Rodrigo Paz; de socialista,
a “capitalismo para todos”
Lorenzo Aguirre
Una “Misión de Observación Electoral” de la Unión Europea estuvo presente en Bolivia, para monitorear la segunda vuelta de las presidenciales. La delegación del Parlamento Europeo, integrado por cinco representantes de distintos bloques políticos, y miembros del cuerpo diplomático de la Unión Europea, como asimismo de Canadá, y Suiza, participaron en el control electoral, calificando la elección, como “muestra de madurez institucional”. Con 87% de participación – según el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia -, el candidato Rodrigo Paz, por el “Partido Demócrata Cristiano” – posición centro, reformista -, obtuvo la victoria con 54.6% (3.357.000 votos), mientras su oponente, Jorge Quiroga, de “Alianza Libre” – ideología, liberalismo económico, tecnocracia, posición derecha -, quedara en segundo lugar con 45.4% (2.790.000 papeletas). Rodrigo Paz, que asumirá el gobierno el próximo sábado 8 de noviembre, afrontará una inflación de 25%, un congreso fragmentado, y a Evo Morales – la semana pasada la Fiscalía de Bolivia presentó la acusación formal contra el mencionado expresidente, por “delito de trata agravada de personas”, “abuso sexual”, además de ser acusado de 8 faltas severas, incluida “alto terrorismo” – generando tensiones. La “Central Obrera Boliviana”, advirtió: “el gobierno entrante necesitará mucha habilidad política para evitar las acciones programadas y las organizadas protestas callejeras”.
Rodrigo Paz, es hijo del expresidente de centro derecha Jaime Paz Zamora, quien fuera líder del “Movimiento de Izquierda Revolucionario” (“MIR”) – agrupación inscripta en la “Internacional Socialista”, de posición ultraizquierda -, y escapara a España, país en el cual naciera su hijo Rodrigo. En 1982, Bolivia vuelve a la democracia, y Jaime Paz Zamora asume como vicepresidente de Hernán Siles Zuazo (vicepresidente en el gobierno de facto de Paz Estenssoro).
El futuro mandatario, Rodrigo Paz, senador de centro derecha – otrora militando en la “Juventud Socialista” -, ganó las nacionales frente al expresidente conservador Jorge Quiroga, marcando de esta manera un supuesto cambio en Bolivia, pues en los últimos 20 años fue gobernada por la ultraizquierda del “Movimiento Al Socialismo” (“MAS”), controlado por el expresidente Evo Morales, dirigente sindical cocalero que, apenas asumiera el poder en 2006, iniciara alianzas con Cuba, Venezuela, Nicaragua, y Rusia.
Quiroga, presidente de Bolivia desde agosto de 2001, hasta agosto de 2002, se convirtió en líder de “Acción Democrática Nacional” (“ADN”), presidiendo después del fallecimiento de Hugo Banzer, dictador que ejerciera como presidente desde 1971 a 1978, y de 1997 a 2001.
Quiroga, prometía cambios radicales y profundos recortes en el gasto público, como también el cierre, o privatización, de empresas estatales deficitarias, mientras Rodrigo Paz – había ganado en primera vuelta – prefirió una propuesta moderada, con un cambio de ruta menos pronunciado, y de forma gradual.
Rodrigo Paz, que tendrá incisivos problemas económicos – señaló la búsqueda de acuerdos con Estados Unidos por 1.500 millones de dólares para asegurar el suministro de combustible -, promete bajar impuestos, plantea un esquema de subsidio diferencial, como también descentralización del presupuesto entre provincias.
Pero la aguda problemática debe ser abordarla de manera urgente, porque Bolivia se queda sin divisas; ya no puede conseguir los 60 millones de dólares semanales para importar combustible, tiene una inflación insostenible – entre las más altas de la región -, la recesión forma parte de la peor crisis económica de los últimos 20 años, vive escasez de alimentos, medicinas, y un Estado totalmente endeudado con empresas públicas que no producen en absoluto.
Para redondear la imagen, las exportaciones están por el suelo, con reservas menores a 3.000 millones de dólares, y una deuda pública delirante.
Al parecer, Paz, está pensando en redefinir las relaciones internacionales que se llevaron a cabo en las alianzas de “MAS” – Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán, Rusia, China, y Corea del Norte -, dejando en el aire la propuesta “capitalismo para todos los bolivianos”, “encíclica” proveniente de este ex militante socialista, e hijo de un líder del “Movimiento de Izquierda Revolucionario”.
Don Rodrigo, ahora pertenece al “Partido Demócrata Cristiano”, mostrando una corriente de centro, reformista, con sentido “transversal”, término y acción que fue parte de una estrategia electoral buscando al votante dentro de una posición amplia, de diferentes ideologías, una especie de “atrapalotodo” incluyendo por supuesto anticapitalismo, y asimismo un sistema de economía mixta.
Rodrigo Paz, y su “PDC” obtuvieron 16 escaños en el senado (se necesita 19 para mayoría), y 49 asientos en diputados (se requiere 66 para mayoría), mientras Jorge Quiroga (“ADN”), se llevó 12 senadores y 39 diputados.
El “MAS” (“Movimiento Al Socialismo”), del ex líder Evo Morales, no tiene ningún senador, y solamente rescató dos diputados.
Ahora, Morales, ha formado “Evo Pueblo” – escisión del “Movimiento Al Socialismo” -, partido no registrado, de ideología “evismo”, marxismo, ultraizquierda, antiimperialista, y fundamentalmente anticapitalista…
Estaba recordando; el ex mandatario Evo Morales cuenta con unos magros centavos que suman más de seiscientos millones de euros –guardaditos en Europa -, y es líder de uno de los cárteles más grandes del mundo. Morales, fue socio de Pablo Escobar, como asimismo compañero de “Chapo” Guzmán, y del “Cártel de Sinaloa”, llamado también “Cártel del Pacífico”, organización criminal mejicana dedicada al narcotráfico, prostitución, y negocio de armas – entre otras “bondades” -, teniendo como aliados a la “Cosa Nostra”, “Mafia de México”, y “Sendero Luminoso”.
Durante catorce años en el gobierno, Evo Morales fue en forma paralela presidente de seis organizaciones cocaleras que producían el noventa por ciento de cocaína, la cual se transportara desde su aeropuerto clandestino.
Traducido al español; Evo Morales ha sido considerado el “supremo” jefe de los narcotraficantes de Bolivia, al igual que Diosdado Cabello en Venezuela, pero “legalizado” por el presidente de Bolivia, o sea, él mismo.