¡QUÉ FANTASMAS!
“Lo único peor que un mentiroso es un mentiroso que también es hipócrita”.
(Tennessee Williams)
Enric Marco fue presidente de la principal asociación de víctimas del nazismo en España, la Amical Mauthausen.
Marco decía ser un anarquista que fue deportado a Francia desde Barcelona. Según su versión la Gestapo lo arrestó en 1943 por ser miembro de la Resistencia francesa y lo confinó en el campo de concentración de Flossenbürg hasta 1945.
Fue un gran intérprete de su relato nada menos que durante 18 años, los sobrevivientes del exterminio nazi lo nombraron su representante, ofreció conferencias por doquier. En 2001 recibió la Cruz de Sant Jordi y, en 2005, hizo llorar a varios diputados al hablar en el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Sus discursos no escatimaban en cruentos detalles de su supuesto cautiverio en Flossenbürg
Después de una paciente investigación, el historiador Benito Bermejo, desnudó la farsa de Marco. Todo era una gran mentira.
Por el contrario, fue uno de los 20.000 españoles que trabajaron voluntariamente para los nazis, en su caso desde 1942, regresando a España un año después.
Marco, finalmente admitió públicamente que nunca había estado en un campo de concentración, pero durante varios años, su historia fue creída por 66 millones de personas.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD URUGUAYA ACTUAL NO ES PURA COINCIDENCIA Traje esta historia a colación porque en Uruguay también tenemos “Marcos” que se no solo se aferran a un relato mentiroso de la historia uruguaya reciente, sino que todos los días inventan nuevos relatos donde a ellos se les confina en una especie de campo de concentración imaginario y en el que siempre aparecen – faltaba más – como víctimas.
El hecho concreto que me motiva a escribir es que la Asociación de Magistrados Fiscales ha denunciado ante la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un presunto “hostigamiento” o “acoso” que sufrirían por parte del sistema político.
Esto motivó la realización de una audiencia citada por la Comisión Interamericana de la que participaron los fiscales y también representantes del Estado uruguayo.
Todos sabemos que la referida Comisión es otra cueva zurda, sin la menor enjundia ni ecuanimidad, que no solo tiene sentencias insólitas y totalmente flechadas, sino que ha pretendido atropellar a los poderes soberanos de los Estados para imponerles medidas incluso por encima de sus Constituciones.
Es la Corte donde compareció Perciballe como testigo contra el Estado uruguayo, funcionario del mismo, en el juicio de las tres tupamaras muertas, y en el que los abogados que debían defender al Uruguay, no ejercieron defensa válida alguna. Todos, Perciballe y Abogados debieron ser investigados por un presunto delito de prevaricato, cosa que no sucedió.
Pero, más allá de las nulas garantías de imparcialidad de la citada Comisión, comparecieron ante ella fiscales presuntamente “hostigados”: Ricardo Perciballe, Silvia Porteiro, Sabrina Flores y Rodrigo Morosolli. Según el Presidente de la Asociación de Fiscales, William Rosa, que también realizó varias declaraciones previas en los medios a favor de la “denuncia”, no estuvieron presentes Alicia Ghione (caso Penadés), Sandra Fleitas y Alejandro Machado (el fiscal que archivó al caso del Antel Arena), “por estar de licencia debido a la feria judicial”. Otra fiscal que aportó al tema fue la Fiscal de Flagrancia Brenda Puppo, cuestionando la falta de designación de un fiscal titular (Diario El País 11/07/2024).
Por el Estado uruguayo comparecieron el Dr. Gastón Gianero y el Dr. Wáshington Abdala y, a diferencia de lo ocurrido otras veces anteriores donde los representantes del Estado uruguayo fueron un “pelotazo en contra” y no defendieron nada, esta vez, los juristas mencionados hicieron valiosos aportes.
Los denunciantes presentaron un video donde recogieron cuestionamientos realizados, sobre todo por legisladores, a la gestión de los fiscales en diversos casos concretos y la situación de la Fiscalía en general.
También se tomaron el trabajo de alquilar una sala del Antel donde concurrieron más de 30 fiscales para mirar la audiencia.
Ese personaje siniestro y de rostro pétreo, el Dr. Perciballe, habló de “acoso y ataque” y se quejó hasta de un proyecto de ley que Cabildo Abierto presentó para que también los fiscales – no solo los abogados y procuradores – puedan incurrir en el delito de prevaricato. Esto se produciría cuando un Fiscal, faltando a sus deberes profesionales, perjudique los intereses de la parte que defiende o represente judicial o administrativamente.
El Dr.Gianero destacó el derecho a la libertad de expresión del pensamiento de quienes han expresado críticas a la actuación de los fiscales, señalando que el Estado “no va a censurar dichos de ciudadanos”. “Más allá de la afectación personal de los fiscales, las mismas no son institucionales, por el contrario, la institucionalidad ha encontrado los mecanismos pertinentes para mantener dicha independencia” (Crónica cit. Diario El País).
Por su parte, el Dr, Wáshington Abdala también hizo hincapié en la libertad de expresión como máxima constitucional y el hecho de que no hay ningún fiscal que sufra consecuencias de ese posible hostigamiento. También habló de las filtraciones de causas que estaban en la órbita de Fiscalía y la “dilación descomunal” que hubo en los casos Morabito, Gas Sayago, Hospital Policial y Antel Arena.
SI NO PODEMOS EN CASA, INTENTEMOS DESDE AFUERA Lo sucedido forma parte de una nueva moda de la izquierda que, cuando no puede hacer valer sus propósitos en el ámbito interno de los países, recurre a organismos internacionales –conscientes de su sesgo ideológico – para intentar imponer sus pretensiones desde afuera.
Una demostración de que esto ocurrido con los fiscales no es un caso aislado, es lo que pasó con Gustavo Petro, Presidente de Colombia recientemente.
Existiendo mucha oposición a sus propósitos en su país, Petro buscó respaldo directo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en su resistida agenda interna para acelerar la implementación del Acuerdo de Paz con las FARC que se firmó en 2016, la compra express de tierras, la paz total y el canje de deuda. O sea, llevó a un escenario internacional asuntos que deben ser decididos por los colombianos en el ámbito nacional. Esto forma parte de una indisimulada estrategia de la izquierda latinoamericana de promover la inmiscuencia de organismos internacionales dominados por afinidades ideológicas, pasando por encima de las constituciones y la soberanía nacional de los países.
LA TIRANÍA DE LOS FISCALES Ya hemos escrito mucho sobre la vergüenza nacional que es la Fiscalía de Corte uruguaya y no por culpa de quién ocupa actualmente y provisoriamente la jerarquía interina de esta institución
Hay verdades de a puño que nadie se ha atrevido a desmentir.
¿Es cierto o falso que el ex Fiscal Jorge Díaz politizó la gestión de los fiscales, formando una “manada” que denunció la ex fiscal Gabriela Fossatti en su libro “Cara oculta del Sistema Judicial en Uruguay” (“El Poder de la Manada”)?
¿Es cierto o falso que la Dra. Gabriela Fossati no se anduvo con vueltas dando nombres y apellidos sin que nadie saliera a rebatirla?
¿Es cierto o falso que es “vox populi” que quién lo sucedió en el cargo, el Fiscal de Corte Adjunto Juan Gómez le fue obediente o por lo menos funcional al ex – Fiscal Díaz y a esa “manada” antes denunciada?
¿Es cierto o falso que el Fiscal Ricardo Perciballe y antes de él la ex Fiscal Mirtha Guianze, han “fabricado” causas contra ex militares, ex policías y hasta civiles que están presos injustamente, logrando que jueces complacientes y compañeros de ideología los condenaran?
¿Es cierto o falso que los Fiscales son una casta privilegiada que tiene el monopolio de la investigación y que los jueces están “pintados” para ampliar probanzas e investigaciones, aun cuando sea evidente que los fiscales no han completado su trabajo?
¿Es cierto o falso que, en general, las causas tienen “velocidad diferente” según que el investigado por los fiscales sean personas identificadas con el Frente Amplio o con otros partidos políticos, siendo muy lentas aquellas y muy veloces las segundas?
¿Es cierto o falso la “dilación descomunal” en los casos mencionados por el Dr. Abdala, a los que podría sumarse el caso de los docentes integrantes de Fenapes que usaron horas sindicales en forma irregular?
¿Es cierto o falso que ha habido “selectas” filtraciones desde Fiscalía, en las que ha sido “estrella” el periodista Eduardo Preve?
¿Es cierto o falso que algunos fiscales extorsionan con la prisión para lograr conseguir la admisión de delitos que no se han cometido, para evitar sufrir luego los “manejos de los tiempos” como los que realiza la Fiscal Ghione en el caso Penadés?
¿Es cierto o falso que el Frente Amplio ha bloqueado toda posibilidad de acuerdo para la designación de un nuevo fiscal o un triunvirato porque está conforme en mantener un “comité de base” en la Fiscalía?
Dejo abierta las respuestas para que el lector pueda contestárselas a sí mismo con libertad y con sus propios elementos de juicio.
LOS “MARCO” CRIOLLOS Existe un paralelismo entre el personaje inicial de nuestro artículo y algunos farsantes locales.
Hay personas que se ciñen a un relato inventado y pretenden erigirse en víctimas cuando en realidad son victimarios. Pretenden que se les aplauda pero no soportan las críticas y, en su mentalidad totalitaria, quieren suprimir hasta la libertad de expresión del pensamiento para que no se les desenmascare.
Son una vergüenza para la institucionalidad y el sistema democrático.
Mientras, hay víctimas de carne y hueso que están sufriendo las consecuencias de que este estado de situación no genere reacciones más enérgicas de los sectores democráticos del espectro político.
Pero también hay víctimas más sustanciales y permanentes: la Verdad y la Justicia.