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Senador Tabaré Viera (M24 radio)

“Yo no quiero que se mueran, sólo quiero que no ganen”

Entrevista en la radio M24, el senador Tabaré Viera habló de su acuerdo con Pedro Bordaberry y la necesidad de conformar una coalición institucionalizada desde la primera vuelta electoral. El desafío de que blancos y colorados se mantengan intactos ideológicamente, es un desafío que se deberá asumir: de haber tenido hoy los Republicanos, la misma estructura política que el Frente Amplio, 48$ es más que 43% y los legisladores electos habrían consolidado una mayoría que actualmente no se ha podido concretar. El desafío de quien llegue al gobierno es el ejercicio del diálogo. Para Tabaré Viera en la política uruguaya no hay enemigos. Para el reelecto senador colorado: “Yo no quiero que se mueran, sólo quiero que no ganen”.

¿Qué lectura hace del resultado electoral y en particular el del Partido Colorado en Rivera?

Si miramos las elecciones en términos de oficialismo y oposición, desde la coalición vemos que somos el proyecto político más votado, pero sin embargo, si comparamos con las elecciones de 2019, allí el Frente Amplio sube de 39 puntos a 44 y la coalición pierde unos 8.

¿A qué le atribuye esta caída de la coalición?

No hay dos elecciones iguales. Evidentemente la coalición está en formación, se inserta en un proceso que a otros les llevó muchos años, como en el caso del Frente Amplio.

Hoy las coaliciones son comunes en todos los países democráticos. En Uruguay la legislación es bastante rígida y hace que sean bastante dificultosos los acuerdos y las coaliciones, pero lo vemos en Brasil, en Argentina, o en Europa.

El Frente Amplio se constituyó después de un par de intentos y en 1971 recién logra conformar lo que es hoy el Frente Amplio, incluso su funcionamiento, y eso que ya es un sentimiento el del Frente Amplio ya que existe, y que lo hace cada vez más partido, igualmente tiene sus partidos y sus matices. Le llevó su tiempo la cultura política que ha logrado. La Coalición Republicana creo que está en formación, tuvo su experiencia en el periodo pasado y eso se traduce a veces en más apoyo, y otras en menos apoyo, pero sobre todo lo que incide es la forma como nos presentarnos todavía en octubre, como partidos independientes. Esto al final del proceso nos hizo perder bancas, claramente.

¿Esto va a cambiar para las próximas elecciones?

Puede cambiar, creo que son temas que nos hacen reflexionar, que nos hacen madurar, que escuchamos el reclamo de los propios dirigentes y votantes. No es algo que hoy podamos decir que va a ser así, pero sin duda es un proceso. De cualquier manera a la coalición ninguna encuesta le daba lo que le terminó dando: 48%.

Algunas sí le daban, igual pensando concretamente en esa caída que tuvo, ¿a qué se la atribuye? ¿Tiene que ver con la gestión, o con algún caso puntual de corrupción?

No, yo creo que no. No hubo grandes temas y yo creo que lo que mejor refleja el resultado es el índice de apoyo y de aprobación que tiene el gobierno y el apoyo que tiene el Presidente de la República.

¿Qué es lo distinto en cuanto al apoyo que tiene el Presidente del tiene su gestión en algunas materias?

La respuesta a la interrogante de por qué la baja, y si eso es atribuible a algún hecho durante la gestión, no creo, porque la gestión tiene muy buena aprobación y el Presidente aún más. Quiere decir que es un tema de propuestas políticas, de cómo se vota, de cómo juega también el adversario. Acá juegan todos.

De cualquier manera, hoy 48 es más que 43 o 43 Y. 90 mil votos de diferencia a favor de la suma de los partidos que integran la Coalición Republicana, es alentador. Así que digo, tenemos una muy buena chance para ganar la segunda vuelta.

La duda es transferir esos votos que votaron a partidos que no están en el balotage y que tienen que votar por esta fórmula, entendiendo que lo que se vota en esta segunda vuelta no son partidos.

Claro, porque en realidad no todo votante de los distintos partidos de la coalición se sienten coalicionistas, sino que se sienten colorados o blancos. Este es un sentimiento que reconozco cada vez como más extendido.

No hay un sentimiento coalicionista todavía.

Por eso incluso los muros internos están cada vez más bajos. La gente vota a un partido u otro si está dentro de la Coalición Republicana.

Pero es cierto que todavía al votarse a partidos diferentes en octubre, los que no están en la final, es decir, todos menos el Partido Nacional, tienen que votar a un candidato que fue candidato del Partido Nacional. Y ahílo que hay que entender es que esto es una segunda vuelta.

¿Es todo lo mismo ahora dentro de la coalición?

No, yo me refiero en términos ideológicos.

Decías que cada vez las diferencias son menos, que están más bajas…

Recién ahora empieza a haber un sentimiento coalicionista, como lo hubo en el Frente Amplio, donde votaron los socialdemócratas con los comunistas y los tupamaros.

Y son diferentes.

Tienen sus matices y siguen teniéndolos.

Pero más allá de eso hay algo más que los une. Y bueno, en nuestro caso, ese “algo” que nos une en la Coalición Republicana es nuestro programa. Nos unen las ideas comunes.

Mantenemos algunas diferencias, y mantenemos matices porque no somos exactamente iguales. Pero lo que hay que entender, más allá de la coalición, es que en un sistema de balotaje o segunda vuelta, en la primera vuelta votamos con nuestro partido, votamos con nuestras ideas, votamos con nuestro candidato, votamos con el corazón. Y en la segunda vuelta, si no estamos en ese balotaje, y no somos uno de los dos que van a la final, no se vota partido.

La boleta no dice voto por el Partido Nacional o voto por el Frente Amplio. Dice voto por fulano de tal presidente.

Se votan los candidatos. Entonces, el segundo voto es racional.

Se vota con el corazón en la primera vuelta y con la cabeza en la segunda. Votamos a quien nos parece mejor. Votamos incluso para que no gane quien nos parece que no nos va a traer un buen gobierno.

Bueno, eso te iba a preguntar. En el caso de la coalición, ¿sentís que hoy está más unida por este programa que decís que tienen, o por el deseo de que no gane el Frente Amplio?

Las dos cosas. Porque cuando uno vota a favor de algo, quiere que pierda la otra parte. No es un deseo de maldad.

Yo no quiero que se mueran, sólo quiero que no ganen.

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