ORSI vs. COSSE el poder en las sombras y el semáforo en rojo
César García Acosta
Mientras Yamandú Orsi en la sesión del Congreso de Intendentes en la que se votaba la presidencia anual del organismo, defendía la improvisada moción frenteamplista de postular a un blanco en su lugar, el discurso se sinceró ante la supremacía de la realidad. El argumento de que el Frente Amplio había llegado a un consenso para votar la gobernanza del Congreso, se desvaneció, encendiendo la luz roja de un imaginario semáforo político que terminó advirtiendo los riesgos al que se someten por el divorcio entre Orsi y Carolina Cosse en su lucha ante las elecciones internas de los partidos políticos de 2024.
A la luz de los frenteamplistas todo esto fue “un retroceso». Esto lo dijo el viernes 16 el ex intendente de Canelones Marcos Carámbula. La falta de acuerdo de un día antes entre Yamandú Orsi, Carolina Cosse y Andrés Lima para ocupar la presidencia del Congreso de Intendentes en 2023, que Carámbula lideró en los momentos más controversiales y de mayores desafíos de esa institución, mereció su más enérgico reproche.
Quizá lo radical de las posturas frentistas sea lo que más haya sorprendido, porque más allá de haber estado esta controversia en la agenda política con relativa insistencia en los últimos meses, la declaración esquiva de los Intendentes frenteamplistas los dejó en falsa escuadra a la hora de construir su mensaje político ya no sólo hacia la interna de los intendentes, sino hacia la gente que recibió en el escenario mayor de la sociedad, el duro golpe de no haber podido, como frenteamplistas, ponerse de acuerdo en algo tan elemental como que uno de los tres postulantes asumiera en nombre su partido una representación institucional.
Hoy es la sociedad uruguaya la que sabe que en la izquierda priman las posturas más radicales, y eso, se sabe, es una condición que en el país nadie quiere volver a vivir.
Quizá por eso voces como la de Marcos Carámbula adquieren un peso mayor: «Pude conversar con Yamandú (Orsi), me dio las explicaciones. A la luz de los frenteamplistas, fue un retroceso. Tenemos que tener la amplitud, la generosidad de decir ‘bueno, pongámonos de acuerdo y seguimos adelante'».
«Siempre ha sido nuestra característica, ponernos de acuerdo más allá de que cada cual siempre sus orientaciones y aspiraciones personales que son muy legítimas, muy legítimas, pero antes que nada está el proyecto, que es el del pueblo uruguayo», remarcó en entrevista con Ciudad Viva (TV Ciudad).
Los intendentes frenteamplistas no pasaron de alinearse detrás de una moción que repartía en seis meses el mandato, uno para Orsi y otro para Cosse, sólo por haber sido rechazada por cuestiones formales, sino que esto sucedió porque el Frente Amplio no encontró una defensa jurídicamente sólida para rebatir, la que por cierto existía. En cambio prefirieron dejar de transitar el camino formal para pasar al político con lo que solo lograron dejar en evidencia la verdad: Cosse fue severamente intransigente, y Orsi “quedo entre las cuerdas” ante la increíble definición del Intendente de Salto por también ubicarse en la contienda como un tercero en discordia para acceder a la presidencia del Congreso.
En la visión de Carámbula, ya no sólo como histórico dirigente de la izquierda, sino como ex presidente del Congreso de Intendentes, «muchos frenteamplistas» le trasladaron «con preocupación» por la falta de acuerdo entre los intendentes. Por eso llamó a que «esta elección nos sirva para adelante», bajo el entendido de que «la clave del Frente es la amplitud, la generosidad, la solidaridad, pensar en el proyecto, más allá de las ambiciones legítimas». «Es una construcción colectiva el Frente», remarcó.
El semáforo imaginario de la política quedó en rojo y va ser muy difícil modificar esta imagen que la izquierdas trasladó hacia la gente. Si el Frente Amplio no logra despegarse como una opción de cambio, sobre todo cuando los acuerdos debe ser la clave, deja en evidencia que la necesaria cohabitación política en el país es casi imposible.
El affaire de Orsi y Cosse tiene mucho de “incompatibilidad de caracteres”. En este caso, como en el familiar, ésta causa es la razón de los divorcios que más dividen a la sociedad.