Política nacional

La mentira disfrazada de verdad

Daniel Manduré

La pintura en óleo que aparece al pie de la nota es del pintor y escultor francés Jean-León Gèröme “La verdad”. Una bella dama, que desnuda y con látigo en mano va saliendo del pozo. La pintura representa la esperanza de que algún día la verdad saldrá del pozo y logrará prevalecer, derrotar y hasta castigar a la mentira.

Cuenta la leyenda que: Un día, la verdad y la mentira se cruzaron.

-Buen día- dijo la mentira

-Buen día- respondió la verdad

-Hermoso día- dijo la mentira

Entonces la verdad se asomó para confirmar si esto era cierto, y efectivamente era un muy lindo día.

-sí, hermoso día- confirmó la verdad

-Aún más hermoso está el lago- continuo diciendo la mentira

La verdad se asomó y miró hacia el lago. Era cierto el lago estaba hermoso.

-sí, está muy lindo- volvió a responder la verdad

La mentira fue hacia el lago, tocó el agua y dijo: -el agua está aún mejor, nademos-

La verdad tocó el agua y estaba ciertamente muy buena. Confió en la mentira.

Ambas se sacaron toda la ropa y desnudas se metieron al agua y comenzaron a nadar.

Un rato después la mentira salió del agua y se vistió con las ropas de la verdad.

La verdad al salir fue incapaz de vestirse con las ropas de la mentira, quedó totalmente desnuda y comenzó a caminar sin ropa, ante la mirada asombrada y hasta critica de la gente.

A veces la mentira intenta por todos los medios disfrazarse de verdad, aunque aún disfrazada continúe siendo la más grande de las mentiras.

La leyenda habla de cómo a veces la gente prefiere quedarse con una mentira disfrazada que con la verdad al desnudo.

Esta breve leyenda, basada en la genialidad del pintor francés nos permite hacer referencia a situaciones que se dan mucho en estos tiempos.

Donde todo parece servir y hasta sumar en esa maratón de mentiras en donde algunos parecen querer introducirnos.

Terreno sumamente peligroso, donde la política del “vale todo” parece pretender ganar la batalla.

A pocos días de un plebiscito, esa parece ser la estrategia de buena parte de los que encabezan el SI del voto rosado. Lamentable decisión.

¿Errores en ambos lados de la campaña? Si.  ¿Frases pocos claras y hasta desafortunadas de un lado y del otro? ¡También!

Pero la mentira fue sin dudas por lejos el principal ingrediente que acompaña, casi en exclusividad, al SI en toda su campaña.

Volteretas en el aire, pobreza dialéctica y argumentos raquíticos acompañan al PIT CNT y al Frente Amplio, que sin despeinarse y con rostro de mármol mienten con alevosía y premeditación.

Ya nos hemos referido a esto y queremos insistir.

Nos parece importante. Una campaña verdaderamente pobre, a la que intentan además “reforzarla” colocándose en un supuesto papel de víctimas.

Primero fue la desconformidad en el color de la papeleta, hablando de discriminación. Luego la vedette fue el Estadio Centenario al que exigían casi que a gritos para realizar un acto comercial de recaudación, y al que luego, con excusas, rechazaron.

Exigían la cadena y se la otorgaron…y está bien.

Ahora parece que la preocupación se centra en si habla el presidente en nombre del NO o si no lo hace.  Si lo hace en cadena o en conferencia de prensa. Nada sirve, todo está mal. Un presidente que parece no tener derecho a defender su propia ley.

En algún momento y también a grito pelado, se referían a la inconstitucionalidad de la ley de urgente consideración. Hasta que la Suprema Corte de Justicia les cerró la cavidad bucal con una fulminante resolución: “es constitucional en la forma, en su carácter y ajustada a derecho”.

Un día sacan una mentira, otro día otra…la lista es interminable. Desde que se va a privatizar la enseñanza, o a las empresas públicas, a fundir ANTEL, de gatillo fácil o que ahora se puede desalojar al inquilino en 3 días, como que la ley de alquileres, la de siempre, desapareciera. Se ha escuchado por ahí decir que se sacarán las ayudas del Mides y hasta las jubilaciones. Todo sirve para alimentar esa larga lista de infamias que parecen no tener fin.

Como no hay argumentos creíbles para defender la derogación de los 135 artículos, comenzaron a relacionar otros temas que nada tienen que ver con la LUC. Meten todo en la misma bolsa, buscan crear confusión.

Ni la pandemia que azotó y azota al mundo, ni la guerra en Ucrania parecen importar ni influir. La prensa los ha consultado, han dicho que la guerra es solo un pretexto.

Somos como un repollo aislado del mundo.

El aumento de los combustibles, la harina o el aceite será culpa de la LUC, nada tienen que ver, para los partidarios del SI, el conflicto mundial. Ni el precio del petróleo, ni el precio de la soja y el trigo, que alcanzaron los valores más altos en casi una década, nada de eso influye.

Un claro menosprecio a la inteligencia de la ciudadanía.

Cuando se ingresa en este terreno, la credibilidad del sistema está en juego. Cuando se recurre a estos pobres y engañosos argumentos una y otra vez, esa credibilidad queda pendiendo de un hilo.

Volvemos a lo del principio, tenemos plena confianza en el poder de la verdad. De que la verdad prevalezca. Que el ciudadano no se deje seducir por la demagogia barata y que como ocurre en el óleo del pintor francés la verdad salga con látigo en mano a castigar a los mentirosos.

De la única forma que en democracia y libertad se castiga, con el voto soberano en las urnas.

El próximo 27 de marzo también le decimos que NO a la mentira.

Compartir

Deja una respuesta