¿Porqué Tabaré?
Guzmán Ifrán
Amigos, hoy me dirijo a ustedes para enfatizar la importancia de elegir como candidato Colorado a la Presidencia de la República a un político unánimemente reconocido como un gran articulador y exitoso administrador. En tiempos de tantas complejidades y notorios desafíos, necesitamos líderes capaces de unir a la sociedad y gestionar eficientemente los recursos del pueblo. De modo que permítanme compartir con ustedes algunas razones por las cuales considero esta elección crucial para nuestro futuro partidario y como nación.
En primer lugar, un político articulador tiene la capacidad de unir y encolumnar en un esfuerzo común a diferentes sectores de la sociedad, en la persecución de objetivos superiores en pos del beneficio del conjunto. Y en mundo con tanta diversidad de perfiles personales y colectivos, esta cualidad se torna simplemente indispensable en quien pretenda liderar un modelo de desarrollo nacional superador y sostenible.
Lo mismo aplica en el frente político interno, en relación al futuro de la Coalición Multicolor. Estoy convencido que la misma llegó para quedarse, siendo menester en el corto plazo comenzar la ya impostergable etapa de su correcta organización, coordinación e institucionalización. Y ello es imposible sin articuladores calificados.
Es esencial que nuestro líder político sea capaz de escuchar todas las voces, comprender las diversas perspectivas y encontrar puntos en común. Un verdadero articulador tiene la habilidad de construir puentes y fomentar el diálogo constructivo, promoviendo la colaboración entre diferentes grupos y buscando soluciones que beneficien a todos.
Asimismo, y ya adentrándome en el terrero de la gestión de la cosa pública, la capacidad de administración es fundamental para garantizar el buen uso de los recursos del pueblo. Un buen administrador sabe cómo optimizar los recursos limitados, establecer prioridades y tomar decisiones basadas en datos y evidencias. Y en Tabaré contamos con un político que reúne largamente estas cualidades. Fue presidente de ANTEL en un momento clave del cambio tecnológico, sentando las bases fundamentales y estructurales sobre todo lo que a la postre desde el ente se consiguió.
Concretó una importante expansión del saneamiento cuando fue director de OSE, beneficiando directamente a decenas de miles y llevando los servicios del Estado a dónde no estaban.
Pero probablemente su reseña más emblemática como notable administrador, fue cuando asumió por primera vez como Intendente de Rivera. Llegó a esa Intendencia en una situación límite. Sin rodeos, encontró a la comuna fundida. Entonces reunió al sindicato y logró un acuerdo histórico, se bajó el sueldo un 50% y también consiguió la adhesión de los funcionarios al esfuerzo del que fuera ejemplo. Al año la Intendencia ya estaba estabilizada y gobernó por 10 años con una aprobación interna y externa de dimensiones extraordinarias. Construyó equipos profesionales y de alto rendimiento que garantizaron el futuro del proyecto político y de gestión. También fortaleció fuertemente la identidad partidaria a nivel local.
Tabaré también ha demostrado su capacidad de liderazgo en situaciones harto desafiantes, enfrentando con éxito obstáculos y crisis de las más diversas naturalezas.
Estoy absolutamente convencido que son este tipo de líderes, y no otros, los únicos capaces de inspirar confianza pública duradera, brindar estabilidad a los proyectos y guiar a la sociedad hacia un futuro mejor.
Al fin y al cabo, los ciudadanos votamos a políticos para que administren los recursos de todos. Por lo que no es sino nuestra responsabilidad apoyar y elegir líderes que demuestren estas cualidades.
Por eso Tabaré.