Día Del Niño por un bonito amanecer
David Auris Villegas
Indudablemente, somos los responsables de construir una sociedad consciente para el mañana si nos esforzamos en educar niñas y niños solidarios y reflexivos desde la escuela y el hogar. Se aprende a ser padre o madre en el camino, entre tropiezos, inocentes preguntas y tiernas sonrisas que, aunque no lo crean, son los niños quienes con su inocencia nos enseñan a ser padres y mejores personas.
No todo es bonito. De acuerdo con las Naciones Unidas, millones de niños enfrentan pobreza, desnutrición, falta de acceso a salud y educación, además de violencia, discriminación y explotación. Su situación se agrava aún más por los conflictos, la exclusión social, los maltratos, el impacto del cambio climático y la brecha digital, factores que en conjunto oscurecen su futuro.
En el Perú, al igual que en muchos países, se celebra el Día del Niño cada tercer domingo de agosto. Aunque es conmemorada universalmente cada 20 de noviembre desde 1955 por la ONU. Usualmente, este aniversario es celebrado con paseos, juegos, actividades divertidas, visitas a los parques y regalos, pero ¿qué de aquellos niños y niñas que no experimentan estas emociones?
Además de los regalos, es importante que en esta conmemoración nos preguntemos: ¿todos los niños asisten a la escuela?, ¿les enseñamos la pedagogía del amor y potenciamos sus mentes?, ¿con nuestro ejemplo de vida les mostramos cómo ser mejores personas?, ¿reflexionamos sobre la situación de los niños huérfanos, de los que viven en la pobreza y de aquellos con discapacidad?
Es así que para esta la población infantil de 5 a 12 años, Unicef nos recomienda que asumamos como estilo de vida, la responsabilidad de protegerlos y formarlos con amor y sin violencia. Démosle buen trato y promovamos el cultivo de sus derechos y ayudémoslo a su desarrollo íntegro, reconociéndolos como sujetos libres y no como propiedad de los adultos.
Querer a los niños no significa darle un celular a temprana edad, ya que lejos de beneficiarlos, los estamos convirtiendo en consumidores de contenidos irrelevantes, gatillando negativamente su expectante futuro El uso excesivo de celulares en la niñez según los expertos, está limitando talentos innatos y acortando su potencial creativo.
Por tanto, démosles felicidad a los niños en sus años maravillosos, para que cuando lleguen a la adultez transmitan amor y felicidad a los demás.