Política nacional

Una Esperanza Colorada para Todos

Matías Ifrán

El resultado de las últimas elecciones nos invita a reflexionar profundamente sobre el rumbo del Partido Colorado y su lugar en la política uruguaya. No podemos conformarnos con ser un actor secundario en una coalición sin identidad. Necesitamos volver a nuestras raíces, al legado que nos dio sentido y que nos convirtió en el escudo de la clase media, los humildes y los más vulnerables.

Nuestra historia no fue la de un modelo de derecha ni la de una posición cómoda. Fue un movimiento transformador, profundamente comprometido con la justicia social y la igualdad de oportunidades. Hoy, más que nunca, es urgente recuperar ese espíritu progresista que nos permita liderar, inspirar y ofrecer al país una alternativa clara y diferenciada tanto del Frente Amplio como de la derecha tradicional.

La solución no está en mimetizarnos con el Partido Nacional ni en alejarnos de nuestra esencia. La historia nos enseña que nuestra fuerza siempre estuvo en ser un partido de vanguardia, un partido del pueblo, un partido que defendió a quienes más lo necesitaban.

Hoy, una parte de nuestra militancia se ha acostumbrado a ver al Partido Colorado como un apéndice de la derecha, olvidando que nuestra identidad siempre estuvo en ser la voz de los trabajadores, de las clases medias y de quienes enfrentan la desigualdad. Esa confusión no solo traiciona nuestro legado, sino que también nos aleja de las grandes mayorías que necesitan una representación que combine progreso, justicia y desarrollo.

El Frente Amplio, con su izquierda radicalizada y su dominio por sectores como los Tupamaros y el Partido Comunista, no representa a todos los uruguayos que desean un cambio. Pero tampoco lo hace una coalición sin alma, con un Partido Colorado diluido. La mayoría del país quiere un proyecto que combine valores de equidad, progreso y modernidad, y ese proyecto solo puede liderarlo un Partido Colorado con identidad propia.

Nuestra propuesta debe volver a ser la de un partido que protege a la clase media trabajadora como columna vertebral del país. Que defiende a los más humildes y vulnerables con políticas sociales activas y efectivas. Que amplía la agenda de derechos con propuestas que incluyan la salud mental, el bienestar animal y la igualdad de oportunidades. Que promueve el progreso económico sin dejar a nadie atrás, con un Estado comprometido con el desarrollo humano y la sostenibilidad.

El Partido Colorado no debe ser una herramienta de corto plazo para derrotar al Frente Amplio. Debe ser una fuerza transformadora, capaz de liderar una coalición desde una posición clara y auténtica, ofreciendo al pueblo uruguayo un proyecto que inspire confianza, esperanza y convicción.

Volver a nuestra esencia no es mirar al pasado, es proyectar al futuro con las mismas banderas de progreso y justicia social que hicieron grande a nuestro partido. Solo volcando nuestra mirada hacia un liderazgo con identidad fuerte y diferenciada, podremos reconquistar el corazón de los uruguayos y ser protagonistas del cambio que el país necesita.

Es hora de reflexionar, de trabajar, y de volver a ser el Partido Colorado que Uruguay espera. Un partido que lidere con firmeza, que inspire con sus ideas, y que represente, como siempre lo hizo, a la clase media y a los más vulnerables.

Compartir

Deja una respuesta