Política nacional

Aborto y eutanasia

Colorados con visiones contrapuestas

En un hilo de twitter Ope Pasquet marcó distancias y errores de la columna del domingo en El País de Pedro Bordaberry, sobre el aborto y la eutanasia. Todo apuntó hacia el aborto y la presunta opinión de Batlle y Ordóñez sobre este tema. En ese mismo hilo la abogada Margarita Machado, integrante del CEN colorado, también expresó: “La frase de JBO menciona a madres, que por miedo de enfrentar a los prejuicios religiosos sobre niños ilegítimos, se quitaban la vida. No habla de la despenalización del aborto, ley que Bordaberry cuestiona. Y no lo hace por batllista, sino por católico.”

Del Twitter de Ope Pasquet: Batlle y Ordóñez nunca opinó sobre el aborto, ni a favor ni en contra. No cabe adjudicarle ninguna posición en este asunto, porque él no la expresó. Luchó sí, toda su vida, por los derechos de la mujer y del niño, y el batllismo hizo suya esa lucha.

Pero nunca fue bandera de Batlle, ni de su partido, mandar presa a la mujer que abortara, y es de eso que se trata. Hoy la ley permite, en ciertas circunstancias, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), pero nadie festeja los abortos, ni los promueve.

El punto es que la ley penal no es la herramienta adecuada para enfrentar el problema del embarazo no deseado, y todos lo sabíamos; por eso no se aplicaba. Antes de la ley de IVE los abortos se estimaban en miles por año; los procesamientos, apenas por decenas o por unidades.

La Policía hacía la vista gorda, y nadie se lo reprochaba. Los Ministros del Interior fueron interpelados por mil motivos distintos -los homicidios, las rapiñas, el contrabando, etc.- pero nunca nadie los llamó a sala para exigirles una campaña seria de represión del aborto.

Sólo una sociedad hipócrita tolera ese estado de cosas: una conducta frecuente, normas penales que la castigan pero que no se aplican realmente, y como resultado, mujeres que deben enfrentar su drama solas y en la clandestinidad. Con esa situación terminó la ley de IVE.

Con respecto a la eutanasia, se insiste con que no es un problema de libertad porque la tentativa de suicidio no es delito. Me pregunto qué libertad tiene para poner fin a su vida un enfermo de ELA, que ni siquiera puede sostener un vaso de agua, si no es con ayuda de terceros.

Y si se admite la ayuda de terceros para que ponga fin a su vida un enfermo terminal agobiado por el sufrimiento incurable, ¿por qué no se admite lo mismo para un veinteañero angustiado porque perdió un examen? Porque son, obviamente, dos situaciones distintas.

Sabemos que la justicia exige tratar igualmente lo que es igual, y desigualmente lo que es desigual. Por eso, admitir la eutanasia en los casos de enfermedad incurable y sufrimiento insoportable, no obliga racionalmente a admitirla en otros casos en los que esos rasgos no se den.

Aquí de lo que se trata es de respetar la libertad de las personas para poner fin a su propio sufrimiento, recurriendo para ello a la ayuda de terceros si la necesitan para morir sin dolor, sin violencia y en paz.

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