Danzando entre los cargos
Daniel Manduré
Solo alguien con poderes para trascender lo terrenal puede llegar a lograr lo del actual presidente de ASSE, Dr. Álvaro Danza. Alguien que supere las leyes naturales o con la capacidad de volar o desdoblarse físicamente, todo ello más atribuible a personajes de ficción, relatos religiosos o mitos, que a seres de la vida real. No lo veo a Danza con poderes telepáticos ni de telequinesis. La física, salvo en el mundo cuántico, no brinda tampoco las herramientas para la teletransportación.
Es imposible poder lograr lo que logra el Dr. Danza. Estar brindando su asistencia profesional en dos lugares al mismo tiempo, el mismo día y a la misma hora, como quedó claramente comprobado.
Lo del actual presidente de ASSE huele mal desde un comienzo. Asume el 26 de marzo y desde el otro día de esa asunción desaparece por tres meses entre viajes, licencias extraordinarias y licencias anuales acumuladas. En plenas denuncias públicas por aumentos obscenos de cargos gerenciales y adjuntos, que tuvo el rechazo del gremio y de los sectores opositores, el Dr. Danza estaba ausente.
Luego nos enteramos de que además de comenzar a presidir el mayor prestador de salud del Uruguay, con 37 mil funcionarios y que atiende a casi 1 millón y medio de usuarios, el Dr. Danza tiene relación laboral con tres mutualistas privadas, estrechamente vinculadas al organismo que preside, Asociación Española, Medica Uruguaya y la Cooperativa medica de Soriano, CAMS. Es además profesor grado 5 en Hospital Pasteur y dirigía la revista medica del CASMU en la que solicitó licencia recientemente.
Lo del Dr. Álvaro Danza es tan insostenible como indefendible. Es violatorio de la constitución en su artículo 200, que reza: “no podrán ser nombrados para cargos, ni siquiera honorarios aquellos que estén directa o indirectamente dependiendo de instituciones de las que forman parte, salvo en funciones de docencia”.
Más allá de ser violatorio de la constitución y de la ley està muy alejado de todo principio ético.
La ciudadanía merece que un servidor público responsable del mayor prestador de salud del país, con centros de atención distribuidos por todo el territorio nacional le brinde una dedicación a tiempo completo si queremos que el desempeño de esa función sea realizado con la calidad necesaria. Y no que sea repartida con 4 o 5 obligaciones más. Sobre todo en alguien que no tiene experiencias anteriores en administración de servicios de salud.
Trascendió información periodística en estos últimos días que agrava aún más su ya complicada situación y que muestra al Dr. Danza el mismo día y a la misma hora realizando tareas profesionales en dos lados a la vez.
Marcaba tarjeta en forma virtual en uno de sus trabajos de 8.26 a 12.51 en Montevideo y el mismo día a las 10.45 aparecía recorriendo un Hospital de Flores. Marcaba tarjeta otro día de 8.02 a 11.18 en un lugar y ese mismo día a las 11 estaba en primera fila sentado asistiendo a una actividad sobre salud mental.
De otra galaxia lo del Dr. Andrés Lanza. Superando todo principio de la física.
Tan triste como real.
Lo peor de esta situación es el apoyo de confianza para permanecer en el cargo de la propia ministra y sobre todo del presidente Yamandù Orsi.
No estamos hablamos del nivel profesional del jerarca, un grado 5 al que no cuestionamos desde ese lugar, pero del que tampoco conocemos antecedentes ni experiencias de gestión previas para administrar un servicio con la complejidad de ASSE.
El Frente Amplio ya tiene antecedentes oscuros en períodos anteriores en ASSE, no es algo nuevo.
Álvaro Danza debe renunciar, si no le pide la renuncia la ministra se la debe solicitar el presidente Orsi.
La ciudadanía en un tema de alta sensibilidad como la salud espera y merece otra cosa y no un jerarca que viva el día danzando entre los cargos.