Medicina

Tickets  y  gastos

Alvaro Vero

En las actuales circunstancias la participación de los profesionales de la cooperativa médica en el control del gasto sanitario es muy escasa o nula. Sumado a esto que depende de la estructura singular salteña de sociedades anónimas médicas se suma el crecimiento de las prescripciones por usuario.- Menos control más ganancias afuera.

En la sociedad el individuo puede sospechar la probabilidad de caer enfermo, sin embargo el hecho de estar asegurado hace que estar enfermo no sea tan indeseable, y consecuentemente el incentivo de adoptar estilos de vida saludables disminuye y por lo tanto que aumente el requerimiento de servicios sanitarios.-

Este aumento de costos en los servicios es denominado abuso moral o abuso de confianza por el lado de la demanda.

Si bien existen estadísticas de probabilidades de determinadas enfermedades es más difícil saber que el individuo va a sufrir una enfermedad, cual y con qué intensidad.- El consumo sanitario no lo puede calcular o planificar. Sin embargo sí sabe que sobrevenida la enfermedad tendrá que hacer frente a tres tipos de costos: los directos del consumo sanitario, los indirectos por pérdida de ocupación o trabajo  y los intangibles derivados del dolor y sufrimiento de la enfermedad.

Los profesionales están asumiendo una responsabilidad social  cada vez mayor en la asignación de los recursos sanitarios.

Las instituciones y con más énfasis las cooperativas médicas, esperarían de los profesionales un sentimiento de pertenencia a la organización, no bastaría la aptitud o preparación técnica sino la actitud para los pacientes y los financiadores.- Las organizaciones productoras de servicios buscarán la mejor calidad en un sistema competitivo, pero en un monopolio seguramente buscarán el costo beneficio.

Dentro del cooperativismo es claro que unas de sus razones es el control interno, control de costos y que la solidaridad y democracia interna actúe bajando los mismos. Pero hete aquí que nos encontramos frente a una cooperativa que no tiene espíritu de tal,  donde las aspiraciones que concurren en cada una de sus prestaciones representan una diversidad de intereses y objetivos individuales y donde el norte de la misión no está dirigido al esfuerzo y dedicación sino al financiamiento de servicios de terceros que son de los mismos que compran sus servicios externos.

Traduciendo lo expresado:

¿Quién controla los días de internación en los sanatorios privados anónimas de los médicos cuando el mayor número de días de estadía les aumenta la facturación? ¿Sabía Ud. que la estadística del MSP (Sinadi) históricamente demostró que los pacientes salteños ocupaban el primer lugar en días de internación? ¿Qué las piezas no tienen ni el tamaño, ni la calidad, ni la higiene esperada? A esta altura de la vida donde el hombre está planificando viviendas en Marte sería esperable habitaciones individuales y que el CAM termine su Sanatorio. ¿Y por qué no lo termina? Será porque a los directores les puede afectar el presupuesto de sus anónimas, quizás si. ¿Quién supervisa la calidad, alimentación, higiene, ropa de cama, personal en número adecuado, resultados de las cirugías e infecciones hospitalarias entre otras cosas? Y la correlación entre acciones médicas, historia clínica, insumos solicitados al CAM  (medicamentos, oxígeno, equipamientos etc.) ¿Es posible que un cargo no estatutario de coordinador general, accionista de sanatorios, CTI, unidades de traslado, fiscalice y evalúe sus propios servicios y costos tercerizados? Solo en Salto.

¿Es posible que las anónimas se capitalicen con recursos “recortados” de lo que deberían dar en la atención y no dan? Por supuesto.

Tampoco en la alta política han demostrado idoneidad a favor de la calidad de asistencia. Yo estaría planteando al gobierno que deje de pagar lo que paga como “metas asistenciales” que van de suyo y constituyen el 6 % de sus ingresos y que sigan aportando esa cifra a casi eliminar el 8% de tickets y órdenes que son vallas a la asistencia y su continuidad. Asistimos a una politización de la salud donde todos juegan al “Gran Bonete”.

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