Carolina “La Oscura”
Daniel Manduré
El filósofo griego Heráclito de Éfeso era conocido por sus contemporáneos como Heráclito “El Oscuro”, porque sus escritos eran muy difíciles de entender. Muchos opinaban que sus trabajos desconcertaban. Arrogante por naturaleza, con un sentimiento superior, que lo llevaba a despreciar al común de los mortales. Planteaba sus ideas muchas veces con acertijos para el desconcierto de la mayoría. Sus ideas reproducían la ambigüedad y la confusión de la realidad.
Heráclito padecía una enfermedad, denominada Hidropesía, lo que hoy conocemos como edema, una inflamación de los tejidos que llevaba a acumular líquido debajo de la piel. Ese sentimiento de superioridad que abarcaba todos los aspectos de su vida lo llevó a no confiar en la propia medicina. Confiaba solo en si mismo. Por lo que intentó buscar una solución propia a su enfermedad. Fue a un establo y se cubrió con estiércol de vaca, pretendiendo que ella absorbiera la humedad que invadía su cuerpo. Después de un día en esas condiciones y bajo el sol, murió tapado por el estiércol, para luego ser devorado por los perros.
La gestión, con mucho de improvisación de la Ing. Cosse al frente de la comuna capitalina, se parece en muchos aspectos, a los escritos y a la vida misma de Heráclito “El Oscuro”.
Una gestión repleta de acertijos, donde hay que adivinar que se pretende. Decisiones que confunden, ambiguas, difíciles de entender y cuyas medidas vienen acompañadas de su usual soberbia, imposible de ocultar.
En estos últimos días el centro de la gestión fue: Sacar los guardias de plazas y parques, eliminar las papeleras de esos espacios y crear bicisendas por el medio de 18 de Julio.
Por un lado, creando expectativa sobre lo que se suponía iba a ser la “gran propuesta de limpieza urbana”, con anuncios de tanta estridencia pública, que pensamos que ahora si, por fin, después de 33 años de gestión frenteamplista íbamos a tener los contribuyentes una ciudad limpia acorde a los tributos que aportamos. Pensamos que iba a ser una propuesta removedora, imaginativa, hasta revolucionaria…pero no. ¿Cuál es el centro de la propuesta? Eliminar las papeleras de todas las plazas y parques de la ciudad. Cambiar, por unos más nuevos los contenedores y reubicarlos. Sacar también a los cuida parques. Hoy las plazas y parques son tierra de nadie.
Decirle “muy sueltos de cuerpo” al señor de edad avanzada, a la señora en silla de ruedas o al vecino con dificultades de desplazamiento que ahora deberán caminar 150 o 200 metros con sus residuos en la mano en la búsqueda de un contenedor. Decirle al que pasea su mascota, que camine con la caca de su can en la mano, hasta que un dichoso contendedor se le cruce en el camino.
Increíble pero cierto. No hay ciudad en el mundo donde no existan papeleras. No hay ciudad en el mundo donde no exista un cuida parque, referente, con la función de prevención, con capacitación para educar al ciudadano y que le dé también a ese lugar de encuentro familiar mayor seguridad.
Hablan de contenedores nuevos más seguros, donde quien recicla no pueda introducirse y se le dificulte sacar la basura a los alrededores. No es así, de un lado son de tapa entera como los antiguos. La única diferencia es que ahora habrá menos que antes.
¿Ciclovias en 18 de julio?
La otra propuesta en este mundo del revés que reina en el ámbito municipal se vuelve a poner en la mesa, una propuesta que había realizado el ex intendente Daniel Martínez: la creación de ciclovías en el medio de 18 de Julio y por su fuera poco, sobre la acera norte de la calle San José. Una propuesta muy resistida en aquel momento por todas las partes, comerciantes, empresarios del transporte, trabajadores y vecinos en general.
Desde el Obelisco hasta la Pza. Independencia. Una verdadera locura.
Nadie se opone, todo lo contrario, a una movilidad que pueda ser acompañada y basada en la sostenibilidad del transporte. Un sistema del transporte que tienda a ser cada vez más amigable con el medio ambiente, donde en los lugares apropiados la bicicleta pueda tener su espacio.
Producto del estudio serio y no del compromiso clientelìstico o el arrebato demagógico
No es oponerse por oponerse. La ciclovía en Luis Alberto de Herrera, creada por la anterior administración, por el medio de la avenida, a quedado muy bien, ha sido un acierto y eso queremos reconocerlo. Pero lo que se propone para nuestra principal avenida es una verdadera locura. La propuesta no cambia demasiado con la de Daniel Martínez, por lo que suponemos tendrá esta, la misma resistencia de los involucrados de aquella que quedó sin efecto.
Montevideo tiene gran problema de movilidad, las principales avenidas del centro montevideano están entre las peores. Sin contar con los inconvenientes de inseguridad que va a acarrear para los ciclistas.
Las ciclovías implementadas en la Ciudad Vieja no han tenido los resultados buscados, se utilizan muy poco. Y quienes optan por usarla tiene varios inconvenientes en la lucha con camiones que no tienen donde descargar mercadería, peatones que la usan para caminar porque las veredas son muy angostas, entre otros tantos inconvenientes.
Lugares en el mundo, entre ellas varias ciudades del España donde, por haberlas planificado muy mal o en lugares inadecuados hoy estudian eliminarlas.
BLOQUEAR EL TRANVIA DE LA COSTA
¿O será tal vez que la idea de esta ciclovía, ya descartada en el pasado, lo que persigue es bloquear ese proyecto anunciado por el gobierno nacional sobre el Tranvía?
Esa propuesta de inversores privados de un tren amigable con el medio ambiente que iba a mitigar las emisiones de dióxido de carbono y cuyo recorrido, mucho más rápido, iba a atravesar Giannattasio, Av Italia y 18 de Julio hasta Plaza Independencia.
Carolina “La Oscura”, confundida, ambigua y arrogante, ojalá que, por el bien de nuestra ciudad y de nosotros sus habitantes, su gestión no tenga el mismo fin que tuvo Heráclito de Éfeso.
Aunque pareciera, lamentablemente, por las acciones, que ese es el camino elegido.