Segunda vuelta con cuatro en escena
Jorge Bonino
Las elecciones nacionales han repartido alegrías y tristezas (o más bien frustraciones) a diestra, siniestra… y también al centro. En líneas generales no hubo grandes sorpresas en función de las estimaciones que venían realizando las principales encuestadoras de plaza: el Frente Amplio fue el partido más votado, el Partido Nacional se ubicó en el segundo lugar, habrá balotaje entre las fórmulas Yamandú Orsi – Carolina Cosse y Álvaro Delgado – Valeria Ripoll, el plebiscito por la seguridad social no alcanzó el porcentaje necesario, y tampoco lo hizo el relativo a los allanamientos nocturnos que a priori mostraba cierta chance de ser aprobado. Las diferencias en más o en menos en las estimaciones de las encuestadoras , que las hubo, no afectaron las orientaciones generales que marcaban los datos.
El Partido Nacional votó mejor de lo que anticipaban los estudios, el Partido Colorado estuvo dentro de los márgenes anunciados pero con saldo muy positivo respecto de su historia electoral reciente y el Frente Amplio se ubicó por debajo de las estimaciones que mejor lo posicionaban. Cabildo Abierto se desplomó como era de prever y el Partido Independiente si bien creció, votó peor de lo que se esperaba, no llegando nuevamente a conseguir una banca en el Senado. Identidad Soberana, con Gustavo Salle a la cabeza, no llegó tampoco a la banca del Senado como anticipaban varias encuestas, pero igual logró obtener dos bancas en la Cámara de Representantes y se constituirá por la vía de los hechos en centro de negociación para la obtención de mayorías puntuales o permanentes.
MAYORÍAS COMPLICADAS No hubo tampoco sorpresa en el hecho de que va a haber segunda vuelta, aunque a nivel del FA había gente que alentaba en las redes sociales su confianza en ganar en primera vuelta y por ende alcanzar la mayoría absoluta en ambas Cámaras legislativas.
Y si bien eso no se dio como lo indicaban los análisis racionales, el FA logró dos resultados realmente importantes: creció en votación y logró la mayoría absoluta en la Cámara de Senadores, mientras que quedó con el 48.5% de los diputados.
El Partido Colorado tuvo un repunte considerable respecto de las elecciones nacionales de 2019, obteniendo 5 bancas en el Senado y 17 en Diputados.
El Partido Nacional aunque tuvo una buena votación, ubicándose como el segundo partido más votado detrás del FA, perdió unos 52.000 votos respecto de 2019, los que podría decirse que fueron básicamente al Partido Colorado, que creció en más de 85.000 sufragios.
La caída estrepitosa de CA de casi 210.000 votos afectó en forma importante a la Coalición Republicana, que solo pudo retener unos 24.000, aunque aquí pueden sumarse los cerca de 12.000 que alcanzó el Partico Constitucional Ambientalista de Eduardo Lust, escindido de Cabildo y con compromiso de votar en el balotaje al candidado de la Coalición Republicana, y además hay que tener en cuenta que en esta elección no participó el Partido de la Gente.
De los votos que perdió Cabildo puede suponerse que buena parte volvieron a su lugar de origen: el FA, y en particular al MPP, sector que se impuso ampliamente dentro de esa fuerza política.
BORDABERRY MARCÓ PRESENCIA En la interna colorada, si bien el sublema que reunió a Andrés Ojeda, a Robert Silva y a Gustavo Zubía, obtuvo tres de las cinco bancas alcanzadas en el Senado (que serán ocupadas por esos tres dirigentes), sin duda la participación de Pedro Bordaberry fue decisiva para lograr el crecimiento electoral, al punto que la lista 10 que encabezó él, secundado por Tabaré Viera, fue la más votada dentro de esa colectividad política, lo que permitió que ambos candidatos alcanzaran bancas en el Senado.
Sin ser parte de la disputa electoral, el Presidente Luis Lacalle Pou resultó triunfador en los comicios, al haber sido el principal referente en la campaña en contra del plebiscito por la seguridad social, que quedó lejos de la posibilidad de resultar aprobado.
Ahora de cara al balotaje se puso en marcha una nueva competencia que del lado del FA arrancó con el discurso de Yamandú Orsi en la noche misma del domingo, recurriendo para ello a símbolos patrios y con una referencia (bastante traída de los pelos) a un hecho de la historia del Partido Nacional. No parece razonable pensar que el FA pueda “comer”, por lo menos en forma importante, en la mesa de ciudadanos con corazón “blanco”, por más incómodo que les pueda resultar a algunos el votar por Ripoll al hacerlo por Delgado, sobre todo porque Orsi lleva de compañera a Cosse, que debe tener por lo menos el mismo nivel de rechazo que aquella entre dichos electores.
En el caso de Delgado, sus palabras estuvieron destinadas a reforzar el vínculo con sus socios coalicionistas, y estos, cada uno con su estilo, ratificaron el apoyo pleno a la fórmula Delgado-Ripoll y se comprometieron a trabajar por su victoria.
DE DÓNDE RASCAR Tanto para Orsi como para Delgado lo primero es asegurar la contención de fuerzas y la militancia extrema y luego tratar de pescar en los partidos que quedaron sin representación parlamentaria y también dentro de Identidad Soberana, donde no parece fácil hacerlo, ya que es difícil definir un perfil genérico de sus votantes: ¿antisistema?, ¿descreídos de la política?, ¿conspiranoicos?, etc.
Otra chance, pero con pocas posibilidades de éxito, podría generarse tratando de lograr que vote parte del casi 10% de ciudadanos que no lo hizo en esta instancia, teniendo en cuenta que esta instancia puede ser más interesante o motivadora en la medida que solo hay dos alternativas, y que lo que se definirá es quién gobernará en los próximos cinco años.
Para muchos se trata de una lucha solo entre los candidatos presidenciales, o sea entre Orsi y Delgado, pero en realidad, vamos a tener a cuatro candidatos en escena y no solo porque se miden dos fórmulas, sino por la propia composición de dichas fórmulas, ya que en este caso parece haber dos planos a dilucidar, que al final confluirán en un solo resultado: a quién se prefiere entre Delgado y Orsi, y a quién se rechaza menos entre Ripoll y Cosse. Juegan los cuatro y juegan de a dos en forma similar. El final es difícil de pronosticar y posiblemente se defina por la actuación de los protagonistas en las próximas tres semanas y media.
SUBIBAJAS POR DEPARTAMENTOS El desglose de la votación por departamento, exhibe variantes significativas según los partidos, con la salvedad de lo correspondiente a Cabildo Abierto, que cayó en los 19 departamentos, aunque con peso diferente según los casos.
Dicho partido sufrió su mayor pérdida de votos en Montevideo, pero también lo hizo en forma significativa en Canelones, Cerro Largo, Maldonado, Rivera, Rocha y Tacuarembó.
El FA por el contrario creció en todos los departamentos, pero las diferencias más relevantes las obtuvo en Canelones, Montevideo, Maldonado, Rivera y Salto.
El Partido Colorado aumentó su caudal electoral en 18 departamentos, retrocediendo solo en Salto. Los mejores guarismos correspondieron a Canelones, Montevideo, Maldonado, Tacuarembó, Rivera, Artigas y Rocha.
En el único departamento en que el Partido Colorado logró salir primero fue en Rivera, donde se impuso con un total de 26.734 , mientras que el FA y el PN quedaron casi empatados con 19.986 y 19.632 votos, respectivamente.
El Partido Nacional perdió votos en 12 departamentos (sobre todo en Montevideo y Canelones) y solo logró mejorar en cantidades con cierta significación en Cerro Largo, Salto y Flores (también creció pero muy poco en Colonia, Maldonado, Paysandú y Rocha).
El Partido Independiente aunque solo logró una banca de diputado por Montevideo, tuvo un crecimiento en 17 departamentos (retrocedió en Paysandú y Río Negro), aunque en forma significativa sobre todo lo hizo en Montevideo y un poco también en Canelones.
ALIVIO COMPARTIDO POR SEGURIDAD SOCIAL Respecto a los plebiscitos, el resultado del promovido fundamentalmente por el Pit-Cnt, comunistas y socialistas, referido a la seguridad social, trajo tranquilidad a los dos grandes grupos que competirán en el balotaje, ya que las dos fórmulas presidenciales se habían pronunciado claramente en contra, habiendo advertido sobre las graves consecuencias económico-sociales que traería aparejada su eventual aprobación.
El otro plebiscito que tampoco fue aprobado, es el que pretendía habilitar los allanamientos nocturnos. Si bien ese resultado para los impulsores de la reforma impide acceder a una importante herramienta de lucha contra el crimen organizado, en particular el narcotráfico, en la práctica no tendrá un efecto trascendente sobre las políticas de seguridad a aplicarse cualquiera sea el resultado de la segunda vuelta.