Política Internacional

Elecciones anticipadas en Canadá

Lorenzo Aguirre

El ex director del Banco Central de Canadá, el economista Mark Carney, asumió hace unos días como primer ministro, reemplazando a Justin Trudeau, quien en un encuentro con Mary Simon – Gobernadora General, ejerciendo el cargo de jefa de Estado como representante del rey Carlos III de Inglaterra – presentó su dimisión tras perder el apoyo político luego de casi diez años de gobierno. Ahora, Mark Carney – tiene la responsabilidad de afrontar los embates prometidos por Donald Trump, respecto a aranceles, como asimismo el candente tema y amenaza en relación a la anexión de Canadá por parte de Estados Unidos -, se ha reunido también en Ottawa con la  mencionada Jefa de Estado, manifestándole disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas el próximo 28 de abril, seis meses antes de lo establecido, pues los correspondientes comicios estaban programados para el mes de octubre.

Los tiempos actuales traen vientos favorables para el “Partido Liberal” (“PL”), el más antiguo de Canadá – ideología socioliberal, progresismo, de posición centro izquierda – izquierda, cuyo líder es Mark Carney -, que, por cuarta vez desde el año 2015, podría lograr la victoria y además adueñarse de una mayoría en la Cámara Baja. Hoy en día, la mencionada agrupación política estaría contando con aproximadamente un 40% en intención de votos, pautando de esa forma 174 escaños – en 343 -, necesitando 172 para dicha mayoría.

Su figura más importante, Mark Carney – el pasado mes de enero sustituyó a Justin Trudeau como líder del “PL” -, fue responsable en dirigir el Banco Central de Canadá para superar la crisis financiera de 2008, y posteriormente la de 2013, convirtiéndose en el primer no ciudadano en conducir el Banco de Inglaterra, y resaltar por su enfoque al resistir el temporal del Brexit, en Reino Unido.

A nivel nacional, Mark Carney es partidario de eliminar el impuesto sobre carbono – instaurado por Justin Trudeau -, hecho que sin lugar a dudas deja señales concretas respecto a su distanciamiento respecto al ex primer ministro, mientras en lo internacional, el problema con la administración Trump, de una forma, u otra, podría dar resultados nefastos. Washington, puso aranceles del 25% a productos canadienses, como también “por razones de seguridad” – al decir del soberbio Donald Trump – un 10% a las exportaciones de energía, y ahora, un 25% adicional sobre el acero y aluminio.

Por su parte, Ottawa, contraatacó con impuestos que llegan a 21.000 millones de dólares a bienes de Estados Unidos, afectando alimentos, bebidas, vestimenta y electrodomésticos.

De todas formas, con el conflicto desatado y en tránsito por parte de Trump, y su presión de locos al duplicar las tasas, Canadá, igualmente frenó algunas cosas, como por ejemplo el recargo de 25% a la electricidad. Ontario, le vende a Michigan, Minnesota, y Nueva York, pero, más allá de lo expresado, ahora es dable resaltar que, para el pueblo canadiense, la prepotencia del presidente de Estados Unidos provocó un nacionalismo comercial, marcando una posición política.

Adquirir productos del país ya no es una decisión consumista, sino evidentemente una cuestión de principios expandiéndose hacia otros rubros, como, por ejemplo, la proyección turística desde Canadá hacia Estados Unidos, que evidenciará una merma algo más que considerable, con repercusiones severamente negativas para los estadounidenses pues se advierte una reducción de viajes, dejando una pérdida de unos 3.000 millones de dólares.

Obviamente, el conflicto no solo es un enfrentamiento comercial, sino el quebranto de una relación en cuanto a interdependencia económica y 150 años de cooperación que se marchan a la oscuridad, reflejando que no se puede depender de la actual administración Trump.

La pugna por el 24 Sussex

Canadá – segundo país del mundo en cuanto a territorio, luego de Rusia, con una población alrededor de 40 millones de personas, y siendo la octava economía más grande -, es una monarquía parlamentaria federal estructurada en 10 provincias, cuya capital, es Ottawa.

El partido más votado nombra a su líder como primer ministro, mientras que el segundo partido hace de su representante el líder de la oposición, creando un sistema de control sobre el gobierno.

El 28 de abril, la ciudadanía elegirá al nuevo residente del 24 Sussex Drive, la residencia oficial del primer ministro en Ottawa, Ontario. La principal disputa está centrada entre el “Partido Liberal” – como señaláramos, de ideología socio liberal, y posición centroizquierda -, de Mark Carney, con una intención de voto del 40%, y el “Partido Conservador” –fusión de dos partidos de derecha, “Partido Conservador Progresista”, y “Alianza Canadiense”-, de ideología conservadurismo, liberalismo económico, conservadurismo fiscal, federalismo, y de posición centroderecha – derecha, cuyo líder es Pierre Poilievre, miembro de la Cámara de los Comunes, y contando con un apoyo de 36%, otorgándole 134 diputados.

Más atrás, estaría el “Bloque Quebequés” (“BQ”) – establecido exclusivamente en Quebec -, de ideología socialdemocracia, nacionalismo quebequés, de posición izquierda, a favor de la independencia provincial.

Su líder, es Yves – François Blanchet, miembro del parlamento desde 2019, quien se llevaría 26 escaños.

En tercera posición, y bastante alejado, estaría el “Nuevo Partido Democrático” (“NPD”), de ideología socialdemocracia, progresismo, y posición izquierda, cuya figura central es Jagmeet Singh Jimmy Dhaliwa, de religión “Sij” (cuyo origen es a fines del siglo XV, en el Punjab, India), de ascendencia “Punjabi” (grupo étnico de la región Pujab, en India, y Pakistán), abogado canadiense de origen indio, el cual obtendría 7 representantes.

En los últimos lugares se encuentra el “Partido Verde”, de ideología ecologista, política verde, de posición izquierda, siendo su referente Elizabeth May, una activista defensora del medio ambiente, que alcanzaría 2 sillones parlamentarios, y el “Partido Popular de Canadá” (“PPC”), de ideología nacionalismo, conservadurismo, anticomunismo, de posición derecha, extrema derecha. Su líder, es Máxime Bernier, abogado, miembro del parlamento hasta el año 2019.

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