Riesgo y contrataciones en salud
Alvaro Vero
Al momento de suministrar un servicio es la opción de producir el mismo o contratarlo externamente.- A veces no resulta conveniente y es mejor contratarlo por sus costos, pero ante necesidad de cierta reputación, de servicios inseguros, cuando no se tiene control de los costos, en situaciones donde las relaciones son inciertas, o agentes oportunistas, sin reputación, o cuando el mercado necesita seguridad y calidad de servicios es necesario brindarlos y no contratarlos.
Nuestro caso- SALTEÑO- puede ser calificado como una estrategia mixta, de cuasi –producción, con contratos a largo plazo e históricos.
Pero además en un mercado atípico donde la mayor producción de servicios externos ( es decir compras ) está alimentada desde el propio contratante a través de sus directivos responsables que son los mismos de las anónimas externas.- La utilización de servicios no tiene techo entonces ni límites del gasto más que los ingresos del contratante.-
El marco legal del Sistema Nacional de Salud admite la compra de servicios pero esto no debería ser lo general sino las excepciones, pues entra el riesgo la capacidad de gestión del comprador.
Es sabido que en la época de la industrialización del automóvil Henry Ford tercerizaba algunas cosas pero lo central jamás, lo que era acero, mecánica y montaje eran propios, y tercerizaba carburadores Zenith de varios proveedores al igual que bocinas o limpiaparabrisas.-
Para el caso de la salud es impensable adquirir servicios como CTI, salas de cirugía, y otros de complejidad donde se juega la calidad y la aceptación de los servicios y marca la diferencia.-
Diferente si la relación contractual fuera una estrategia de gestión compartida donde el sistema estaría regulado por desafíos y objetivos comunes que no es nuestro caso.-
En suma debe decidirse que se va a hacer y que se va a comprar. Aquí se compra todo lo que aparece afuera, aparatología, áreas específicas de tratamientos complejos y cuando son costosos como un IMAE el comprador invierte miles de dólares de los usuarios pacientes en capitalizar una agencia anónima o sanatorio para pagarle después el servicio que financió,.-
Dentro de los riesgos de este mercado imperfecto está qué medidas se adoptan cuando no se cumple con el servicio. Tal es el caso de la empresa Cacennas CTI que se fundió y en 24 hs. dejó de prestar servicios sin mayor explicación; o los laboratorios SRL que en determinado momento amenazaron con no prestar servicios a la lAMC, de cerrar, etc. por lo que de acuerdo al marco legal es la cooperativa médica que deberá hacerse cargo de los pasivos que tenga la empresa.- Es decir riesgo cero.- (ley de tercerizaciones 18.251).- (en Salto)
Uno de los deberes del proyecto de gestión es responder a identificar los riesgos relativos de las contrataciones ¿pero cómo se podrá hacer?
Teniendo en cuenta que el gerente proviene para transparentar los intereses propios de una anónima donde trabajó y por lo que fue designado, cuando además es familiar directo de miembro de la comisión fiscal, y cuando la dirección fue a dedo, no concursada ni capacitada, simplemente un títere del dueño del circo, sólo permanecerá allí mientras no se le ocurran justamente medir los riesgos de los contratos.
Un contrato es un acuerdo entre dos o más partes, la mayoría de las veces es un documento legal formal como lo exige la JUNASA, pero no es así, hay inobservancia de la norma, entonces tanto en ASSE como en las IAMC se contratan servicios externos sin la vigilancia del estado.
Se debe incluir una descripción perfecta de los servicios que se compran, los requerimientos de calidad, el precio, etc. nada de esto acontece. El comprador del servicio abastece además hasta de los salarios de personal dependiente de los sanatorios.
Es por ello que se necesita una auditoría externa que ajuste las enormes desprolijidades que termina pagando el paciente; el mismo que después sufre las carencias y omisiones de los servicios.