Improvisación y despilfarro municipal

Daniel Manduré

Al finalizar la gestión de Carolina Cosse al frente de la comuna capitalina se cumplirán 35 años de gestión del Frente Amplio en Montevideo. Siete gestiones que quedaran para el olvido, que no han logrado revertir los grandes problemas que aquejan a la ciudad, sin planes de infraestructura concretos y sin lograr colocar a la ciudad en el nivel de modernidad que ella merece. Hoy Montevideo está sucia y gris. Solo ha primado la improvisación y el despilfarro.

Llegan prometen y no cumplen. Se critican entre ellos, se culpan unos a otros y nadie se hace responsable. El que viene, siempre es peor que el anterior.

Hace solo unos días Carolina Cosse desmantelaba en Kibòn la estación Tecnológica que el Intendente Daniel Martinez había inaugurado antes de finalizar su gestión. Dicha estación brindaba conexión de wi fi, cargador usb, área de reparación de bicicletas, dispensador de agua caliente y fría entre otras prestaciones. Los motivos que llevaron a desarmarlo, según la intendencia, fue el vandalismo y la falta de mantenimiento. Las herramientas se encontraban herrumbradas, el inflador no funcionaba y el dispensador de agua caliente estaba roto. La responsabilidad exclusiva en la vigilancia al momento de su instalación como del mantenimiento era de la propia intendencia. La falta de previsión y desidia fue absoluta. Lo cierto que allí se tiraron a la basura $7 millones, $7 millones que salieron de nuestros bolsillos.

Al comienzo de la gestión de Cosse anunció, como todo lo de ella, con bombos y platillos y dentro de un plan denominado: “Montevideo se adelanta” una nueva obra. La obra se denominò “Parquecitos” y consistía en la intervención de 8 paradas de ómnibus. El plan, como prueba piloto, luego iba a ser extendido a otras áreas. Consistía en remodelar, pavimentar, instalar pérgolas techadas y convertir a las paradas en “refugios tecnológicos inteligentes”.

Esta era la tercera vez que diferentes intendentes hacían un anuncio parecido y por tercera vez y ya sin el color y la brillantina que le proporcionó Cosse a su anuncio inicial y sin fundamentos concretos, la iniciativa se frustraba. Un nuevo plan que quedaba por el camino.

Con la basura en 35 años tampoco han dado pie en bola, no hay planes, solo se improvisa. Prima la inoperancia, ineficiencia y grandes problemas de gestión.

El gran plan de limpieza urbana

Ahora parece que el gran plan que nos tenía reservado la intendenta para convertir a Montevideo en una ciudad limpia era cambiar los contendedores por unos más funcionales y coquetos, reubicarlos y sobre todo sacar las papeleras de las plazas y parques. Porque hasta el momento esos han sido los únicos anuncios como plan estratégico de limpieza pública.

Cuando el Frente Amplio gobernaba a nivel nacional y departamental intentaba señalar como la causa fundamental de la suciedad en la que se encontraba Montevideo en que los uruguayos estábamos tan bien en lo económico que consumíamos mucho más, por lo tanto, generábamos más basura. Ahora que no gobiernan en lo nacional, hubo que cambiar el discurso, diciendo que los grandes culpables de la mugre montevideana son los que duermen en la calle. No hay duda de que los uruguayos en muchos casos no somos cuidadosos en el manejo de los residuos, es real que el número de quienes duermen en la calle es mayor, así lo indican los recientes relevamientos, es verdad que quienes hurgan siguen siendo un gran problema, pero simplificarlo e intentar justificar el rotundo fracaso de la limpieza reduciéndolo a este tema es subestimar la inteligencia ciudadana. La culpa siempre es de otros. Cuando en realidad la ineptitud de 35 años es propia.

El director de Desarrollo Ambiental de la comuna anunció hace un tiempo atrás el retiro paulatino en plazas y parques y de las calles en general de las papeleras y recipientes para basura. “Habrá que ir a tirar la basura al contenedor más cercano o llevársela y tirarla en su casa”, expresó el jerarca en conferencia de prensa. Ya veremos entonces a los vecinos que sacan a pasear a su perro yendo con la caca de su mascota en el bolsillo hasta encontrar un contenedor cercano. Lamentable por donde se lo mire. El motivo fundamental, según los iluminados jerarcas, es intentar que quienes duermen en calle y hurgan las papeleras no dejen la basura dispersa por todos lados. ¿No hubiera sido mejor poner vigilancia en las plazas y parques para que eso no suceda, logrando y contribuyendo con ello en una mayor seguridad a los vecinos del lugar?

Pero no, porque también han decidido retirar la vigilancia de las plazas y parques. Hay una nueva estrategia de limpieza anuncian una y otra vez, pero nunca logramos saber cuál es esa estrategia…tal vez ni ellos mismo la conocen.

La culpa siempre es del otro

Es verdad, Carolina Cosse no es la excepción, solo forma parte de una perla más de un largo collar de improvisaciones, ineficacia y despilfarro a la que nos tienen acostumbrados los diferentes gestores municipales.

Al asumir Ana Olivera le echaba la culpa a Ehrlich de haber recibido una flota de camiones totalmente deteriorada, denunciando que solo uno funcionaba de los 10 que tenía y que los contendores de basura no eran limpiados desde hacía más de un año y medio.

Al asumir Daniel Martinez crítico con dureza a sus antecesores Ehrlich y Ana Olivera por el gran fracaso del Corredor Garzón.” El Corredor Garzón es un desastre” expresaba Martínez una y otra vez, intentando despegarse de una gestión frenteamplista de la que el también forma parte.

No llegó a cumplir nunca con la agilidad, la mejora de la movilidad y la disminución de los viajes que se había prometido. Por el contrario, en algún recorrido los tiempos aumentaron. Una de las pocas obras de infraestructura realizada en estos últimos 7 lustros, tal vez la más importante, convertida en uno de los peores errores municipal, que se llevó U$S 50 millones de dólares, el doble de lo que en un inicio era la previsión (26 millones).

U$S 50 millones tirados, una vez más, a la basura, desde el momento que nunca cumplió con los fines y la supuesta utilidad por la que fue creada.

Al asumir Martínez elimina una parte del Corredor, lo que le costó al contribuyente U$S 300 mil màs. Otro nuevo despilfarro, que volvimos a pagar todos nosotros.

La transformación de 18 de julio

¿Acaso no escuchamos los numerosos anuncios de “transformación” de nuestra principal avenida, de 18 de Julio? Amagues y amagues una y otra vez. Un día se anuncia una propuesta que la va a transformar en peatonal, otra de crear una gran senda central en la calzada para bicicletas, ensanchar las veredas, colocar grandes macetones, hasta carriles exclusivos para buses eléctricos…bla bla bla.

Todo parece haber quedado reducido a los arbolitos que incluso con la brillantina de siempre vimos plantar a la propia Carolina Cosse. El deterioro paulatino del centro es inocultable, aún escondido entre arbolitos.

Por suerte dio marcha atrás con el nuevo impuesto que quería establecer, luego de que la Suprema Corte de Justicia declaró en forma unánime la inconstitucionalidad de la supuesta tasa sobre inflamables, seguramente evidenciando, aunque sin reconocerlo, que los esperaba un nuevo cachetazo al declararlo, por segunda vez su evidente inconstitucionalidad.

Dos millones de dólares diarios que ingresan a la comuna parecen insuficientes para una ineficaz como improvisada gestión.

Seguramente Carolina Cosse continuará invadiendo los medios con su voracidad mediática para hablarnos de los males del gobierno nacional, de si acompaña o no el plebiscito sobre la seguridad social, del supuesto mal manejo del agua, de la misma forma que la supimos escuchar hablarnos del caso Astesiano o de la ley de urgente consideración, tal vez intentando esconder 35 años de ineficacia, ineptitud y magro gobierno departamental. Va a terminar su período sin haber resuelto los cometidos esenciales que son su obligación.

Intentemos que esos 35 años de caos, despilfarro y atraso no se conviertan en 40. Nosotros también tendremos responsabilidad si ello ocurre, porque no hemos sabido dar los pasos políticos que corresponden y presentar una alternativa seria, constante y atractiva. Llegó el momento de hacerlo.