Starmer; “hombre de izquierda, del pueblo … con título de SIR
Lorenzo Aguirre
Rishi Sunak se arriesgó llamando a votación anticipada, y durante dos semanas intentó revertir los resultados de opinión. Como era de esperar, fue derrotado, poniendo fin a casi tres lustros de dinástico gobierno conservador, y dando lugar al laborista Keir Starmer, “hombre de izquierda… del pueblo”, pero asesor de la reina, nombrado “sir” por Isabel II, distinción cuyo término la ultraizquierda interpreta como “feudal”. Sir Keir Starmer, nuevo Primer Ministro de Reino Unido, designó viceprimera ministra a Angela Rayner – quien dejara la escuela secundaria a los 16 años, comenzara a trabajar como representante sindical, y posteriormente asistente social -, a Rachel Reeves, primera mujer al frente de la Cancillería de Hacienda, y al abogado David Lammy, Secretario de Relaciones Exteriores. Entre los puntos urgentes que abordará el Primer Ministro Starmer, se encuentra, liberar a 20.000 presos, y reducir las condenas en un 40% de tiempo. También considera “resetear” – ¡siempre hay un “moderno” tonto término! – Reino Unido – nada se sabe respecto a qué cosas -, y en asuntos exteriores “defender al presidente Joe Biden, porque merece un crédito”. – (Al cierre de la presente edición de “OPINAR”, Joe Biden estaría considerando su renuncia a la contienda presidencial). – Asimismo, Starmer manifestó el apoyo inquebrantable a la alianza de la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” (“OTAN”), y aumentar el gasto en defensa, pasando por encima de lo estipulado como aporte base.
Los británicos fueron convocados a las urnas para votar por escaños en la “Cámara de los Comunes”, eje central del poder legislativo.
No hablamos de opciones con un sistema proporcional – ni siquiera los partidos presentan listas -, nos estamos refiriendo a división en circunscripciones en las cuales el ciudadano elegía un único candidato, y quien tuviera más apoyo, triunfaba. Por lo expresado, dicha modalidad no obligaba a una mayoría absoluta, por tratarse de una regla indirecta tampoco existía segunda ronda, la designación finalmente recaía en la estructura general de la “Cámara de los Comunes”, y la renuncia de un Primer Ministro no establecía llamar a elecciones.
Es oportuno señalar que, los últimos comicios se llevaron a cabo en diciembre de 2019, y según la Ley, Rishi Sunak tenía plazo hasta el 17 de noviembre del presente año para disolver la cámara, pero no quiso esperar y adelantó la consulta popular.
APOYA LA COLECTIVIDAD JUDÍA La colectividad judía motivó un aumento significativo (45%) al “Partido Laborista” (en 2019 fue 11%), y respaldó a Starmer – casado con una abogada, de religión judía – pese a que manifestara su condición de ateo, e izquierdista.
Más allá de lo expresado, el apoyo se debió en buena medida para quitar el amparo a Boris Johnson – Liz Truss, por las luchas internas en el “Partido Conservador”, y por último, a Rishi Sunak.
Si bien al parecer existía equilibrio entre votantes judíos de derecha, que de otros británicos, “Reform UK”, con su líder populista Nigel Farage – poco le importó los comicios, porque su atención está puesta en 2029 para convertirse en candidato opositor como alternativa de los grandes partidos -, no mutiló el voto derechista, y todo terminó en una competencia entre conservadores y laboristas, pues, a fin de cuentas casi un 60% de judíos progresistas votaría a laboristas, y un 20% a conservadores, más otro 15%, sin afiliación.
ACERCAMIENTO A LA UNIÓN EUROPEA Rachel Reeves – mano derecha de Keir Starmer -, designada como Canciller de Hacienda, ha prometido mejorar vínculos con la Unión Europea, pero, en mi opinión, esto no lleva a regresar al mercado único por más que majaderamente se haga correr por los pasillos, que será así.
Digamos las cosas como son; alentará los acuerdos que cierta vez en un tiempo negoció Boris Johnson y posteriormente el hoy caído en desgracia Rishi Sunak, pero eso no quiere decir “resetear” relaciones. En términos diplomáticos se podría expresar, mayor amplitud de alineamiento con Bruselas. Traducido al “inglés”: “nexo menos conflictivo”.
Si bien, hoy, el 55 % de británicos considera retornar a la “Unión Europea”, durante la campaña electoral los laboristas se guardaron el fatigoso tema del Brexit, más allá que, Keir Starmer, apoyaba la permanencia en el bloque.
Ahora, tanto David Lammy – Ministro de Asuntos Exteriores -, como Angela Rayner – número dos del Primer Ministro -, manifestaron solamente la voluntad de negociar un “pacto de seguridad”, el cual incluye economía y cambio climático, pero esto no quiere decir que, los laboristas, tengan ganas de cruzar la “línea roja”, como el ingreso en el mercado único, y el retorno a la unión aduanera.
UN GOBIERNO PARA DEFENDER “UN PROGRESISMO REALISTA” Catorce años de gobierno tory dejó un Reino Unido con desigualdades, acentuadas también por el Brexit, agravadas todavía más con el impulso de una “Ley de Inmigración Restrictiva” al amparo del divorcio con la Unión Europea, más allá de la distorsión provocada por la guerra en Ucrania.
A lo expresado, una inflación disparada cerca del 12%, con aumentos desorbitados en el costo de electricidad, gas, y canasta familiar, mientras por otro lado el tema de salud pública, tiene lo suyo; más de 400.000 personas esperan un año para ser atendidas, y huelgas permanentes reclaman la descongelación en los sueldos del personal sanitario. El Brexit, provocó que funcionarios especializados en salud, procedentes de la Unión Europea, abandonaran Reino Unido, y si bien ahora se está incorporando de manera urgente una fuerza laboral de África, y Asia, la misma está muy alejada de idoneidad.
Reino Unido pierde potencia comercial a nivel mundial, y no ha podido concretar totalmente el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, como tampoco con India, mientras los realizados con Nueva Zelanda y Australia, son reducidos, no existiendo compensación en relación a la pérdida por el abandono del mercado único europeo.
Starmer, repite cargosamente que, la situación es alarmante, peor de lo imaginado, y sin pérdida de tiempo se deberá recortar gastos.
También, había declarado tener un plan para obligar a los legisladores de la “Cámara de los Lores” – fiscalizadora del gobierno, y asesora sobre leyes –, a dimitir al cumplir 80 años, pues “existen 800 miembros, y es necesario reducir el tamaño”.
Asimismo, tras haber hablado en un tiempo de abolir la monarquía británica, por ser obsoleta, sir Starmer ha suavizado sus expresiones, y ahora, manifiesta: “siempre, es valioso escuchar qué cosa dice el rey Carlos III”.
Entre otras “pequeñas cosillas”, sir Starmer – declarado “hombre común, y de izquierda” – propone un programa “moderado”, y se está ocupando sin pérdida de tiempo, a marginar un sector de la izquierda laborista, aunque al parecer dicho comportamiento es eliminar la fuerte competencia en su propio sector.