El batllismo y el pensamiento de John Stuart Mill
Miguel Lagrotta
Los logros del batllismo fueron respuestas a dos procesos que eran evidentes a fines del siglo XIX: la inestabilidad del sector ganadero y el rápido crecimiento de la economía urbana. Entonces el modelo se convirtió en una transacción, liberal, humanista, de clase media entre las tensiones sociales y políticas que las contenían. En algunos momentos hubo un reformismo radical, aplicando las ideas de John Stuart Mill en las áreas que en aquel momento el Estado no llegaba, en esencia los sectores social y económicamente postergados. El objetivo del batllismo no era la lucha de clases, se trataba de extender las funciones del Estado para generar un equilibrio de fuerzas entre los distintos grupos sociales del país. La ideología del batllismo fue en definitiva una ideología de clases medias. Un sentimiento igualitario muy profundo combinando la educación y la igualdad de oportunidades presentando al Estado por encima de los diferentes intereses sociales. De Stuart Mill toma el concepto de mediar por parte del estado allí donde la rentabilidad y el interés privado no llegaba. La propuesta, entonces, se sostiene en claves muy fuertes del pensamiento y el debate liberal de fines del Siglo XIX. Nos acercaremos, un poco, a las ideas de Stuart Mill: Obras importantes de John Stuart Mill: «Principios de economía política» y «El utilitarismo».
«Principios de economía política»: «Principios de economía política» es una obra clásica de John Stuart Mill publicada en 1848. En este libro, Mill aborda los principios fundamentales de la economía política y presenta su visión del sistema económico. Mill analiza temas como la producción, la distribución de la riqueza, el valor, los salarios, la propiedad y el papel del gobierno en la economía.
El enfoque central de Mill en esta obra es la importancia de maximizar la utilidad general y el bienestar social. Sostiene que el objetivo de la economía política debe ser promover la felicidad y el bienestar de la sociedad en su conjunto, en lugar de simplemente buscar la acumulación de riqueza individual. Mill defiende la idea de que el libre mercado puede ser beneficioso, pero también enfatiza la necesidad de la intervención estatal para corregir las desigualdades y garantizar la protección de los derechos de los trabajadores.
«El utilitarismo»: «El utilitarismo» es otra obra importante de John Stuart Mill, publicada en 1863. En este libro, Mill explora y defiende la filosofía ética del utilitarismo. El utilitarismo sostiene que las acciones deben ser juzgadas por su utilidad, es decir, por su capacidad para maximizar la felicidad y minimizar el sufrimiento.
Mill sostiene que el principio fundamental del utilitarismo es el principio de la mayor felicidad, que busca maximizar la felicidad general de la sociedad. Argumenta que la felicidad se basa en la búsqueda de placer y la ausencia de dolor, pero también sostiene que hay diferentes tipos de placer y que algunos son de mayor calidad que otros. Además, Mill defiende la importancia de la libertad individual y la autonomía moral, sosteniendo que el utilitarismo no debe ignorar los derechos y la dignidad de los individuos.
Tanto «Principios de economía política» como «El utilitarismo» son obras influyentes de John Stuart Mill. Mientras que la primera trata sobre los principios de la economía política y la importancia de maximizar la utilidad general y el bienestar social, la segunda se centra en la ética utilitarista y el principio de la mayor felicidad. Ambas obras reflejan la preocupación de Mill por promover el bienestar y la felicidad de la sociedad.
Un aspecto importante del pensamiento de John Stuart Mill es que Mill creía firmemente en el poder de la educación para formar individuos morales e intelectualmente desarrollados. Consideraba que la educación era esencial para cultivar el pensamiento crítico, promover el progreso social y garantizar el bienestar general de la sociedad.
Mill argumentaba que el estado debería desempeñar un papel activo en la provisión de educación pública de calidad. Veía a la educación como un medio para combatir la ignorancia, la opresión y la desigualdad. Creía que al proporcionar una educación universal, inclusiva y accesible, el estado podría fomentar la autonomía individual y el desarrollo de ciudadanos informados y responsables.
Además, Mill sostenía que la educación desempeñaba un papel crucial en la formación moral de los individuos. Argumentaba que la educación debería incluir una instrucción ética y filosófica que ayudara a las personas a comprender y apreciar los principios de justicia, libertad y utilidad. Creía que una educación moral sólida podría conducir a una sociedad más justa y equitativa. Mill abogaba por la importancia de la educación en la formación moral e intelectual del individuo. Consideraba que la educación pública de calidad, proporcionada por el estado, era fundamental para promover el desarrollo de individuos autónomos y ciudadanos comprometidos. Creía que a través de una educación adecuada, se podrían lograr reformas necesarias en el papel del estado y en la búsqueda del bienestar y la felicidad de la sociedad en general.
John Stuart Mill fue un precursor del estado de bienestar y de la socialdemocracia no marxista en ciertos aspectos. Aunque Mill no desarrolló un sistema político completo como la socialdemocracia, sus ideas y principios sentaron las bases para muchas de las políticas y principios asociados con el estado de bienestar.
Mill abogaba por una mayor intervención del estado en la economía y en la sociedad para corregir las desigualdades y promover el bienestar general. Defendía la protección de los derechos de los trabajadores, la regulación de las condiciones laborales, la provisión de servicios públicos y la redistribución de la riqueza.
Además, Mill reconocía que existían límites a la libertad individual y sostenía que el gobierno tenía un papel legítimo en la promoción del bienestar social y la garantía de los derechos de todos los ciudadanos. Creía en la importancia de un gobierno responsable y comprometido con el bienestar de la sociedad en general.
Si bien Mill no propuso un sistema completo de estado de bienestar, sentó las bases para muchos de los principios y valores que sustentan la socialdemocracia, como la igualdad de oportunidades, la justicia social y la intervención estatal para garantizar un nivel básico de bienestar para todos los ciudadanos.
Aunque Mill no es considerado como un teórico del estado de bienestar en sentido estricto, sus ideas y principios fueron precursoras de muchos de los fundamentos de la socialdemocracia no marxista y del concepto de un estado comprometido con la promoción del bienestar y la protección de los derechos de los ciudadanos.
Después de John Stuart Mill, el debate político y económico se ha polarizado en cierta medida entre las visiones marxistas y socialdemócratas, por un lado, y el liberalismo clásico por el otro. Estas corrientes de pensamiento presentan diferentes enfoques sobre el papel del estado, la propiedad y la distribución de la riqueza.
El liberalismo clásico, que se basa en las ideas de filósofos como John Locke y Adam Smith, defiende la importancia de la libertad individual, la propiedad privada y los mercados libres. Los liberales clásicos sostienen que el estado debe tener un papel limitado en la economía y en la vida de las personas, promoviendo la libre competencia y la protección de los derechos individuales.
Por otro lado, el marxismo se desarrolló a partir de las ideas de Karl Marx y Friedrich Engels, y critica el liberalismo clásico desde una perspectiva más radical. El marxismo sostiene que el capitalismo es intrínsecamente injusto y explotador, y aboga por la abolición de la propiedad privada y la creación de una sociedad socialista en la que los medios de producción sean propiedad colectiva.
La socialdemocracia surge como una alternativa al marxismo y al liberalismo clásico. Los socialdemócratas reconocen la importancia de la economía de mercado, pero abogan por una intervención estatal más amplia y una redistribución de la riqueza a través del estado de bienestar. Buscan combinar los beneficios de la economía de mercado con políticas sociales que promuevan la igualdad de oportunidades, la justicia social y la protección de los derechos de los trabajadores. En resumen, después de John Stuart Mill, el debate político se ha polarizado entre las visiones marxistas, que critican el liberalismo clásico y buscan la transformación radical del sistema, y las visiones socialdemócratas, que buscan combinar los beneficios de la economía de mercado con una intervención estatal más amplia para promover la justicia social y el bienestar general. John Stuart Mill construyó una teoría reformista que busca conciliar el individualismo con el bienestar común. Mill fue un defensor del individualismo y la libertad individual, pero también reconocía la importancia de promover el bienestar general y la justicia social.
Mill defendía la idea de que el objetivo principal de la sociedad y del gobierno debería ser la maximización del bienestar y la felicidad de la sociedad en su conjunto. Creía que el libre desarrollo individual era esencial, pero también sostenía que este desarrollo individual no debía socavar el bienestar de los demás.
Para Mill, el papel del gobierno era intervenir cuando las acciones individuales causaran daño a otros o generaran desigualdades significativas. Abogaba por políticas que corrigieran las desigualdades, protegieran los derechos de los trabajadores y garantizaran la educación y el bienestar para todos. John Stuart Mill propuso una teoría reformista que intentaba encontrar un equilibrio entre el individualismo y el bienestar común. Reconocía la importancia de la libertad individual, pero también abogaba por políticas y reformas que promovieran el bienestar general y la justicia social. Su enfoque buscaba combinar los principios del individualismo con la responsabilidad social y la promoción del bienestar colectivo.
Por ideología, por libertad, por principios de progreso, el pueblo con poder decisorio y respetando las mayorías y el Estado y la ley como motor de la justicia social, podemos ver la influencia clara de los liberales clásicos pero en especial la de John Stuart Mill.
Ver. Pelúas, D. y otro. Ideología batllista. Componentes y modelo. Solaris. Montevideo. S/F.