Compromiso profesional
Alvaro Vero
Desde ya estoy pensando por el orden social que impera en la salud y la heterogeneidad de las organizaciones de salud donde abunda la ruptura del orden moral conocido en las asociaciones profesionales.
Parecería que existe una incapacidad para pensar y tratar los problemas humanos.- La corrupción no sorprende; es ignorada.
Después de los años 60 el profesional comienza a alejarse de la preocupación académica y también se acerca a la política y empresarial.- Se incorporan a las organizaciones alejándose del concepto de profesiones liberales para ser asalariados donde son partenerizados por las organizaciones y desde fuera de ellas buscan la mejor venta de servicios en un equilibrio pernicioso para el sistema; muchas veces apoyados por organizaciones sindicales.
El poder médico subyace entonces generando el mal o el funcionamiento de los sistemas sanitarios sin calidad apropiada.
En la medida que el comportamiento médico cree inducción de costos a través de actos profesionales, es difícil contenerlos, y se vuelve imprescindible controlarlos.
Es recién hoy que las encuestas vienen aportando datos negativos, o a través de los medios de comunicación se comienza a criticar las atenciones, las muertes evitables y los eventos con daño o culpa, y surge el comportamiento médico como algo a controlar.
Si bien el fenómeno no aparece en toda su gravedad en las encuestas, no invalida el hecho de que en los medios de comunicación se critique la actuación médica; las organizaciones deberían plantearse como controlar eficazmente esos comportamientos.-
Hoy está planteado que el médico adoptando estereotipos sobre el valor del comportamiento profesional se está constituyendo en el enemigo a batir.
Desde el orden político que por lo general desconoce la gestión sanitaria, se establece la absoluta conducta con intervenciones corruptas de amiguismos, favoritismos , negación de controles o fiscalizaciones, ausencia de poder de las jerarquías, incertidumbres y carencia de programas, y la corrupta búsqueda de votos dentro de un campo que pertenece a los derechos humanos.
Concursos y capacitaciones se ausentizan y los profesionales se encolumnan detrás de los momentáneos elixires políticos partidarios.
El usuario se queja del resultado final de todo esto –el destrato- y sus consecuencias –la enfermedad y la muerte-.
El Poder Ejecutivo ya ha comenzado su carrera electoral, se sumerge en temas de actualidad como la reforma de la Seguridad Social, la Reforma de la Educación, el tema salud parecería que terminó con la pandemia pese a que hay leyes votadas muy importantes para generar políticas de salud que no se han tocado, y desde la presidencia se busca “atraer talentos”.- Un nuevo atavismo dentro de la anomia permanente.
Se mueren más de 500 uruguayos anualmente por cáncer de próstata, las causas son múltiples, pero la carencia de urólogos y anestesistas hacen su parte, la salud del interior sigue marcando una enorme inequidad en tecnología como que no importara su salud en la economía nacional.
La dicotomía- ASSE/Ministerio- ha demostrado que no integran acciones ni tampoco corresponde que se entreguen a dos equipos de diferentes partidos. Es la tapa del libro para cualquiera que entienda algo de gestión.- Como experiencia fracasó.
Y qué más se ha logrado: La conocida Enfermedad de Tomás (por el personaje de Milan Kundera en la “Insoportable Levedad del Ser”) donde el personaje central pierde expectativas de mejoría , cuyo síntoma es la pérdida de autoestima, el desánimo, el tedio del trabajo diario .
Esto se extiende irreversiblemente y no se arregla con “llamados al humanismo “–lamentablemente-.