Política nacional

Diferencias  inconcebibles – coincidencias necesarias

Zósimo Nogueira

La policía es una sola, sus integrantes salvo raras excepciones provienen de la misma clase social, de la clase trabajadora, por lo general con pasado familiar en la institución.

Muchos oficiales descienden de personal subalterno, también los hay que ingresaron como agentes pero lograron ascender y cambiar de categoría.

Por estas cuestiones, se deben evitar divisiones y descalificaciones.

Hemos batallado y triunfado en transformar conceptos y oportunidades importantes. Desde los mandos promovimos la modificación y anulación del término Agente de 2da del escalafón policial,  no hay personas de 1ra y de 2da. 

Es un término ofensivo y así lo hicimos saber al entonces Director de la Policía Nacional Guarteche.

También entendimos que la carrera policial no debe coartar las posibilidades de ascenso por haber ingresado como personal subalterno, promovimos su modificación y generar oportunidades de ascenso desde todos los ámbitos. Un proyecto de vida.

Somos una sola familia profesional, una sola unidad y por lo tanto las únicas limitaciones para los ascensos deben ser los distintos niveles de preparación académica y la experiencia del ejercicio de la función.

Se armoniza la formación profesional de subalternos y cadetes en simetría con el criterio de equivalencias jerárquicas fijado en la Ley Orgánica  Policial

Estas modificaciones en la carrera policial hace ilegitima toda reivindicación clasista, de sangre azul o no azul; todos tienen la oportunidad de alcanzar los rangos más altos, es cuestión de metas.

Se corta atajos estudiando  en el ámbito civil y se ingresa a la carrera como cadete, o por camino más largo ingresando como personal subalterno y escalando grado a grado, hasta llegar a oficial.

Es cuestión de esfuerzo y del desarrollo de las potencialidades individuales de cada persona.

Esas diferencias que acercan o alejan están dadas por pertenecer a una organización jerárquica, con potestades de mando y obligación de obediencia que fijan o eliminan espacios de responsabilidad.  

Al superior le cabe dirigir los actos de sus subordinados y a estos la responsabilidad de ejecutar lo dispuesto.

Todos los actos policiales  tienen la carga de la ley y por lo tanto están bajo el control y tutelaje de fiscales y jueces.    

Hay una comunión de intereses del personal en actividad y en retiro.

Fuera de la interna de las diversas organizaciones policiales debería buscarse consensos.

En la unión esta la fuerza y la autenticidad de las reivindicaciones.

El Circulo Policial del Uruguay, los Círculos Policiales del Interior del país, los Sindicatos Policiales, Centros de Sub Oficiales, Centro de Jubilados Policiales y todo núcleo de efectivos policiales deben generar mecanismos de interrelación para alzar la voz en conjunto, aún en la disidencia.

Nadie ignora las ventajas o desventajas que pueden generarse con modificaciones o la anulación de parte de la LUC.

 No se ignoran los problemas habitacionales, de trasporte, de medios de comunicación, logística, vestimenta, armamento que subsisten y mutan permanentemente.

Las custodias interminables en lugares inhóspitos e inseguros que se realizan.

Problemas que afectan mayormente al personal subalterno y que deben ser canalizados por los superiores en los ámbitos de decisión.

Involucran las responsabilidades del mando, muy bien definidas en aquellos antiguos cursos de Estado Mayor, es obligación del superior velar por el bienestar de sus subordinados y conocer todos los imponderables para el ejercicio armónico y profesional de la función. 

Tanto la comisión Directiva del Circulo Policial, como el Sindicato Policial comparecieron ante el legislativo en ocasión del tratamiento de la Luc, también hubo entrevistas con la cúpula Ministerial promoviendo mejoras en el presupuesto. Muchas coincidencias, también disidencias.

Se avecina la reforma del sistema jubilatorio, los portavoces de las demandas de socios y afiliados deben considerar que el escalafón jerárquico es uno y quienes hoy son subalternos mañana pueden pasar a la categoría de oficiales.

No debe haber posiciones encontradas por la jerarquía que se ostente.

Abordando el tema de las jerarquías.

Discrepo con algunos jerarcas y compañeros que promueven la equiparación y acumulación de títulos universitarios para jerarquizar los mandos policiales.

Es más, no creo que se logre o se haya logrado ninguna mejora en el nivel de preparación de los oficiales policías por el hecho de ser reconocidos como licenciados en Seguridad por parte de la UDELAR.

La carrera policial tiene como componentes un 50% de escolaridad que según la jerarquía sobrepasa largamente la carga horaria de una licenciatura y otro 50% consiste en la experiencia en terreno, en la lucha diaria, aplicando la ley sin apartarse de ella y con riesgo de vida siempre latente.

Cada curso de pasaje de grado debería considerarse como un posgrado. Para alcanzar las máximas jerarquías se supera la carga horaria de un Doctorado. La denominación del rango ya de por sí es un reconocimiento.

Para que superponer títulos, el grado es un sello de distinción.

Sobre el policía subalterno siempre se habla de poca escolaridad, que debería contar con estudios técnicos avanzados u universitarios.

Estaría bárbaro, pero alguien cree que realmente ello sea necesario.

¿Cuál sería su salario? Integra una institución jerárquica, puede y debe recurrir a sus mandos cuando dude o no entienda y el superior cuando aplica la ley tiene a fiscales y jueces para enterar, y atenerse a las normas que fija el sistema.

Con el ciclo básico es suficiente lo demás lo va adquiriendo con los cursos de preparación funcional. Entrenamiento, manejo de armas y tecnologías. Se juega la vida por el solo hecho se vestir un uniforme o realizar la tarea policiaca. ¿Se le puede exigir algo más?

Se les pregunta sobre tácticas y estrategias, eso es resorte de los mandos. La preparación académica de cada individuo policía es acorde a la tarea a desempeñar y al rango que ostente. 

Eso lo hace menos importante. No señor, los universitarios no hacen su tarea, no arriesgan la vida por un salario de Agente de policía.

Aunque por caminos distintos han coincidido el Sindicato y el Círculo policial repudiando hechos en que policías han sido víctimas del delito. Agresiones y ofensas en el ejercicio de la función con difusión por redes y la prensa, hechos ocurridos tanto en Montevideo como interior, y a lo último se ha incitado al odio a través de una radio comunitaria.

Como actualidad tenemos la resolución del ejecutivo de contratar mil retirados policiales. Retoman el estatus policial, se les destinara a Comisarias con directivas de afianzar vínculos con la comunidad.

En sus uniformes usaran los distintivos jerárquicos que poseían al momento del retiro

Para Agentes, Cabos y Sargentos retirados el salario será equivalente al  60% del sueldo de Agente y para los Suboficiales, Oficiales Ayudante y Oficiales principales el 60% del salario de los Suboficiales. No genera otro beneficio.  

Las contrataciones se irán realizando una vez se dejen sin efecto los contratos de becarios.

Verdaderamente un despropósito y falta de consideración con servidores de la patria en sus años viejos. Poco salario y sin modificación de la cedula jubilatoria.

Para cumplir con este propósito hubo asignación de recursos, seria de mayor utilidad generar vacantes presupuestales aunque sean menos.

El Ministerio del Interior manifestó agilizar los atrasos de juntas médicas que liberarían vacantes y reasumirían funciones muchos policías.

Creando vacantes, liberando vacantes y reincorporando policías se puede aumentar sensiblemente la fuerza efectiva policial.

Los retirados policiales son de mucha utilidad, por su experiencia, su ingenio permite anticiparse a una acción delictiva, pero están disminuidos físicamente.

En Números anteriores nos hemos explayado en una propuesta legislativa que propone se los habilite a realizar 222 y con ello mejora la seguridad y se cumple con una demanda ciudadana. No tiene costos para él Estado, mejora salarios, es una oferta digna para una función que puede cumplirse son eficacia          

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