Política nacional

Hay mujeres que sin alaraca crecen y trascienden en sus profesiones

Zósimo Nogueira

En los mandos policiales ese cambio se viene dando desde hace mucho tiempo, ya en los inicios de la década del 70 pasaron a disputar y ocupar cargos de Oficiales.

En 1971 egresaron del Instituto de Enseñanza Profesional como oficiales ejecutivas Doris Sánchez, Yolanda Domínguez, Alida Silva. Fue el inicio.

Por entonces, personal femenino ya ocupaba cargos como oficiales en los sub escalafones administrativo, especializado o de apoyo y profesional. PA, PE y PT.

A partir de ese año se fueron incorporando mujeres a los cursos de Cadetes, fue aumentando su número y en la actualidad se encuentran realizando el curso un número similar de efectivos varones y femeninos.

La tendencia ha ido en crecimiento constante y sin que haya ninguna resolución de porcentajes.

Sin cuotas, siendo que esta función tiene componentes que debieran considerarse, no tanto para el ejercicio del mando sino para la ejecución de tareas, para acciones operativas.  

La criminalidad masculina es infinitamente superior a la criminalidad femenina y es una cuestión que implica las responsabilidades del mando al momento de realizar una operación, un procedimiento. La selección de personal.

Cuando haya equilibrio entre oferta, demanda laboral y las retribuciones se armonizaran las asimetrías.

La seguridad del empleo público, de las coberturas sociales y poca demanda laboral seduce al colectivo femenino y a sabiendas de los riesgos de vida disputan las vacantes

Las vacantes se disputan con las mismas reglas para varones y mujeres; la escolaridad determina los órdenes de precedencia para alcanzar las jerarquías internas en la Escuela de Oficiales.

Lo mismo ocurre en los cursos de personal subalterno.

Se valorizan de igual manera las capacidades intelectuales y las potencialidades. 

Varias de estas mujeres, del rango de oficiales, han estado al mando de unidades operativas básicas, como lo han sido en su momento la Comisaria de Menores; Comisaria de la Mujer y Adolescencia; y Comisarias Seccionales.

También de unidades superiores como el antiguo Cuerpo de Policía Femenina que funcionaba en el prado, donde se encuentra la dirección de represión al tráfico de drogas.

Alcanzaron los más altos rangos y comandaron Direcciones Nacionales y Jefaturas Departamentales de policía.

La Primera Jefa del Cuerpo de Policía Femenina fue Alida Silva; alcanzo el más alto rango policial Inspector General y fue la primera mujer en ser designada Jefe de Policía, distinción que ejerció en el Departamento de San José.

Otras Oficiales superiores, Graciela López y Cristina Domínguez ocuparon destinos de relevancia como Identificación Civil y la Jefatura de Lavalleja;  y la Dirección Nacional de Educación respectivamente.

La lista de policías mujeres exitosas es muy extensa y resulta difícil rememorar todos sus nombres, pero tanto en la oficialidad como en las escalas de menor jerarquía hay un alto componente del sexo femenino.

Actualmente la Jefatura de Policía de San José está a cargo de una mujer la Comisario Mayor Blanca Esther Olivera Sampayo y la Dirección Nacional de Bomberos hasta hace poco estuvo a cargo de la Comisario mayor Claudia Pérez Padilla.

En las fuerzas armadas ya han alcanzado puestos de comando como se ha difundido por medios de prensa, no nos corresponde enumerar.

Desconocemos los pormenores de las asimetrías de poder y decisión pues son cosas de  la interna de cada fuerza.

La Vicepresidente Escribana Beatriz Argimón ha designado como sus edecanes a Oficiales militares mujeres.

La nómina de Intendentes mujeres crece: Adriana Peña en Lavalleja, Patricia Ayala en Artigas y Ana María Olivera en Montevideo precedieron a Carolina Cosse.

En el futbol profesional ya hemos presenciado el arbitraje femenino de partidos oficiales masculinos. El Futbol femenino es toda una realidad, y muy competitiva.

En el periodismo hace mucho tiempo que existe una co-conducción femenina-masculina en los informativos centrales de televisión; y en Canal 10 hace rato fueron desplazados los hombres de la conducción del Informativo central. 

Cuantas mujeres defienden con vehemencia su pensamiento, ideología, Mercedes Vigil, Idea Vilariño, María Urruzola, Graciela Bianchi, Carolina Cosse, Blanca Rodríguez.

Escritoras, poetisas, empresarias, periodistas, profesionales, científicas, políticas y tantas otras profesiones y oficios han destacado por valores propios a la mujer uruguaya.  

No obstante vemos que ciertos colectivos insisten en distribuir cargos en la política por cuotas.

El 9 de marzo la Senadora Gloria Rodríguez entrego en manos propias a la Vicepresidente Beatriz Argimon su proyecto de ley paritaria.

Dice esta senadora que la ley de cuotas fue un avance pero que luego de 10 años de vigencia no fue suficiente.

Esta posición es antagónica con la de las senadoras de su mismo partido Graciela Bianchi y Carmen Asiain y ha motivado fuertes cruces de posicionamiento, expresándose ignoradas en una propuesta de tal magnitud.

Sin lugar a dudas discrepamos con cualquier tipo de fraccionamiento de espacios de poder partidarios por mandato de una ley, y lo consideramos un sistema de repartija compensatoria que no avala capacidades y esfuerzos personales

Por lo contrario, creemos que es una forma de desvalorizar al género femenino haciéndolo dependiente de una digitación sin la correlación ni con capacidades ni con electorado.

A la senadora Gloria Rodríguez la tenemos como un exponente de sacrificio, de vencer los diversos avatares de la contienda política por mérito propio.

No compartimos su propuesta, valoramos de igual forma a mujeres y hombres.

Insistimos en el precepto Constitucional de que todas las personas son iguales ante la ley salvo los talentos y las virtudes.

Igualdad de oportunidades, sin privilegios como ocurre en el ámbito privado.

El éxito, el triunfo; se logran con esfuerzo y dedicación. 

Los fraccionamientos, las cuotas políticas, posibilitan manipulaciones para posicionar a los incondicionales.

Blindan y empoderan a los líderes, en detrimento de la democracia interna partidaria.  

Igualdad, capacidad y esfuerzo personal. Propuestas, seducción del electorado y votos.

Esa es nuestra consigna, y aplaudimos el esfuerzo de esas mujeres que lograron su espacio en base a sus capacidades y esfuerzos personales.

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