Negro y el desarme Civil:
Daniel Manduré
Uruguay por el camino de la Venezuela de Maduro. Los países que tienden al desarme civil son por lo general gobiernos de corte autoritario, que le temen a la libertad. La dictadura cubana, Venezuela y el tirano Maduro, la Nicaragua de Ortega y hasta la Alemania nazi lo han hecho. En el 2014 Maduro lanzaba un plan de desarme civil, que se iniciaba con una entrega voluntaria de las armas, con una serie de incentivos para hacerlo. Para luego ir al desarme total. La justificación siempre es la misma, combatir la violencia. Pero en realidad, con un fin ideológico, el verdadero propósito de estos gobiernos es tener sometido y controlado al pueblo al poder de la bota.
En nuestro país fue Fabiana Goyeneche en el 2018 y Mario Bergara un tiempo después quienes plantearon con mayor insistencia este tema. Ahora el Frente Amplio que lo había incorporado a su programa de gobierno, a través del actual ministro Negro, reflota nuevamente el tema y lo propone como una de las formas de combatir la delincuencia y mejorar la seguridad pública.
El ministro, en conferencia de prensa, anuncia lo que denomina un “Gran Plan Nacional de Seguridad”, anuncios con muchos titulares y muy poco contenido. Mucho de continuidad con el gobierno anterior al que tanto criticaron y ahora insistiendo con el desarme civil y la desprisionalizaciòn.
Debo decir que al leer las pautas que plantea el Frente Amplio en este tema mucho me hizo acordar al leer la ley que en este sentido concretó Maduro al aplicarla en Venezuela. No dudo que las intenciones de Negro sean las mejores, la de buscar combatir el delito, pero sin dudas, en este caso, por caminos equivocados.
No hay datos serios que demuestren que prohibiendo la tenencia de armas y el desarme civil lleve a disminuir la criminalidad. No es verdad que las sociedades con más armas son las más violentas. No existe una correlación entre el número de armas per cápita y los asesinatos. Países como Suiza, Canadá, Austria o Finlandia se encuentran entre los países con más armas per cápita, pero a su vez son los países más seguros y con los más bajos índices de asesinatos. Contrariamente a lo que pasa en algunos países donde están vigentes leyes de desarme civil, pero en donde el índice de criminalidad es de los más altos, como ocurre en Venezuela.
Esta propuesta unida a un planteo de desprisionalizaciòn, camino ya recorrido hace unos años y que fracasó rotundamente, es el que elige el Frente Amplio y que significaran el coctel perfecto para agravar la situación que dicen querer mejorar.
En el 2013 las autoridades frenteamplistas del momento, encabezadas por el ministro Bonomi proponían cambiar armas por computadoras o bicicletas, por supuesto que la iniciativa fracasó.
No veo mal penalizar la tenencia ilegal de armas y llevar a quienes estén en infracción a regularizar la situación, pero que aquellos ciudadanos que siguiendo los caminos legales y con todos los controles que ya existen puedan ejercer con libertad su derecho a la tenencia de un arma si así lo desea.
Sería bueno que el gobierno pusiera el énfasis en fuertes políticas de represión al desarme del delincuente en las calles y de los presos en cárceles, donde el monopolio de la seguridad la tiene el estado. El delincuente se nutre mayormente de armas de alto poder, en el mercado negro. Allí hay que atacar.
A diferencia de los que algunos afirman las políticas de desarme civil en Brasil y Argentina no ha tenido los resultados esperados, incluso se podría decir que han fracasado. Brasil llevó a cabo en el 2003 lo que denominò “el estatuto del desarme” que buscaba como objetivo reducir homicidios, en esa lógica ideologizada desarmamentista de los civiles y que no tuvo resultados positivos, por el contrario los homicidios con armas de fuego fueron aumentando año a año.
Hacen faltas políticas integrales de seguridad. El ciudadano honesto cada vez más indefenso y el delincuente cada día con mayor poder de fuego.
Ese parece ser el mensaje.
La tenencia legal de armas cumpliendo con todas las normas y exigencias establecidas es una cuestión de libertad.
Recortar libertades nunca es el camino, corralito mutual, ley de medios, bancarización obligatoria, ahora prohibición y desarme civil.
Desde el Frente Amplio se escucha decir muchas veces que oponerse al desarme civil es una postura derechista.
Solo basta recordar que quienes propusieron el desarme civil tanto de armas de fuego como de armas blancas en 1938 para el pueblo judío y todos aquellos que se opusieran a su criminal régimen, fue Hitler y la Alemania nazi. No es necesario aclarar como terminó la historia.