del partido.

Sánchez, sigue haciendo lo que quiere, y a su gente la mandó a los cuarteles de invierno, por no decir al ostracismo, porque con un plazo de mes y medio para ir a las urnas, el “PSOE” no puede desligarse del “modelo autócrata”, reacomodarse, y remontar, porque ha quedado contaminado, y los antibióticos demoran mucho tiempo en hacer efecto.

El necio del mandatario, ni siquiera pensó que, como estrategia, podía negociar algunas cosas con Alberto Núñez Feijóo (presidente del “PP”), o algún acercamiento que permitiera acomodar tan solo una nalga, y seguir manteniendo la trinchera, pero, no, el ego y la tontera no se lo permiten, y, así, manda al “PSOE” a “Waterloo”. Es de esperar que, con esa actitud, Pedro Sánchez también tenga su isla “Santa Elena”.

Al parecer, las elecciones están en manos de Feijóo y Abascal, pero, obviamente, si se van de “línea”, también pueden arriesgar perderlas, porque en todos los partidos políticos hay tonteras… ¡bueno, la cantidad habitual y normal!… y “boberas de moda”, como en el caso de “Vox”, que, pese a su expansión territorial está sufriendo quebraduras porque las estructuras y movimientos de táctica, han sido errados.

Por su parte, Feijóo (“PP”), se ha cansado de pedir a los cuatro vientos, cuando en realidad debería estar ofreciendo a los “ocho vientos”, para que los españoles, supieran qué cosa, podrían recibir.  

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