La carrera se largo: todos hablan de seguridad
Zósimo Nogueira
Se sorteo con éxito la tragedia del COVID y se vivieron momentos muy duros en el abastecimiento de agua potable. Las soluciones fueron elaboradas con criterios científicos, figuras del ámbito académico adquirieron renombre y fueron objeto de múltiples reconocimientos. En el tema del agua la naturaleza nos dio tregua, y cuando la sequia era acuciante vino el agua. Estábamos al borde del precipicio. Las reservas habituales agotadas, represas vacías con fondos a la vista y tierra resquebrajada. Iniciamos medidas de emergencia con recursos hídricos del Rio de la Plata y conexiones con el Rio San José. También extracción de aguas subterráneas.
Para todo mucho pienso de científicos y especialistas en cada uno de los temas de emergencia.
Ahora, para muchos políticos solo son páginas del anecdotario y elaboran propuestas sin participación visual de técnicos y especialistas. Se promueven cambios de importancia. Por ejemplo, en seguridad se proyecta en base a sensibilidades y criterios ciudadanos. Se moviliza al elector que también hace su aporte, se enarbolan banderas que son agitadas por la ciudadanía pero sin un reporte analizado y avalado por las diversas instituciones policiales.
Se aplica una constante. El poder político legisla, define problemas, da la solución legal y la policía que las arregle.
Después se reglamentara y protocolizara acorde a los vaivenes de la realidad, a las fortalezas y debilidades de la norma, a las dificultades de su aplicación. Son las reglas de juego, podrían mejorarse con asesoramiento previo.
Se valorizan y ensalzan el impacto de la frase y las características del autor
El guapo “Vivir sin Miedo” El General “Se acabo el recreo”.
Si se hubiera manejado así la pandemia del Covid, no la habríamos sobrevivido con éxito.
Brillante la conducción presidencial apoyada en el consejo y dirección científica. No le fue tan bien con el caso de su custodia personal.
Delegó el mando en un civil de su confianza, en lugar de manejarse con profesionales de la policía.
Está claro que muchas profesiones tienen que ver con segmentos, espacios de seguridad, pero el responsable en prima-fase de aplicar esas regulaciones y sancionar conductas son en esencia los policías. Son el primer escudo del Estado.
Al igual que esos científicos que manejaron la salud de nuestra población deben ser considerados en el momento de elaborar las estrategias para combatir el delito y generar ámbitos de convivencia ciudadana seguros y en equidad.
Abogados, jueces, fiscales saben de leyes, de la penalización de los delitos, del funcionamiento del sistema procesal, de la afectación de las medidas punitivas, prisión y libertad de los encauzados.
Pero de los recursos humanos, normativos y logísticos necesarios para una buena performance en el cumplimiento de la misión nadie sabe más que los policías.
Policías con mando y jerarquía que sepan de administrar recursos y de la responsabilidad del ejercicio del poder delegado.
¿Porque razón se excluyen a policías y predomina la visión de abogados?
Para ocupar un lugar de preferencia en una lista, para postularse para un cargo público, para atribuirse un saber adquirido en teoría y sin la experiencia personal.
Ingratitudes y mimos excesivos en el armado de esas listas hace que muchos dirigentes pasen de un sector a otro con mucha ligereza y para escalar posiciones se atribuyan saberes medianamente adquiridos.
Hablar de policía y de seguridad es fácil y con propuestas amplias se logra la atención ciudadana.
Cadena perpetua, militares a la calle, allanamientos, trabajo carcelario obligatorio,
Creo que en nada se opaca el político (profesión sin título) que reconoce el saber de otro. Es más, las fallas y errores no le serán computables.
A ningún policía se le ocurre discutir con un juez o fiscal sobre la aplicación de la ley, por más que se difiera en pensamiento.
En ese caso se recurrirá a otro profesional de la materia.
El respecto profesional está implícito, lo tiene asumido, a pesar que más de la mitad de las materias aprobadas en su formación son del área del derecho.
Y que muchos oficiales de policía son profesionales universitarios; muchos abogados.
En época de Stirling propusimos acompasar la carrera del oficial de policía con materias de derecho impartidas en la Udelar para integrarlos a la comunidad académica con el mismo nivel universitario.
Se opto por acortar caminos y promover el ingreso como cadetes de Abogados que egresarían aprobando las materias profesionales policiales.
Así se hizo, por un par de promociones. Se logro poco involucramiento con la función policial, fue solo un trampolín para ingreso a mandos medios de la administración pública.
Poco a poco retornaron a la actividad privada o pasaron a otros organismos del estado exentos de las obligaciones del Estado policial.
En la actualidad hay un grupo de políticos sabelotodo. De policía saben casi todo, una profesión devaluada en saberes que cobra vigencia en momentos de auxilio y socorro. No solo somos fuerza y sangre, también mucho pienso, agilidad y cautela según el momento y situación.
Por cierto y por suerte tenemos a Bordaberry. Un político que sabe mucho, pero reconoce el saber del otro, sabe de la importancia de la diversidad de ideas, del respecto a la idea ajena.
Como él dice y le creo. No vive de la política, pero la política vive en él y esta es una oportunidad del renacer colorado.
Apoyamos su bandera de anti corrupción, con la política al servicio de la comunidad, del Estado y no el Estado al servicio de los políticos.
Creo que todos los funcionarios públicos a su ingreso deben realizar una declaración jurada, que debe ser actualizada periódicamente con las variaciones patrimoniales, y responder con este cuando le generen perjuicios al Estado, por negligencia o aprovechamiento indebido.
También quiero un país seguro, con las calles libres de delitos.
De toda actividad delictiva, sin invasión de espacios públicos y privados; sin violencia hacia el desvalido, al trabajador honesto.
Protección a la infancia y a la vejez. Con organismos de contralor eficientes. Guerra a los reducidores, a la receptación.
Libre de consumidores de drogas prohibidas que alteran la vida ciudadana con comportamientos promiscuos e insalubres. Atencion imperativa a sus problemas de adicciones y salud mental.
Con un Uruguay innovador en ciencia y educación; dialogo e interrelación con el mundo. Agro, Industria y Economía fuerte.
Vivienda al alcance del trabajador, un sistema de arrendamiento acumulable a la compra.
Al igual que nuestro presidenciable Andrés Ojeda pugnamos por el bienestar animal y le agregamos la necesidad de contar con un servicio de cremación en los cementerios del Estado.
La perdida de una mascota es un momento trágico y su destino final un gran problema.
Sobre el medio ambiente es imprescindible cuidar de nuestras aguas y de manera especial nuestras aguas subterráneas. Un sagrado tesoro. Proponemos educar sobre contaminación de suelos y sancionar con energía las contravenciones contaminantes.
Reiteramos la necesidad de contar con una policía de medio ambiente, como lo tienen otros países.
Una pequeña unidad especializada con jurisdicción nacional que actúe en coordinación con todas las Jefaturas del país mediante oficiales de enlace.
Subordinada científicamente a la academia, fiscalizadora y trasmisora de constataciones.
Un Uruguay manejado con criterio de justicia social, estimulo al esfuerzo personal, Sobrio, cuidando las finanzas públicas, abierto al mundo.
Con políticos capaces, honestos y con ánimo de servicio. A los que quieren servirse del Estado el más grande rechazo.
Funcionarios aplicados al control de ingreso a nuestro territorio, de personas, mercaderías y bienes patrimoniales. De su movilidad.
Queremos que se cumplan y se exija el cumplimiento de los acuerdos pre- electorales, pre ballotage.
Razón de nuestra disconformidad No se compartió la gestión en materia de seguridad y los cambios no alcanzaron el nivel prometido y acordado.
Con Ojeda y la 10 vamos en busca del cambio. El renacer colorado.