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Cuatro metros cuadrados:

el lugar en el mundo de un preso

Cuando el 26 de julio concurrieron a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, los delegados del ministerio del Interior, tuvo una destacada participación el Crio. Gral. (R) Luis Mendoza, Director del Instituto Nacional de Rehabilitación, quien analizó en concepto y en detalle “las plazas carcelarias” como el lugar que debe tener, por lo menos, 4 metros cuadrados, del que el recluso hace su hábitat natural. La siguiente es una parte de los dichos de uno de los jerarcas policiales de mayor experiencia adquirida en el plano carcelario, que ocupa este cargo en una segunda etapa de su desempeño.

SEÑOR MENDOZA (Luis Eduardo).- Voy a ampliar lo que decía el señor ministro. Trataré de explicar qué son las plazas. Hay que especificarlo bien. Una plaza no es poner una cama más. Me voy a remitir a un libro que escribió la asesora penitenciaria María Noel Rodríguez, en el que define qué es una plaza. Es un lugar que debe tener, por lo menos, 4 metros cuadrados. En el plan original de la cárcel está previsto como alojamiento para las personas. Ustedes saben que yo estoy en mi segundo período. Cuando el Poder Judicial nos envía gente tenemos que ubicarla. Por eso se han usado salones, usinas culturales, talleres; se ha vaciado una carpintería para poner camas. Si bien se ubica al privado de libertad para que esté alojado dignamente, no es lo que corresponde. Si el alojamiento no se transforma adecuadamente con un arquitecto no sirve. Pasó en la Unidad N° 15, de Cerro Largo, donde pusieron camas en un comedor, pero no podemos contarlo como plazas. Hoy nosotros tenemos 11.707 plazas masculinas y 730 femeninas. Son plazas legales. El resto de la gente está durmiendo teóricamente bien, pero no en lugares previstos en el plan original. Están durmiendo en un salón, en una carpintería, en un – 7 – corredor. Uno se revuelve y pone cuchetas. En la cárcel de Artigas había cuchetas de cuatro pisos; era una cárcel vieja. Ahora estamos haciendo una nueva. La Justicia formaliza y en algún lado hay que poner a la gente. Hoy tengo 14.962 privados de libertad, divididos en 13.845 hombres y 1.117 mujeres; tengo un déficit de 2.138 plazas de hombres y 387 de mujeres. Esas son las plazas que me faltan para que cada uno viva en un lugar de acuerdo a la reglamentación de Naciones Unidas, respetando la dignidad humana, no para salir del paso, como hacemos hoy e hicimos antes. Al terminar el período están previstas 2.481 plazas legales de hombres, y se precisan 2.138. Tengo un espacio por si aumenta la población, aunque últimamente viene desacelerando. De mujeres faltan 387 y vamos a terminar el período con 566, teniendo en cuenta la cárcel femenina que se va a iniciar próximamente en Punta de Rieles nuevo, junto a la PPP de hombres. Esta cárcel femenina tiene una particularidad que nunca se tuvo en cuenta, que es la población trans. Nunca se habló de la población trans y nosotros estamos trabajando con el Mides porque tiene derecho a elegir dónde quiere estar. Si la persona trans ingresa al sistema tiene derecho a decidir si quiere ir a una cárcel de hombres o de mujeres. Hoy se están ubicando trans en cárceles femeninas del interior; es todo un proceso para adaptarse a la convivencia. Hay que trabajar mucho, hablar con ellas. Si a las chicas trans el Estado las reconoce como mujeres, les dio cédulas, nosotros tenemos que darles una habitación en lugares femeninos, como corresponde. Las leyes van muy adelantadas en Uruguay pero la mentalidad y la infraestructura no están acordes. Estamos muy afligidos por ese tema. ¿De dónde sacamos las plazas? En este período se construyeron o recuperaron 854 plazas; 784 para hombres y 70 para mujeres. ¿De dónde saco este número? Del preegreso que se hizo en el Comcar, 80; de la Cárcel Central, de la parte de salud mental, que estaba sin uso, 10. En la Unidad N° 1, una PPP, si bien era relativamente nueva, había 205 celdas; un módulo entero y celdas por todos lados que estaban vandalizadas, desocupadas. Nosotros pagábamos por persona las dos comidas y todo el servicio, pero no se usaba. Inmediatamente habilitamos eso, porque en algunos lugares estábamos hacinados y por otro lado se estaban desperdiciando lugares. El Módulo 1 de la Unidad N° 4, donde hubo un motín en el que murieron dos PPL en 2013 estaba deshabitado desde ese año y nosotros con mano de obra de privados de libertad lo estamos recuperando para 500 personas; ya están viviendo 100 y en tres meses vamos a habilitar las 400 restantes. Eso va a servir para bajar la población hacinada. El Comcar, la Unidad N° 4, no está todo hacinado; tenemos módulos en los que se respetan los derechos humanos, y otros en los que no, como los módulos 10, 11, 3 y 4, de la parte del fondo. Tenemos un déficit en el cumplimiento de la normativa humanitaria. Por eso estamos arreglando las 400 plazas que nos faltan en el Módulo 1 para descongestionar los módulos 10 y 11 principalmente que están venidos abajo. Reitero: los propios internos están reconstruyéndolo. En la Unidad N° 6, Punta de Rieles viejo, hay 60 lugares; es una barraca que estaba en desuso, sin techo y la reformamos e hicimos una universidad. Ahí habitan estudiantes universitarios; tienen otro modo de vida. Hay salones de clase, computadoras y pueden alojarse para estudiar. Hoy tenemos cerca de 200 estudiantes en el INR que están haciendo diferentes carreras universitarias. Allí tienen su lugar de estudio y de dormitorio. En la Unidad N° 9, que estaba sin uso, porque era el viejo Hospital Musto -junto con la N° 5-, se hizo a nuevo un piso y hay 38 mujeres con hijos. Se ha hablado en la prensa que no tenemos más lugares para madres con hijos. Tenemos en la planta alta 38 – 8 – lugares y en la planta baja el próximo 10 el señor ministro me va a acompañar a la inauguración de 12 lugares más para mujeres con hijos. Si la Justicia dispone que entren mujeres con hijos tenemos 12 plazas a inaugurar, además de las 38 ocupadas; o sea que no hay problema para el ingreso. En la Unidad N° 13, Las Rosas, se hizo una chacra para 30 personas y se habilitaron 90 lugares más que estaban en desuso porque eran talleres de la antigua cárcel. Están en calidad de progresividad. Inclusive, hay una habitación del equipo de rugby Fénix. Esa modalidad se copió de Argentina; hacen rugby y conviven. Es una experiencia muy buena. En la unidad de Artigas se hizo una cárcel de mujeres en la chacra para 20 personas. En la unidad de Rocha también se hizo un lugar. Se sacaron los contenedores que eran provisorios y estaban muy feos y se hicieron 20 lugares nuevos. Teníamos cuatro cárceles viejas, de 1880, que no cumplían el más mínimo requisito de rehabilitación. Una es la de Trinidad, Flores, que la cerramos; la otra es la de Tacuarembó, que se clausuró la que estaba al lado de la Jefatura y se hizo una nueva, en la chacra, para 150 personas. También se hizo preegreso y se ganaron 94 lugares. Esto da 854 lugares que ya están en uso. Estamos remodelando en este momento en la antigua Cárcel Central el cuarto piso con 52 lugares; en menos de un mes estará pronto. En la Unidad N° 4, ya dije, hay 400 lugares para inaugurar del Módulo 1, donde fue el motín. En la Unidad N° 5 se ganó el espacio al viejo Hospital Musto con 50 lugares que va a inaugurar el señor ministro el 10, destinado a progresividad: las internas que van progresando. Ayer se inauguró una experiencia nueva con la Universidad de Montevideo. Una empresa donó computadoras para trabajar. Esas internas que van a trabajar en computación van a dormir en ese lugar nuevo. Ya dije que en Tacuarembó se hizo una cárcel nueva para 150 personas y sustituimos la vieja que era para 80. Ganamos puestos. Hay un director muy involucrado, operador penitenciario, la nueva figura del INR, que está haciendo un excelente trabajo. Todos los que están en Tacuarembó estudian o trabajan. Está prohibido no hacer nada. Eso es muy importante. En la Unidad N° 15, Melo, estamos construyendo una barraca para 97 personas -está muy adelantada-, porque habían tomado como plazas un comedor. En lugar de comer ahí están durmiendo. Con el nuevo local queremos que coman todos juntos. En Salto hay 45 lugares en la cárcel de mujeres. En la cárcel de Salto hay muchas mujeres hacinadas; las mismas internas están construyendo una cárcel femenina y una batería de 10 salones. Es un edificio muy bueno que se está haciendo en Salto, con una directora excelente que tenemos, que también es operadora, la nueva figura del INR. La Unidad N° 21 de Artigas es una cárcel que está totalmente fuera de lugar, en Jefatura. En el próximo mes de octubre vamos a inaugurar una cárcel grande en la chacra de Pintado Grande. Ahí vamos a llevar a la gente de Artigas y también de Salto, que está muy congestionada. Una de las proyectadas es la Unidad N° 5, que va a ir para la PPP de Punta de Rieles. Hoy la Unidad N° 5 está hacinada, porque no es una cárcel; es el viejo Hospital – 9 – Musto que lo usamos de cárcel, pero no cumple con las mínimas condiciones. En la nueva cárcel va a haber un sector especial para las PPL trans. En la unidad de Salto se van a construir 155 plazas más. Se ha multiplicado por seis la cantidad de gente en la cárcel. También tenemos la PPP en Libertad; si bien va a ser una cárcel grande, estará dividida por unidades. Somos conscientes de que no se puede controlar una cárcel de mil o dos mil personas. Va a ser dividida en tres cárceles y cada una tendrá un director; contará con 460 plazas cada una. Si bien algún servicio podrá ser común, cada director tendrá su cárcel y habrá un centro de admisión para 30 internos. Con todas estas plazas vamos a llegar a 2.481 para hombres y 566 para mujeres, lo que nos da un margen de 500 lugares libres entre hombres y mujeres, que es el pulmón que dejamos por si aumenta la población.

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